Fotografía colección
particular tomada de mi cámara.
El amigo del Puerto de la
Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS, remitió entonces (09/02/2021), estas notas que
tituló; “UN HALLAZGO, 'EL CENSOR'”: “…De modo que ahí
están los frutos (estimados Carmen, Charo y Eladio) de ese legado de José
Agustín Álvarez Rixo generosamente donado a la Universidad de La Laguna. De
modo que el equipo que trabaja con los Fondos Especiales de la biblioteca de la
institución universitaria tiene en su haber un hallazgo de indudable valor,
dadas las circunstancias: el único ejemplar de un periódico que se daba por
desaparecido y del que se dudaba que hubiera existido.
De
modo que, con el descubrimiento en las manos, se sabe que era un bisemanario
(aparecía miércoles y sábados), que tenía su sede (redacción y administración)
en Los Llanos (¿de Martiánez?) y que disponía del teléfono número 10. Se
llamaba El Censor y
aparece un día de San Juan (24 de junio de 1914). Se proclama, en su cabecera,
“Diario de intereses generales e información”, y la suscripción costaba una
peseta al mes. Esta primera edición ya establece un programa de intenciones,
reivindica un cementerio civil y publica un trabajo médico sobre “El
tratamiento de la viruela en las palomas y aves de corral”. De modo que
Benjamín Padrón García figura como director.
Y lo contenta que debe estar la
historiadora portuense –actualmente ocupada en otros menesteres- Milagros Luis
Brito, quien ha comprobado que también figura en la descubierta publicación el
abogado y escritor, también portuense, Luis Rodríguez Figueroa, concejal de
1912 a 1915 -- primera etapa de una densa carrera política-, al que dedicó un
profundo estudio, ganador del premio de investigación histórica ‘José Agustín
Álvarez Rixo’ y que cristalizó en su primer libro.
Este ejemplar de El Censor ya está disponible y con acceso libre en la
prensa canaria digitalizada de la biblioteca universitaria lagunera.
Hay que congratularse pues de este
descubrimiento que pone de relieve la inquietud periodística que anidó en el
Puerto de la Cruz. En la información de la agencia Europa Press, se señala que
los legados y grandes donaciones de personajes relevantes de las islas ofrecen
a la Biblioteca de la Universidad de La Laguna la oportunidad de descubrir,
difundir y conservar para la sociedad canaria muchos documentos (manuscritos o
impresos, dibujos, fotografías o partituras) que de otra manera se habrían
perdido. Por esta razón se les dedica tanto tiempo y esfuerzo, así como un
tratamiento especializado que se realiza con mimo por parte del personal
encargado”.
Es
obligado agradecer a todos los que han intervenido su celo y su destreza. Los
descendientes de Álvarez Rixo ya citados hicieron muy bien en conservar y luego
donar a la Universidad de La Laguna un valiosísimo patrimonio documental, apto
para seguir hurgando en nuestra historia y para proporcionar, desde el marco
adecuado, la posibilidad de conocer piezas como la que comentamos, gracias a la
cual sabemos más cosas de aquellos principios de siglo XX en un municipio que
puede presumir de que por sus orillas atlánticas entraron las ideas de la
Ilustración.
Un hallazgo, desde luego, digno de
felicitación…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANT
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