jueves, 26 de septiembre de 2024

LUIS SUÁREZ




Fotografías (1-2) corresponden a la orla de la celebración Bodas de Oro de su promoción Bachiller en el colegio de San Isidro de la Villa de La Orotava.

Luis Suárez primero izquierda de la fila del medio.

 

Mi caminata habitual, recomendaciones de mis galenos por las calles de mi Villa. Me sitúo en el lugar conocido por LOS POYOS. Como siempre conversación con mi alumno Felipe Monasterio Oliva residente en el lugar, corre entre voces la triste noticia del fallecimiento del amigo y convecino Luis Suarez.

Nació en el Puerto de la Cruz en la casa de La Aduana, procede de la familia “Suarez” que construyeron al principio del siglo XX, La Mansión “VILLA REMEDIO”, actual parque cultural DOÑA CHANA.

Le conocí cuando estudiábamos bachillerato en el Colegio de San Isidro, un servidor cursaba tercero de bachiller, y Luis sexto y revalidas.

En su vida fue un magnifico deportista a igual que su padre don Paco y su hermano Paquito. En el futbol participó como centro delantero y goleador a racha muy agresivo con la pelota, del Infantil Plus Ultras, Juvenil Imperial, Juvenil Iberia, UD. Orotava y Atlético Orotava.

A titulo anecdótico, Luis era tocayo del gran Luis Suarez, notable futbolista de aquellos años, que jugó en el Deportivo La Coruña, Barcelona e Inter de Milán y por supuesto en la selección Española absoluta, con la que ganó la copa de Europa en el mes de junio de 1964, en el recuerdo del golazo con la cabeza a media altura del miembro de los cinco magníficos del Real Zaragoza “Marcelino”. A Luis siempre le decían que jugara como su tocayo el autentico internacional español, pero nunca lo conseguía, lo que sobresalían en autenticas bromas de la entonces  juventud villera.

En el Tenis magnifica trayectoria muy  ejemplar, desarrollada en la sección de Tenis de la Sociedad Cultural Liceo de Taoro, en la organización de los OPEN SAN ISIDRO, así como los desafíos en pista con raquetas y pelotas al doctor y gran amigo Isidro Fuentes Melián.

Su vida laboral la pasó en la hostelería del Puerto de la Cruz, comenzando en el Hotel familiar “Pinocho” hasta deambular por varios establecimientos de la ciudad turística portuense.

Contrajo matrimonio con la dama orotavense Carmita Dorta Hernández funcionaria auxiliar del centro de salud de la Villa, de dicha unión tuvieron unos magnifico hijos y nietos.

Ya en ese territorio histórico LOS POYOS la conversación con mi alumno Felipe va llegando a su final, acompañado de mis recuerdos del amigo y compañero Luis Suarez, de su notable personalidad y su gran deportividad. Solo me quedan los deseos de que allí donde esté, en el paraíso eterno, colmado de fe y misericordia, descanse merecidamente juntos a sus queridos padres.

Un abrazo Luis hasta siempre.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 


 

miércoles, 25 de septiembre de 2024

AZÚCAR. DIABETES. OBESIDAD. (IV-3)

El amigo de la Villa de La Orotava ISIDRO FUENTES MELIÁN “MÉDICO” remitió entonces (25/09/2024) estas notas y fotografía que tituló “AZÚCAR. DIABETES. OBESIDAD. (IV-3)”: “…En los últimos 20 años los avances de la biología molecular, es decir, el  estudio de lo infinitamente pequeño que ocurre dentro de una minúscula célula, han abierto un panorama lleno de esperanzas para la genética y las enfermedades hereditarias. La diabetes, por su condición de pandemia, es sin duda una de las que más interés ha despertado por el enorme beneficio que puede proporcionar a los diabéticos y no a muy largo plazo, lo que supone un estímulo por alcanzar la meta para los investigadores en amistosa competición.

El enorme galimatías que suponía la clasificación de los diferentes tipos de diabetes, sigue existiendo, pero en la actualidad, se va ordenando  con  base en datos objetivables, clínicos (lo que se “aprende” viendo a los enfermos), analíticos y, sobre todo, genéticos. Son tantos los datos que podemos obtener y manejar en la actualidad, que, exagerando las cosas (exagerando ?), se vislumbra, la posibilidad de obtener el “libro” que, cual “manual de instrucciones”, ( ver figura) detalle minuciosamente toda la arquitectura anatómo- patológica que diferencie a unos diabéticos de otros….O, como primer paso, a una familia de diabéticos de otras. Esto es: ¡perspectivas de diagnósticos y tratamientos individualizados!

Las nuevas clasificaciones de las diabetes, siempre en continuos cambios y novedades, tienen como base las alteraciones cromosómicas, que son las que aportan los datos, de forma afirmativa o sugerente,(porcentaje de posibilidades) de cómo va a ser la clínica, el pronóstico, incluso a largo plazo, y como debe ser el tratamiento y la prevención, que incluiría, esta última,   el consejo genético familiar.

Figura.- Al alcance de la mano...

 

Ahora se estudia qué ocurre en las células beta del páncreas, si son destruidas por autoinmunidad, si padecen  un defecto “mecánico” en la fabricación de la insulina o si sufren apoptisis (el organismo desecha lo alterado por inútil), si se han  agotado por el uso . si la insulina es de “buena calidad” o se ha alterado en su relación con  un medio “hostil” de alta concentración de glucosa, si el receptor de la insulina (el encargado de abrirle la puerta a la glucosa para que entre en la célula como su alimento) no la deja actuar y aumenta  su concentración en la sangre (hiperinsulinemia), o  si hay otro tipo de resistencia a la insulina con especial repercusión en  el metabolismo de las grasas…..Por otro lado, anticuerpos y factores humorales se suman en las diferencias entre unos y otros diabéticos, como los GAD, los anticuerpos  antiinsulina, el péptido C u otras sustancias  que alertan sobre la tendencia aterogénica (arteriopatía, macro o microvascular)  o la inflamatoria con consecuencias específicas de cada caso……También se pueden detectar marcadores de susceptibilidad  y factores de riesgo, incluso muchos años antes de que aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad.  Se suman la identificación y la lucha contra los AGEs, aquellos “agentes finales de glicación” de los que hablábamos, que, como yo digo, son  piezas de recambio pero “defectuosas”…. ¡¡Son tantos los datos que determinan la “identidad”  de cada diabético, que se hace poco probable que coincidan al 100% en dos personas diferentes!!

   Las  mutaciones genéticas sientan las bases de este complejísimo, pero al mismo tiempo  atractivo y tentador panorama de lo “infinitamente pequeño” : mirar un “nano” ( 1 milimetro tiene mil micras, y una micra mil nanómetros) con unos prismáticos tan potentes que te  ponen al alcance de la  mano la lectura de tu “manual de instrucciones”. Lo infinitamente grande parece que se pierde en un “universo inabarcable” y tal vez pueda crear cierta  frustración o desánimo…; lo infinitamente pequeño está ahí, ante tus narices, al alcance de tu mano. (ver figura).

 Una “mutación” es un cambio en un “párrafo, en una línea, de tu “manual de instrucciones” (tu genoma)….. Un cambio a “peor “en el caso del enfermo diabético, cuando, en mi creencia, bajo la “presión evolutiva”  debe ser a “mejor”. Siempre lo repito: ¡¡ como especie humana, estamos “condenados” a ser mejores !!. (En política, “comunismo humanitario”: como buenas personas,  nos es grato compartir y repartir.  Disfrutamos recibiendo, pero también regalando.  ¡La avaricia es fruto de las circunstancias!…)

La clasificación de los diabéticos en dos grupos, insulinodependientes y no-insulindependientes, con límites poco definidos entre unos y otros, que dejaban muchos interrogantes sin contestar, han dejado paso  a las nuevas tendencias de intentar el diagnóstico  personal o, al menos, el carácter familiar de cada diabético.

Ahora los diabéticos se encuadran también en dos grandes grupos: Poligénicos y Monogénicos. Los poligénicos  presentan alteraciones en varios genes, pero la enfermedad no se hereda. Solo se hereda la tendencia a padecerla, lo que puedes evitar si logras luchar con éxito contra los llamados factores de riesgo que, a su vez, no son los mismos en unos u otros tipos de diabetes. Por el contrario, los monogénicos tienen solo un defecto cromosómico pero es autosómico dominante. Se hereda la enfermedad y no solo el riesgo a padecerla. La tendencia familiar en los monogénicos  es clara y muy significativa en primera y segunda generación y un progenitor afectado se encuentra entre el 60  y el 90%  de los casos según   diferentes  estadísticas.

Diabetes Tipo 1.- Poligénica.- Autoinmune. Genes del cromosoma “6” en el HLA. El marcador  GAD (anticuerpo contra el glutamato decarboxilasa) el más precoz en este Tipo I.  Si el gen implicado fuera el “Gen VEGF” hay que vigilar estrechamente la retinopatía. Si fuera el “ADIPOR”, ojo con la coronariopatía y si fuera el “ELMO 1”, con la nefropatía.

Ya hablamos de los factores desencadenantes, del comienzo brusco y tormentoso, de la incidencia familiar, de su origen inmunológico (autoinmune)….Solo añadir que, por lo visto, el 50% de los niños diabéticos con anticuerpos anti-insulina positivos pertenecen a este grupo.

Diabetes Idiopática.- Sin insulina como la anterior, pero no hay factores de HLA ni anticuerpos autoinmunes. Un gen es el responsable de un defecto en la fabricación de la insulina.

Diabetes LADA (Latente Autoinmune Diabetes del Adulto).- Parecida a la Tipo 1, con sus anticuerpos, pero de “acción retardada” y por ello lentamente progresiva. Es como si las células beta se fueran destruyendo poco a poco, por lo que no tiene un comienzo brusco. Se confundían con diabéticos del Tipo 2, pero ya se conocen sus genes de susceptibilidad. Los pacientes suelen ser mayores de 35 años, son GAD positivos en el 75% de los casos.

MODY.-(Maturity Onset Diabetes of the Young).Monogénica.-Propia de la infancia, adolescencia y juventud. Se sospecha que el 80% de los diabéticos Mody están (o estaban) sin diagnosticar, “perdidos” entre los tipos I y II. Habría que sospecharla en niños con dos generaciones de diabéticos en su familia y, más aún,  si se suma un familiar en segundo grado. Se han descrito varios tipos diferentes (siete ?)  con sus genes  responsables siendo  el dominante el gen glucokinasa con su mutación-

 En ausencia de autoinmunidad, si usted es diabético de comienzo precoz, con antecedentes en dos generaciones  en familiares de 1º o 2º grado y ha sido diagnosticado de diabetes Tipo I, cuya evolución no es la deseada, es posible que tenga diabetes Mody. Creo  que evoluciona con aumento progresivo del marcador Peptido C y tal vez necesite una revisión del tratamiento.(Ver Nota).

Diabetes Tipo II.-El 80% de los casos en mis tiempos. Poligénica. La clave está  en los extremos: un déficit relativo de insulina y una resistencia a la insulina con hiperinsulinismo. Algunas veces las dos causas,  coexisten o se suceden en el mismo  paciente,  y  es  difícil  determinar  cuál  de las dos es la principal  responsable  de la enfermedad. La incidencia familiar es importante con un riesgo del 40% si un progenitor la padece, lo que se contrarresta con el gran éxito que se puede conseguir luchando contra los factores de riesgo.

En este Tipo II hay diferencias importantes entre ser delgado o ser obeso, con más tendencia   a la resistencia a la insulina en los obesos. Son  estos casos los diabéticos que más pueden beneficiarse de perder peso, del ejercicio físico, el régimen  estricto de alimentación,  vigilancia de triglicéridos, grasas y colesterol malo, con mucho ojo a la lipogénesis abdominal (medida de la cintura a nivel del ombligo), control de la tensión arterial, etc.

  Se conocen más de 20 genes involucrados en este Tipo II . Y pongo ejemplo de su importancia: la mutación del gen TCF o ABCC en relación con la regulación de la insulina señalan qué propensión tendrás a las complicaciones tardías, si van a ser del riñón, de la vista o aterogénica (arterias y corazón), de la piel,  si te irán bien los antidiabéticos orales, o mejor la insulina, qué hacer con la hiperinsulinemia, etc. etc..…..todo con la antelación suficiente para decidir adecuadamente.

Diabetes Neo-Natal.- Monogénica. Poco frecuente. De comienzo en los primeros meses de vida. Según el gen alterado puede ser transitoria o permanente.  La transitoria puede remitir pronto, pero también reactivarse después de muchos años. Se tratan con insulina, pero en el tipo “Permanente”, con mutación genética específica, las sulfonilureas (Diabinese, Euglucón….) pueden ser muy eficaces.

 

Nota: para hacer “uso” de lo que aquí digo sobre  cifras, datos, nombres, siglas, porcentajes, sugerencias o afirmaciones,  confirmar antes su veracidad en consulta con especialista en el tema.

 

 

Isidro Fuentes Melián.- Médico. Septiembre 2024…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL


 

domingo, 15 de septiembre de 2024

DON MARIANO ESTANGA Y LA VILLA DE LA OROTAVA

Enorme relación tuvo en el tiempo don Mariano Estanga Arias-Girón con la villa de La Orotava, con su arquitectura de gusto historicista y ecléctica, con un ingente del simbolismo tradicional en la masonería.

Don Mariano Estanga Arias-Girón nació en el año 1867 en la ciudad del Pisuerga - Valladolid y falleció en Madrid en el año 1937.

Estudió arquitectura en la Escuela de Madrid, obteniendo el titulo en el año 1900.

Experimenta una gran propensión por el arte musulmán influyentemente por el patio de corte nazarí, ejemplo de estos proyectos en la Villa de La Orotava, tenemos un ejemplo de la mansión de los “Ascanio-Cullén, actual Hostal de la orotavense África” en la calle Nicandro González Borges-Verde, la conocida por LA ALHAMBRA.

Y son tantos los proyectos que ejerció en la Villa de La Orotava, que tendríamos que confeccionar un inventario de todos ellos.

El fallecido profesor Universitario de la Universidad de Las Palmas doctor en Historia de Arte Sebastián Hernández Gutiérrez, tiene varias publicaciones referentes a  don Mariano Estanga en su Villa y una de ella es su casa de la calle El Calvario, que los orotavenses la conocen por los inolvidables estudios del fotógrafo chileno “FOTO PORTERO”.

Entre muchas podría citar; Casa de herederos de don Casiano García Feo y la Mansión de Ascanio-Monteverde, actual sedes de la Sociedad Liceo Taoro, ambas en la calle San Agustín, Mansión de los marqueses del Sauzal en la Ermita de Franchi.

En la calle El Calvario existen varias, en el lado izquierdo bajando desde las escaleras que unen las calles Calvario-Rosales; dos primeras de los herederos de don Eustaquio García. Le sigue la que fue de don Pedro Cruz, posterior Instituto de Previsión, que tenía un arco en su portada principal de medio punto. Sustituida por un edificio antiestético que albergó el Banco Exterior de España. Casa de los herederos Méndez-Jiménez, también sustituida por un edificio grotesco. Edificio de don Pepe Álvarez donde estuvo el Bar Almeida, en la actualidad compañía de seguro Mapfre. Edificio de los Herederos de don Jesús Hernández González y casa de los herederos de los Acosta, donde estuvo la librería y juguetería Vivas.

Bajando por la derecha Bar Fariña 1920, y Casa herederos de don Francisco Linares.

Finalizar la calle Calvario, concretamente en la plaza La Paz; Casa de herederos de don Cipriano Hernández y Casa de herederos de don Arturo Domínguez. Ermita El Calvario (la cruz que desapareció y estaba en el centro de la plaza, era simbólicamente con misiones masónicas).

Colegio San Isidro, Colegio La Milagrosa, Casa misión Padre Paúles, Casa herederos de don Fernando Salazar - sede de la Universidad Europea, Casa de don Rafael Machado (calle Tomás Zerolo-Agua), Casa que fue construida por don Enrique Ascanio (esquina Tomás Zerolo – Agua y la Carrera). Casa Herederos de don Benjamín (la Sidrona), construida por don Antonio Hernández de Las Tapias, la plaza y el tímpano de la casa consistorial villera y muchas de más.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL


 

martes, 10 de septiembre de 2024

ALEJANDRO UNA VOZ ROMÁNTICA DE LA QUE SE ENAMORABAN LOS JOVENES DE ENTONCES


Fotografías: 1.- Alejandro García, En el Hotel Concordia Playa del Puerto de la Cruz. 2.- Orquesta Royal Taoro (Nicandro González, Hermógenes, Nicolás, Perico Calzadilla, Pedro Pérez, Alejandro García, y Demetrio).

 

Triste noticia me remiten del fallecimiento de la última voz romántica que enamoraba a los jóvenes de entonces ALEJANDRO GARCÍA GONZÁLEZ.

Alejandro nació en la Villa de La Orotava el 17 de junio de 1941 y falleció en la misma Villa el 10 de septiembre del 2024, a los 83 años de edad.

Estudió en los Colegios; La Milagrosa, San Fernando, y Santo Tomas de Aquino, música en la academia de música de la Banda Municipal de La Villa que entonces dirigida el gaditano don José Berenguer Sánchez, dibujo en la academia municipal de dibujos de don José María Perdigón y mecanografía en la Academia de la calle La Hoya – Hermano Apolinar de don Félix Sosa Hernández con el profesor don Eduardo Calzadilla funcionario de la firma de Don Casiano García Feo e Hijos SL.

Se inicia en el mundo de la música y de la canción en la mencionada academia de don Félix Sosa Hernández que tenía una orquesta.

En el mundo profesional, trabaja durante un tiempo en la Ferretería Orotava fundada en el año 1914, en el comercio al por mayor de don Pedro Rodríguez Fariña.

Finalmente comparte trabajo entre las orquestas de baile, agente de seguros y Banco Central del Puerto de la Cruz.

El mundo de la orquesta comienza como componente de la Royal Taoro, en la que eran miembros; Félix Sosa Hernández (piano), Pedro Calzadilla Rocío (Saxo Alto), Francisco Dorta Hernández (Acordeón), Nicolás González (Saxo Tenor), Hermógenes (Batería), y Gregorio.

Continúa con la orquesta Ritz, Bolero, Los Atlánticos. Extiende su música en la Fanfarria “Ritmo Musical” de Los Realejos bajo la dirección de Manuel Plasencia Pérez. Con el grupo The Beguin en el Lago Martiánez, y ya en solitario con su órgano; en el Hotel Concordia Playa, Centro Municipal de Mayores de La Orotava, en el Panorámica Garden y en el Hotel Noelia. 

Contrae matrimonio con la dama María Luisa Afonso Placeres, de Tijoco-Hoya Grande (Adeje) que conoció en una actuación con la orquesta en las verbenas de las fiestas. De cuya unión tuvieron tres hijos; María Sofía, Martín Alejandro y Juan Antonio García Afonso. Tres nietos; Antonio, Alberto y Laura.

Conocí a Alejandro en los bailes de mi juventud en el Liceo Taoro, en el inmueble anterior de la calle San Agustín, cuando hacía su presencia con la orquesta de Los Realejos Los Atlánticos, tocaba el Xilofón y cantaba. Al final de los sesenta y principio de los setenta del siglo XX, participaba con dicha orquesta que dirigía el orotavense Peyo, en la Canción de María Auxiliadora, recordado festival de la canción blanca que se celebraba en el patio central del Colegio de San Isidro de la Villa.

Alejandro a lo largo de su vida destacó por ser una gran persona, amable comunicadora, centrando el esfuerzo además de su profesión por el compromiso de la música y de las orquestas de música ligera.

Su voz fue considerada especialmente de un romántico que enamoraba de todo corazón a todos los jóvenes de la época.

Alejandro espero que persiga con esa energía que te caracterizó por ese paraíso eterno, colmado de fe y misericordia.

Un abrazo amigo hasta siempre.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL


 

UN RESULTADO SIN ARTURO

Fotografía del CD. Puerto Cruz en el histórico encuentro en el Peñón de la liguilla de ascenso a la primera categoría del futbol regional tinerfeño, del domingo 28 de febrero del año 1960, en la que Arturo formó parte (de pie en el centro de la fila).

 

El amigo del Puerto de la Cruz SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces (10/09/2024) estas notas que tituló; “UN RESULTADO SIN ARTURO”: “…En el paseo vespertino de ayer, recomendado por los médicos, aprovechamos para preguntar por el resultado del partido liguero de Puerto Cruz. Ganó 3-1 al Añaza.

Lo que va de ayer a hoy: hubo un tiempo en que vivir el marcador del equipo del pueblo se completaba suministrándolo puntualmente y hasta sorteando dificultades de comunicación a los medios convencionales de entonces. Ahora salimos a enterarnos en la calle veinticuatro horas después.

Lo escribimos hace años, cuando la decadencia del fútbol regional se hacía palpable: los chicos, los últimos aficionados, preguntaban y conocían primero los resultados de la Premiere League inglesa antes que los representativos de sus localidades. Era también una forma de medir la evolución del fútbol: se iban perdiendo progresivamente los valores de competiciones próximas o cercanas, se decía adiós a la rivalidad y al interés por sentir lo que se llevaba dentro y se compartía en plazas, aulas, cafeterías, círculos y ambientes sociales donde ese tema, sin que lo estableciera nadie, tenía un lugar asignado para debatir y compartir. Era, por así decirlo, el tercer tiempo.

Ahora, ya ven, el resultado se posterga en el listado informativo. Algunos hasta bromean porque tienen dificultades para acceder a los medios que, teóricamente, deben informar. Como se ha hecho toda la vida.

Bueno, en el curso del paseo, mientras alegraba la noticia del triunfo portuense, accedimos a otra de cariz más triste: había fallecido Arturo, medio volante “de aquel Puerto Cruz llamado el pequeño Real Madrid” que inmortalizara, en unas célebres décimas, el poeta popular portuense Vicente Yanes.

Arturo, en efecto, formaba parte de una alineación extraordinaria: Tito; Alberto, Galindo, Elfidio; Arturo, Berto; Germán, Soriano, Pagés, Del Pino y Vicente, la que memorizamos después del memorable encuentro con el Juventud Silense, disputado en El Peñón el domingo 28 de febrero de 1960, en pleno domingo de Carnaval, con un lleno extraordinario (algunas crónicas hablan de cinco y seis mil personas) aunque no hay fotos de máscaras ni de gente disfrazada, sí de un risco, privilegiada tribuna, que no se distingue por lo superpoblado que estaba. La actuación arbitral, de Calvo, Almenara y Valle, siempre ha sido cuestionada. De aquella alineación, ya solo viven Tito, Alberto y Elfidio.

Arturo jugaba de medio volante, así se decía entonces. Y también, componente de la línea medular. Lo que uno recuerda eran sus características de futbolista tesonero, aplicado, cubriendo distintas zonas del campo y tapando huecos. También se recuerda su célebre gol (se dice que fue el único que marcó) al Unión Isora, en el campo de la localidad sureña, por donde pasaba la guagua y se interrumpía el juego, anotado desde el medio campo, favorecido por el viento reinante.

Arturo fue un taxista atento y educado. Vivía muy cerca del campo. Cuentan que no guardaron, en su memoria, un minuto de silencio, lo menos que debían en señal de respeto. Despiste o ignorancia, que ya el fútbol regional, el de toda la vida, el más cercano, también se va quedando sin memoria.

Descansa en paz, Arturo. Hasta siempre…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL


 

sábado, 7 de septiembre de 2024

OTAZZO, EN LA ETERNIDAD ARTÍSTICA

El amigo del Puerto de la Cruz SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces (07/09/2024) estas notas que tituló; “OTAZZO, EN LA ETERNIDAD ARTÍSTICA”: “… (Presentación en la tarde-noche de ayer, en la sala Lido, del Puerto de la Cruz, de una exposición del genial pintor orotavense Atonio Otazzo, promovida por la Fundación que lleva su nombre. Leímos el siguiente texto:)

Para afirmar que Antonio Otazzo era un genio, baste echar un vistazo a cualquiera de sus obras aquí expuestas y a las colecciones que hemos ido viendo desde que decidió donar buena parte de su obra.

Le identificaron como el “Dalí de América”. Acertaron.

“Primero estoy yo,

después está el Universo.

Primero está el Arte,

después estoy yo.

Primero están los Misterios

y el más allá.

...¡Ah, no! Pero

primero estás tú

porque sin ti

no hay arte, ni Misterio, ni más allá.

Hoy me despertó un ángel

me miró y me habló.

Solo hoy creo en Dios”.

 

Son versos de su autoría. Esencia de su creatividad pura, deleite poético más allá de los lienzos porque está haciendo confesión de su personalidad, revuelta misteriosamente. Pero hoy, cuando el ángel acude a despertarle, lo dice abiertamente, en primera persona: solo hoy creo en Dios. Se sintió bendecido tras un largo proceso vitalista de formación autodidacta en el que cultivó la música, el dibujo y la pintura. Como tantos otros isleños, encontró en Venezuela la tierra de promisión, donde pudo desarrollar su vida, halló comprensión, después admiración. El artista se la ganó a pulso, con su apego acentuado por las artes plásticas, reflejado en numerosas exposiciones y entregas pictóricas y escultóricas. Aún le quedaba tiempo para ejercer como profesor de guitarra en la escuela de música de la Sociedad de Amigos del Arte de Cagua. Viajó a México en cuya sociedad se integra mientras las autoridades políticas, los expertos y la crítica azteca se rinden a su originalidad.

En el catálogo de su colección titulada “El arte que se comparte”, que pudimos contemplar el año pasado, editado por el vicerrectorado de Cultura y Extensión Universitaria de la Universidad de La Laguna, el profesor Jonás Armas Núñez, doctor en Historia del Arte por esta Universidad, expresa lo que nos sigue pasando a todos, o a la mayoría de muchos de nosotros: Antonio Otazzo sigue siendo un gran desconocido, de ahí que nos apresuremos a ponderar iniciativas como esta convocatoria de la Asociación Cultural que lleva el nombre de Otazzo/La Orotava, válida para contrastar los valores, los poderes y las cualidades del artista, pletórico de la sensibilidad y del pensamiento crítico e intelectual que depositó en sus creaciones.

“Esta exposición es un peldaño más hacia el justo conocimiento y reconocimiento del artista, cuyas obras no dejarán indiferente a sus visitantes”, escribió el profesor Armas Núñez, cuyas frases, por supuesto, siguen vigentes.

Otazzo, por otro lado, habrá sido un emigrante más pero, desde luego, no es un artista cualquiera. Ha atesorado pruebas y obras sobradas que lo certifican. Cuando regresó a su tierra natal, en 1980, tenía que detenerse en Arafo, donde dejó una escultura tributo a su abuelo, Aarón Luis Otazzo Marrero, fundador de la primera banda de música que hermanaba así a los dos pueblos. El testimonio de Luis Perera Luis es revelador y se explica por sí solo:

“Ese día, mi amada madre, Luisa Perera –escribe emocionado- me acompañó para que conociera personalmente a mi padre. Fue la primera vez que lo vi. Estuve todo un mes con él, ayudándole a modelar y montar la escultura. La vena artística ya la sentía en mi interior”.

La evocación no se agota: “Recuerdo –dice- cuando pintamos en mi casa ‘Cristo crucificado’, (uno de sus cuadros más apreciados). Ese día me encontraba en mi estudio pintando un Teide de gran formato. En otra estancia, estaba él, vino a dar conmigo, y me dijo de pintar el Cristo entre los dos. Yo me adapté rápido a su estilo de pintura y disfruté, sobre todo, con los colores”. El resultado inspiró a Luis Perera no una frase sino una auténtica máxima: “La vida es color y sin color no hay vida”.

A propósito, el filósofo y sociólogo Abel Ros ha dejado escrito, con el título Miradas dispersas, que “las últimas tendencias del arte han dejado atrás a la obra clásica”. Es verdad. Ahora, el espectador ya no es aquel turista que se detenía delante de los lienzos en las salas de un museo. La contemplación ha dado paso a la mirada dispersa. Estamos ante un artista que recoge las tesis de Hegel, por ejemplo. El espíritu de la obra muestra las luces y sombras de su tiempo. Existe, por tanto, una función crítica que va más allá del talento de los genios. El arte, sigue Ros, ya no despierta las vísceras del visitante sino su diálogo con la obra. Las instalaciones han sustituido a la pintura. Dentro del minimalismo, el espectador ya no es un ente parado sino alguien que transita, que se mueve, por la sala. Por una sala que recuerda a las fábricas abandonadas. Fábricas de techos altos, paredes blancas y hierros oxidados. En ese entorno, cualquiera interacciona con lo expuesto. Y lo expuesto no es otra cosa que un realismo enmascarado de masilla inteligente.

Las últimas tendencias del arte han dejado atrás a la obra clásica. Ahora, el espectador ya no es aquel turista que se detenía delante de los lienzos en las salas de un museo. La contemplación ha dado paso a la mirada dispersa. Existe, por tanto, una función crítica que va más allá del talento de los genios. El arte ya no despierta las vísceras del visitante sino su diálogo con la obra. Las instalaciones han sustituido a la pintura.

El arte ha perdido el ritual de antaño. Y ese ritual, sin embargo, no se ha perdido en la literatura. Existe, por tanto, la pasividad del lector ante el objeto. Un objeto rectangular que se sujeta con las manos, se mantiene perpendicular a la vista y se contempla de izquierda a derecha. Así, una y otra página, hasta llegar a la última. El lector debe mantener la mirada en la historia. No se parece en nada al urbano que manifiesta cuando sale a la calle. Un urbano disperso, que anda por las avenidas ante los ojos de cientos de rótulos comerciales. Ese alienado, que diría Marx, vive atónito y alejado. Vive con un déficit de atención permanente, que le impide la concentración. En ese espacio, el contemporáneo quiere y no puede salir de su dispersión. Está ocupado con los rituales de su móvil. Consume cientos de titulares que cambian a cada instante. Lee comentarios en redes sociales y vive con decenas de preocupaciones añadidas. En esta tragedia, muere el arte clásico. Muere la adoración y la admiración por el artista.

El artista italiano, Piero Manzoni, conocido por su enfoque irónico respeto al arte conceptual, defendía que cada acto y producto que crea el cuerpo de un artista es una obra de arte en sí, tanto si se elabora un cuadro como sus propios excrementos. El polémico Manzoni, en efecto, criticó a la modernidad. Con su obra "la mierda del artista", una mierda dentro de una lata, quiso reivindicar un arte político y alejado del impresionismo. Un arte que ponga contra las cuerdas a las miserias de la sociedad. Miserias como las que criticaron los revolucionarios del 68 con sus carteles y grafitis. Ese arte, maldita sea, es el que asoma la colita en algunos chiringuitos. Un arte hiriente e inapropiado. Un arte que retrata el dolor por la adversidad. Y un arte que saca a la palestra –en modo de performance e instalaciones- lo que ha sido la lucha feminista, el movimiento obrero y la formalización de los Derechos Humanos. Se pierde el genio. Se pierde la admiración por Van Gogh y todos sus coetáneos. Y se pierde el interés por la técnica en la era de la reproducibilidad. Ahora todo es reproducible. No existe la autenticidad de antaño. ¿Dónde está el aura de la obra?, hay que preguntarse. Cualquiera puede conseguir un facsímil del original. El arte ya no es un asunto de las élites, sino una herramienta del indignado para esculpir su enfado.

Pero llegó el “Dalí de América” y mandó a parar. Aquí hay veintitrés obras para acreditarlo. La suya es una revolución artística como ha quedado de manifiesto en la denominada morada de inigualable residencia turística, ‘by Eden Rentals’, una oportunidad única de vivir en un museo, de alojarse… dentro de una obra de arte. Ahí se contempla todo el esplendor de la creatividad de Otazzo. Su peculiar sentido del arte y sus particulares e inconfundibles estilos de pintura le caracterizaron. Una vez declaró en el diario español ‘El País’ que él era una especie de vidente y alegó que el mismísimo Picasso se le aparecía vestido de pantalón corto y franela blanca, mientras le decía que se convertiría en el mejor pintor del mundo. Entre sus habilidades especiales, también llegó a comentar que una vez sufrió una «hemorragia parapsicológica», donde perdió toda su sangre, pero que no necesitó una transfusión.

La recepción del inmenso legado de Otazzo, cuyo traslado fue gestionado por su nieto Luis Perera y su amigo Luis Alonso, allí, en la sede del Museo Iberoamericano de Artesanía, el enclave elegido, la recepción –decíamos- fue todo un acontecimiento. Unos cuatrocientos cuadros y lienzos, treinta y una esculturas, más de quinientas láminas y bocetos, cerca de mil libros de una biblioteca privada, algunos escritos a mano, y otos objetos personales de valor como una cama de madera tallada con incrustaciones de oro, estaban consignados en el contenedor que transportaba la producción, las pertenencias y lo más personal de un artista sin par que no pudo reprimir su emoción cuando agradeció, mediante videoconferencia, aquella acogida que parte de su pueblo natal le dispensaba.

Algo más que un pintor. Además de su notorio excentricismo expuesto a través de sus pinturas, el artista también se destacó como filósofo, lo que puede notarse claramente por su elaborada y poética forma de escribir en su sitio web. Adicionalmente, Otazzo fue muralista, escultor, y algo que se sale un poco del arte ilustrado: era poeta. No obstante, él alegaba que no era necesariamente poesía, sino “solo un suspiro que exhala en su torbellino creador, un refugio inspirador, un consuelo en su trajinar mientras en su intimidad descansa”, según su sitio web.

Aquella pose en el autorretrato titulado ‘Su Majestad’ acaso condense las peculiaridades que el nieto Luis Perera ha entresacado del arte de su abuelo: “Sentimental, generoso, soñador, sensitivo, lleno de luces y de perfumes”.

Como parte de los actos conmemorativos del septuagésimo aniversario de la declaración del Parque Nacional del Teide, hay una exposición especial suya en la que ofrece su visión única del Teide. Esta serie destaca por su maestría en capturar la majestuosidad, los valores y los paisajes del Teide y de la isla, desde los tonos rojizos del atardecer sobre sus formaciones rocosas y su vegetación especial, como tajinastes y retamas, hasta la representación de su rol como fuente de vida, junto con las inquietudes del artista.

Estamos pues ante otro canario universal, ante un orotavense singular cuyos versos intimistas dejó el pasado mes de julio en el parque Cultural doña Chana:

"Desapareceré, como un perfume en el agua/ como un bálsamo en el aire, ¡pero mi obra queda! / Cual rebelde profeta que no se rindió jamás”.

Una cruel muerte nos arrebató a Otazzo en Venezuela. Se fue la persona pero queda su obra y la Asociación Cultural que lleva su nombre para seguir luchando por disponer de un espacio permanente que permita conocer y difundir la vida y obra de un polifacético universal a quien el crítico venezolano Jorge Ortega dedicó un bello texto que reproducimos parcialmente para terminar. Dice así:

“Cada arruga de su rostro, cada pliegue que adquirió con el vertiginoso paso del tiempo, las manchas en sus manos, aquellas que delineaban los 91 años de un alma engrandecida, excéntrica e irreverente, llena de locuras, de experiencias buenas y malas, de aciertos y desaciertos como a todos nos ocurre, fueron dibujadas y matizadas por el camino que en vida decidió tomar.

Fue así, entre paletas de colores únicos y fantásticos, entre óleos delirantes y acuarelas desafiantes, que un hombre, un artista, deslizó sobre la vida sus sueños, con el ímpetu que enarbolan la locura y la pasión, segregando con euforia aquello que amaba: su arte.

Sus ilusiones, sus pinceles, ya no estamos seguros si empleados como herramientas artísticas o armas de denuncia, enaltecieron su alma y fue el orgullo de las Islas Canarias donde por primera vez vio esa luz que lo acompañaría por siempre. Y le dio orgullo también a esta Venezuela, otrora hermosa y gentil, que lo enamoró y en la que por más de sesenta años vivió feliz sin imaginar que, cansado y llegando al final de su tiempo, su desenlace sería cruel e inmerecido.

Sí, Antonio Otazzo era pintor y no uno cualquiera. Uno talentoso y extraño que decidió ejercer una profesión romántica. Aunque lo hizo diferente, de manera excéntrica, como debe ser, ya que junto a la música, escultura y poesía, que también lo apasionaron, es de las actividades que más tiene que ver con el corazón, el arte de amar y de crear.

Maestro Otazzo, tenía razón cuando afirmó que “el mundo está lleno de maldad” y el culto que a la muerte le tuvo en vida, hoy es parte de su existencia.

Maestro, con vergüenza y tristeza, Venezuela le dice adiós. Se llevará con usted la esencia de la Vía Láctea, la que pintó en el techo de la sala de su casa, en donde permitía que proyectos irreverentes se concretaran sobre lienzos virginales. Se llevará no su piano de cola, sino los acordes que con sus manos no volverán a ser tocados porque el sentimiento que usted les imprimía eran únicos. Con su muerte, la música enmudeció, los colores alegres se vistieron de luto y el arte, hasta que los culpables paguen, quedará con la balanza desnivelada, inclinada hacia el lado del mal como ha estado durante más de veinte años. Pero tenemos la esperanza de que su Bolívar pensante, esa obra que lo llenó de fama y orgullo en una época donde aún existía el respeto y la libertad, logre ver la justicia desde el mutismo de su marco”.

Otazzo, desde luego, se ganó a pulso su puesto en la eternidad artística…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL