Fotografía que me remitió
entonces (28/12/2019), el amigo de mi calle el Calvario de la Villa de La
Orotava; José Rodríguez Maza (Librería El Viajante).
Juntos dos futboleros: Julio
Santaella Benítez (Colo) Real Unión de Tenerife, CD. Tenerife Real Betis Balompié
y Atlético Madrid y José Antonio Rodríguez Reyes (Reyes), Infantil Águila
Tinerfeña, Juvenil Plus Ultra, UD, Orotava y UD. Realejos.
El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS
remitió entonces (28/12/2019) estas notas que tituló; “EL
ÚLTIMO CAFÉ”:
“…Pensar que hace una semana, tan solo una semana,
tomamos café en su despacho del edificio Olimpia, asomándonos a la plaza del
Charco. Noticia de la salud quebrantada de Adelardo, compañero de tantas
hazañas y de tantos sinsabores de rojiblanco. Ese fue el hilo conductor de los
recuerdos de siempre: de Luis Aragonés, de Martínez y su sueño eterno
anticipado, de Reina y el gol del Bayern casi desde medio campo, del 'Toto
Lorenzo', de Jorge Griffa, de don Vicente... hasta llegar a Caracas, donde
aguardaba el leal Manolo Torres, paisano cónsul eterno de la amistad, para
conocer la capital venezolana. Y los más cercanos: don Augusto, su empeño en
acabar los estudios “y que luego juegue con el que le dé la gana”, sus
hermanas, la casa de San Telmo, las movidas con Juan 'el marqués de Ríos', las
partidas de dominó, “contar antes de jugar para cerrar”, las gestiones ante la
Administración... Hasta el voto personal en un domingo de elecciones: “Si mi
padre se entera...”. Una colección, de verdad: nos quedamos cortos.
Pensar que nos confió la
redacción y la presentación de su libro autobiográfico. Aquella pregunta de un
memorable programa en Radio Popular de Tenerife: “¿Duermes tranquilo, Colo?”,
cuando presidía el Club Deportivo Tenerife. Antes, defendió sus colores que
vistió después de jugar en el Real Unión de Tenerife, siempre pendiente de Luis
Guiance Abreu. Después, el salto al Betis y el triple traspaso al Atlético de
Madrid de Calderón, junto a Aragonés y Martínez, compañero de habitación
aquella infausta noche. La internacionalidad, única frustración de una
sobresaliente trayectoria futbolística. Cuando las penurias económicas
acechaban, palideció su presidencia y se quedó tocando con los dedos el ascenso
de categoría.
Colo, por Julio Santaella Benítez (Vereda Libros), título de
aquel volumen, decía ayer adiós inesperadamente. Ante todo, nos dejó una buena
persona, cabal y responsable, especialmente en momentos de zozobra familiar y empresarial.
Puede que la vida no le tratara con estricta justicia pero él, como defensor
rocoso, supo sobreponerse a las lesiones y las adversidades. Ayer, no pudo con
el Gento 'cardíaco', con quien tantos duelos protagonizó.
Al menos, querido Colo, dio tiempo
a entregarle a Juan Cruz Ruiz el libro que le dedicaste. Ahora te conocerá en
sus páginas. Uno se quedará con la pena y el último café…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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