MANÓN RAMOS HAESSIG. Pintora. Natural de
Grancanaria y orotavense de corazón.
Desconocía a esta gran y humanitaria mujer
como un auténtico genio de la pintura, del dibujo, de la paleta.
Natural de la isla redonda de Grancanaria
concretamente de su señorial ciudad de Arucas, ciudad de su
padre el también artista Manuel Ramos por más señas, nace en Las Palmas de Gran
Canarias el 18 de agosto de 1927, y fallece en la Villa de La Orotava el 14 de
noviembre del 2023.
Su infancia y juventud la pasa en Las Palmas, primeras letras,
en un colegio cerca de su domicilio en Ciudad Jardín, por cierto la directora
era Rusa. Estudia bachillerato en el colegio Viera y Clavijo, un colegio mixto
del que guardaba el mejor de los recuerdo.
A partir de aquí se difuminan los datos que existen sobre su
historia personal, es cierto que la conocía, como la señora del Doctor don
Enrique Sáenz Tapia, le saludaba por su caminar a lo largo de muchos años por
las calles de la Villa de la Orotava,
en muchas ocasiones me paraba para preguntarme por el estudio de mis hijos en
la música clásica profesional, en Inglaterra y Suiza.
Si recuerdo ver patear por la
Villa a su madre de origen suizo
– alemán la señora Haessig, pero no recuerdo a su padre artista canario de
Arucas, que tomó su nombre artístico Manolo Ramos (en el la antigua calle
orotavense del Piche que une la casa Consistorial con la Hijuela del Jardín Botánico, se encuentra una
estupenda obra suya donada por la familia la reproducción en bronce).
Pertenecía a la clase social de artistas, afirmación lógica si
pensamos que cuando Manón contaba con 10 años ya estaba estudiando pintura en
el famoso taller de su padre. Así que esto es lo que conocemos de su
niñez, que ya desde una edad muy temprana apuntaba excelentes trazos de
artista, siendo además en su madurez una excelente ama de casa, ayudando en
muchas ocasiones a su marido en los servicios médicos, además ayudaba a otras
tareas propias de su hogar y su entorno, y el encargado de proyectos
decorativos y artísticos en las veladas que se celebraban en la Orotava por las fiestas patronales, sobre la
fiestas de arte en el cine Atlante y en el Cine Orotava, así como la confección
de carteles de las fiestas patronales de La
Orotava.
En el año 1945 la familia traslada su residencia a Madrid, donde
su padre había participado un año antes en una exposición de artistas Canarios.
Manón Ramos Haessig, es profesora de dibujo, de la Escuela Central de Bellas Artes, de San Fernando de
Madrid. No pudiendo precisar en el momento que empezó a dibujar pues su primera
habitación fue el estudio de su padre el también artista Manolo Ramos, sus
primeros juguetes el barro y los lápices y sus primeros amigos los alumnos de
su padre, por ello puede decir que desde que nació e ingresó en la Escuela de San Fernando de Madrid donde su
padre había estudiado veinte y cinco años antes. Compañeros suyos fueron sus
profesores. Terminando los estudios en el año 1950, con el titulo de profesora
de pintura y dibujo, convirtiéndose años más tarde en licenciada en Bellas
Artes, tras presentar una Tesina cuyo tema fue la vida y obra de su querido
padre, el escultor Manolo Ramos. Su vida consistió en el aprendizaje de lo que
luego sería su profesión.
En el año 1950 fue becada, con otros cuatro compañeros, a
Santillana del Mar con la obligación de exponer en Santander Capital cántabra,
exponiendo en la Sala Proel.
En el año 1951 expuso dos cuadros en la Primera Bienal Hispanoamericana en Madrid. En
el año 1953 conoce en Madrid al que iba ser su compañero en la vida, el doctor
ginecólogo don Enrique Sáenz Tapia, tras contraer matrimonio en la capital del
reino en el año 1954 se traslada a la
Villa de La Orotava, acompañando a su marido el
cual iba a ejercer por oposición como ginecólogo municipal. Dada la
dificultad para encontrar vivienda, en aquella época, viven los dos primeros
años en el desaparecido Hostal – Pensión “Victoria” en la calle de San Agustín
que regentaban; Doña Catana Méndez y Don Domingo Hernández, hasta
que su marido consigue una mansión en alquiler en la calle Verde, actual
Nicandro González Borges.
Exposición individual en el Casino de La Orotava concretamente en el mes de
junio de 1959. Exposición individual en el Casino de Tenerife en el mes de
diciembre del año 1959. Exposición colectiva en el Círculo de Bellas Artes de
Santa Cruz de Tenerife, en el mes de diciembre del año 1965, exposición colectiva
de 12 artistas femenina de escultoras y pintoras.
Con posterioridad su labor ha consistido en la realización de
unos 50 retratos, aparte de los temas que cualquier pintor haya podido crear.
Hay algo que Manón quisiera destacar no como una labor material pero no por
ello menos importante, su participación como Jurado de Exposiciones
Infantiles y Carteles.
Don Vicente Borges, antiguo periodista tinerfeño, realizó un
perfil de Manó Ramos sobre su exposición de pintura; retratos,
naturalezas muertas, apuntes y dibujos que se celebró en el entonces Casino de
Tenerife de cinco al dieciséis de diciembre del año 1959: “Ahora
que la subversión en el mundo de las artes plásticas trata de sustituir a la
justificada rebeldía innovadora de los antiguos maestros y de los pocos que
hoy existen, bueno es que una racha de aire puro, en esta atmósfera cargada,
nos recuerde que lo primero del Arte de la
Pintura es saber pintar. Ahora
que soplan vientos tormentosos y se nos da gato por liebre, cuando no chatarra
por oro limpio, bueno es que volvamos la vista a la olvidada técnica del buen
pintar, cuyo dominio tanto exige y sacrifica. Esta obra de Manón Ramos de
Sáenz, de clara estirpe académica, fruto y cosecha de largos desvelos y
estudios, nos pone, una vez más, en contacto con 10 que nunca debe perderse y
mucho menos despreciarse. Solo así podrá acometer el artista de nuestros
días, la muy seria aventura de renovar sin que la confesión de impotencia se
evidencie, como ocurre en demasiadas obras contemporáneas, que solo copian el
remoto pasado del Arte de la
Pintura.
Sus retratos, en primera fila y en franco
debate entre la severidad académica y la audacia, suavizados por el toque
femenino, se salvan del pecado mortal de la «fotografía» por ese agudo trabajo
introspectivo que cualquiera puede observar, especialmente en el de Alonso
Tabares, verdadera radiografía espiritual y cuidada disección anímico formal.
Sus Naturalezas Muertas, análisis de luces y ritmos lineales, son lecciones de
buen pintar a la manera de todos los tiempos. Y sus apuntes y dibujos
certifican, con autenticidad, la maestría de la pintora. En fin, creemos que
contemplan ustedes o van a contemplar. Una obra viva, sincera, interesante y
llena de posibilidades”.
Bonito celebrar exposiciones en el mes de diciembre, mes en que
se coincide con las fiestas navideñas de la paz y de las familias.
Pero en el revivir del día a día, viene el tiempo con sus horas
y sus días, cuatro maravillosos hijos, ocho nietos, siempre pintando en su hogar,
rodeada de su familia, nada en particular en su vida, una autentica dama de
honor que vive su arte, su paleta y sus dibujos en su casa, en su intima
propiedad que adquirió con su marido a don Domingo Codesido en la calle
histórica de la Villa que lleva el rotulo del ilustre
bienhechor de la enseñanza Nicandro González Borges, más conocida en la
historia por calle Verde. Pinta cuando le apetece con mucha libertad, con mucha
filosofía, pues jamás ha tenido la necesidad de ejercer su oficio profesional,
solo ser la autentica señora, la fiel compañera de don Enrique Sáenz Tapia,
ginecólogo de mucho prestigio en la
Orotava.
Manón Ramos destaca en el dibujo, el color, la belleza, el
sentimiento y la forma como interpreta su arte, entre su iconografía cabe destacar;
La escoba, Rincón, Girasoles, Palmatoria, Soledad, Silla roja, Bodegón,
manzanas, Su hija Manón, su hijo Enrique, Retrato, Teresita Herreros, Justo
Sobrón, Carmen Elisa Luque, su marido Enrique, Mamen, Apunte de su padre.
Su devoción por la
Villa de la Orotava y sus gentes hace pensar que está algo
constreñido ante el modo de vida de su entorno, ante las obligaciones hogareñas
y de la pintura, que anhela algo de libertad.
Esta libertad que demuestra en los trazos, que estudiándolo a
fondo se comprenderá su espíritu.
Doña Manón descansa merecidamente en esa vida eterna colmada de
fe, paz y misericordia, ahí están su Marido don Enrique, su padre Manuel Ramos
un artista de extraordinaria intelectualidad, y por cierto ahí seguro que está
el CRISTO DE ARUCA, gran obra maestra que salió de la gubia de su querido
padre.
Un abrazo y hasta siempre.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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