Según documentos del Archivo Municipal en la calle de San Sebastián de la
Villa de La Orotava, que contienen la memoria e información de La Orotava. En
este fondo documental, se encontró un expediente referente al proceso de construcción de la capilla del
cementerio de La Villa, para ello se utilizó la portada del templo
perteneciente al destruido Convento de San José de las monjas Clarisas, ubicado
donde hoy está la plaza del Ayuntamiento, cuyo claustro conventual estuvo en
donde hoy se levanta el edificio consistorial y la huerta en la Hijuela del
Jardín Botánico, además poseía un torreón en la esquina de las calles; Home
(Tomás Pérez) y La Carrera, similar al que se conserva en la ciudad de La
Laguna en el convento de las clarisas: “…En 1882, siendo alcalde Don Francisco
Urtusáustegui, se aprueba la construcción de la capilla del cementerio,
destacando su sillería perteneciente al antiguo Convento de San José.
En la sesión del Pleno de 22 de
noviembre de 1883, se da cuenta del proyecto de presupuesto de las obras de
terminación de “la capilla mortuoria
dentro del cementerio de la Villa; y por unanimidad se acordó aprobarlo en
todas sus partes, y que se anuncie inmediatamente la subasta”. Este
presupuesto con un importe total de 1.864 pesetas y 90 céntimos, aparece
estructurado en mampostería y carpintería; estableciéndose en concepto de
mampostería el “Arreglo y
colocación de la sillería de la puerta de la Iglesia del ex convento de monjas
Claras”.
El pliego de condiciones para la
contrata de las obras de terminación de la capilla mortuoria contiene 15
condiciones, señalando que las obras deberán comenzar “dentro de los quince días siguientes a la subasta y terminadas antes
del 30 de abril del año inmediato, bajo pena de la pérdida del depósito si se
hubiese establecido, ó de la multa de igual cantidad en caso contrario”. La
subasta celebrada el 13 de diciembre de 1883 a la 1 de la tarde fue adjudicada
a Don José Martín. Posteriormente, el 21 de junio de 1884, por un importe de
413 pesetas y 12 céntimos, se produce la subasta de la puerta para la capilla
mortuoria, adjudicándose a Nicolás Álvarez. Concluida la obra, es aceptada la
obra por la Comisión de Cementerio y aprobada en la sesión del 7 de julio de
1884 por el Ayuntamiento…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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