Datos biográficos del libro LA PRODIGIOSISIMA IMAGEN DEL SANTÍSIMO
CRISTO A LA COLUMNA (paginas 41 – 42 – 43 – 48 - 54), de los autores; MANUEL
ÁNGEL ALLOZA MORENO Y MANUEL RODRÍGUEZ MESA.
Nació en La Orotava en 1632, y fue bautizado el 5
de octubre de este mismo año en la parroquia matriz de la Concepción. Hijo
primogénito de Benito González de Abreu
Guerra y de María Martín Enríquez, Siendo nieto por línea paterna de
Bartolomé González de Abreu de Catalina
de Guerra, y por la materna de Sebastián Pérez Enríquez y de Isabel Martín
Su madre al enviudar contrajo nuevo matrimonio
con Bartolomé de León, ministro calificado del Santo Oficio, cuyo hijo
primogénito Jerónimo de León fue licenciado en jurisprudencia, abogado de los
Reales Consejos, Alcalde Mayor de la Villa de La Orotava y Teniente Gobernador
de Gran Canaria, entrando en 1710 en posesión de la casa, mayorazgo y patronato
instituido por su hermano Francisco Leonardo. Era primo del padre de Francisco
Leonardo, el conocido poeta fray Andrés de Abreu.
Se desconoce todo lo referente a la infancia de Francisco Leonardo
Guerra, sólo que tempranamente comenzaría a vincularse con la ciudad de Sevilla
en donde "estudió, y se hizo bachiller en el Colegio de Santa María de
Tenes... y recibió en esta Universidad el grado en la facultad de
cánones".
A lo largo de su dilatada vida acumuló cargos y honores, como el de
Teniente de Capellán mayor y Vicario General de los reales ejércitos de su
majestad. Siendo capellán mayor del
tercio de los canarios, incorporado al ejército de Extremadura, tomó parte en
el sitio de Évora (1640) y en los combates de Estremoz de 1663.
Su participación en la defensa del puerto de Santa Cruz de Tenerife
ante el ataque de la escuadra inglesa al mando del almirante Blake, fue muy
importante. Según Espinosa de los Monteros se había tocado a rebato el 30 de
abril de 1657, al tenerse noticias de que una parte de la armada inglesa estaba
frente a Santa Cruz, preparándose tres compañías de infantes "pertrechados
de pólvora y cuerdas y provistas de pan recocido". Nueva defensa se organizó el 25 de mayo, esperando
otro ataque de Blake, con gran despliegue de barcos y el deseo de invadir la
isla. Francisco Leonardo Guerra, como capellán del tercio de las partes de
Taoro, fue de los que ayudó a sepultar en las iglesias de Santa Cruz, a los
marinos fallecidos en la batalla naval y que "después de muchos días de
muertos, salían a tierra corrompidos". Dio pruebas en la lucha de
gran arrojo, recibiendo una herida en la cabeza y dos fracturas en el brazo
derecho, del que quedó impedido para
siempre.
Gracias a su generosa oferta, cien familias de canarios indigentes se
pudieron trasladar a América, corriendo con todos los gastos, por lo que el rey ordenó que en los términos
más expresivos le manifestasen su gratitud, al tiempo que le concedía dos
mercedes de hábito en las Ordenes militares de Santiago y Calatrava.
Consta en el informe de una capellanía de ocho misas rezadas que
instituyó su padre ante Alonso Viera, que en 1679 se encontraba en la ciudad de
Sevilla en donde era Capellán de Nuestra Señora de los Reyes, patrona de la ciudad,
que recibe culto en su capilla real, situada en la cabecera de la catedral.
Por estos años fue también beneficiado de la Villa de Valencina y
"Préstamo" de la de Bollullos del Condado, ambas pertenecientes al
arzobispado de Sevilla, aunque ignoramos por ahora cuando recibió estos
nombramientos y cuantos años disfrutó de ellos .
Diez años más tarde, en 1689, es canónigo dé la catedral de Santa Ana
de Las Palmas de Gran Canaria, y en 1694 asciende a la dignidad de tesorero del
Cabildo Catedralicio.
Francisco Leonardo Guerra, en 1697 se ofrece a terminar el hospital
de Icod de los Vinos, fundar dos capellanías para clérigos que vivirían en
este establecimiento, así como señalar rentas para el sostenimiento de pobres
a cambio de que los vecinos le concedan el patronazgo de la institución.
Alcalde y vecinos estudiaron la propuesta y decididos a aceptar, nombran
representantes para que negocien las condiciones del traspaso. En 1698 por
comisión del obispo Vicuña visita el hospital, nombra mayordomo a su hermano
Jerónimo de León y lo envía a los tribunales para que consiga el pago de deudas
para poder invertir esas rentas en el mantenimiento de los pobres. Tras una
serie de reuniones, los vecinos, ignorando que el rey había adquirido el
derecho de patronato del dicho hospital, renunciaron al mismo en favor de
Francisco Leonardo, que aceptó las condiciones del traspaso, comprometiéndose a
construir enfermerías para hombres y mujeres, así como otras dependencias y su
correspondiente avituallamiento.
Falleció en Icod de los Vinos, este hombre tan singular por los
importantes cargos eclesiásticos que desempeñó, siendo también Juez Subdelegado,
Presidente Apostólico del tribunal de la Santa Cruzada y Capellán de Honor de
S.M. el rey Carlos II. Cumpliendo sus deseos está sepultado en la iglesia del
hospital, cubriendo su sepultura una lápida con su escudo de armas.
En la pared del lado del evangelio y junto a la puerta de acceso al
claustro del hospital, está colgado un gran cuadro en el que aparece retratado.
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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