lunes, 6 de diciembre de 2021

MÉDICOS, PRACTICANTES, FARMACIAS Y OTROS VINCULADOS AL MUNDO DE LA MEDICINA


Fotografías de mi colección particular, tomadas de mí cámara, referente a los recordados doctores orotavenses: don Buenaventura Machado Melián y don Domingo González García.

 

En el muro del FACEBOOK del amigo de la Villa de La Orotava JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario trabajo suyo que comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que se titula “MÉDICOS, PRACTICANTES, FARMACIAS Y OTROS VINCULADOS AL MUNDO DE LA MEDICINA”, referente a su paseo por la calle donde vive, antigua calle el Castaño, hoy en día conocida como Doctor Domingo González García: “…Mi paseo de hoy fue por la calle donde yo vivo, antigua calle el castaño, hoy en día conocida como Doctor Domingo Glez García

Al bajar por el tramo conocido como la de los molinos, me llegó el aroma del rico gofio del molino de Chano.

Al llegar a la esquina donde vivió el doctor Don Buenaventura Machado, me dio por recordar a todos los médicos, practicantes, farmacias, y otros vinculados en el mundo de la medicina que yo conocí en mi infancia y en mi adolescencia, y empecé por el citado Doctor Don Buenaventura Machado. Seguí con el Doctor Don Domingo Glez, en la calle que lleva su nombre...Cuántas veces lo vi pasar por mi casa montado en una bestia, encima de una colcha, con su maletín, a visitar a los enfermos, a sus casas en el campo…

A los doctores Don Máximo Martin, y Don Antonio Navarro en la calle la Hoya, la cual hoy se llama hermano Apolinar; Don Cipriano, en la calle Nicolás de Ponte; Don Emilio Luque, en la avenida que también lleva su nombre; Don Emilio Ruíz, en Sor Soledad Cobián; Don Alonso Ascanio, Don Miguel Rodríguez Vivas y Don Ignacio Zarate, y allí la clínica de el ginecólogo Don Enrique Sáenz en la calle del agua (Tomás Zerolo); Don Gil Méndez, en aquel entonces en la calle Calvario, Doctor Francisco Acebes, y Don Emilio Sánchez (pediatra y forense en Sor Soledad Cobián a Don Rogelio en la calle León; Don Enrique Sáenz (Ginecólogo) en la calle verde; Don Francisco Raymundo (otorrinolaringólogo, en la calle del Tejar); Don Isidro Fuentes Melian, la calle Tomás Calamita; Don Juan Johnson, en la avenida de José Antonio; Doctor Salamanca (Ginecólogo) en la calle Verde; Don Esteban Escobar en los Cuartos; Don Álvaro Chinea, en la avenida; el Doctor Vera, y el Doctor Lara, en la calle Cervantes. Más tarde a Don Julio y Doña María de los Ángeles Estévez; Don Maximito, Don Gil (Hijo), Don Leoncio Estévez, el Doctor Guido en el Centro Médico del Quiquira al Doctor Don Agustín Bermúdez (Urólogo), en la avenida de Emilio Luque, al Doctor Burgos en el Centro Médico Norte; el Doctor Medina (Ortopédico); Don Felipe Hernández, y a Don José Antonio González. En la actualidad, en el ambulatorio, hoy C.A.E. A la Doctora Cristina Cabrera, en el Centro médico de las dehesas; mis doctoras, Doctora Marisa Sánchez, Mercedes San Andrés y Sonia de Vera Afonso y en los laboratorios, a María del Carmen Calzadilla, Goya Núñez y Magdalena. Como odontólogos (dentistas en mi tiempo), a Don Manuel Zárate, Don César Hdez, Don Sanfiel, Don Salvador y Don Juan del Castillo como otorrino y odontólogo. Más tarde como otorrinolaringólogo a Don Pedro Eustaquio Pérez y Don José Longino Santos.

Como analistas a Don Carlos Domínguez. Más tarde, Don Fernando Zarate, y a Don Agrícola González Álvarez. Como practicantes Don Felipe Hernández, era el practicante de mi casa, le tenía pánico. Cuando lo veía venir con aquella cajita donde traía la jeringuilla y mientras se la entregaba a mi madre para que la hirviera y me escondía. También recuerdo a Don Pedro Melian, a Don Felipe Sosa, a los hermanos Don Sandalio, y Don Francisco Reyes, a Don Luis Hernández, a Don José Casanova, y a Don José Barreda.

Como comadrona a Antoñita Violan. También estaba la clínica de las Nieves de Don Máximo Martin en la calle San Juan, y más tarde la clínica de San Miguel.

Farmacias recuerdo la de Torrens, en la calle de San Agustín. Allí conocí despachando a Don Melchor Luis, más tarde a Evelio, la de Don Saturio Fuentes, en la calle de la carrera, despachando a Don Fermin y a Don Antonio Oliva. Más tarde, entre otros a Juanita y Lalita, José Manuel, Domingo, la de Don Santiago Zárate, en la calle Verde (Nicandro Glez), despachando a Don Melchor Luis, Don Antonio; a Isabelino, José

Hdez, Pedro Pérez. Agustín González hoy en la avenida Sor Soledad Cobián atendida por su nieta Doña Laura Perez Zarate, despachando Roberto; la de Don Pompeyo Barona. En la calle del Calvario despachaban Don Antonio Gutiérrez, Don Antonio Lima, Pedro, (Barona ) y Doña Margarita, la de Don Carlos Domínguez. En la calle de San Francisco, despachando estaban: Don Fermín, Santiago Sálamo, Benjamín Villar, y Lorenza. La de Doña Natalia en la calle Duque (hoy Don Buenaventura Machado), despacha ella misma, y más tarde la de Doña Gracia, en la calle Centella, hoy con el nombre de Muñoz, en la calle del Marqués, despacha ella, su esposo y Leo.

Hoy todas se han cambiado de domicilio menos la de Torrens que aunque sigue en el mismo sitio, ha cambiado el nombre, y la de Don Carlos Domínguez que ya no existe. Más tarde, las de las Cuevas. Están también Casanova, en el paseo de las Araucarias, y otra en el paseo Domínguez Afonso; la de El Tejar, la del Carmen Lilia Estévez, en la Piedad; la de barrio en San Antonio en los Pinos en Barroso y en otros barrios, pero al no conocerlas no puedo mencionar nada de ellas...

En aquel tiempo, Don Máximo era el médico del hospital de la Santísima Trinidad y Don Domingo. Como en su consulta no tenía Rayos X, utilizaba los de dicho hospital y le ayudaba Sor Severina. Yo fui uno de sus pacientes que pase por allí. El portero del Hospital era Don Carlos y en la oficina de la administración trabajaba Don Miguel Monasterio; a la entrada del hospital a la derecha estaba la "Casa de Socorro". Recuerdo ver allí a Felipe Hernández (hijo), Domingo Báez, Ignacio, Gumdemaro (el escalofrío), a Yiyo, a Luis, a Pepe (el moreno), y siempre había un guardia municipal (un celador como los llamábamos antes). Recordado también a la Cruz Roja, que estaba en la calle León. Allí llegué a ver a Don Eulogio Borges Coello, a Don César Hdez, a Don Benjamín Alfonso, y vestidos de militares a Don Juan, a Don Jesús (el lela), y a Tomás Luis Expósito (el cojo), y como siempre digo, quizás había otros, pero yo sólo hablo de mis vivencias...”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

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