Fotografía de la izquierda, General
Berenguer Pisone, debutando en la Banda Municipal de La Villa de La Orotava, al
mediado de los años cuarenta del siglo XX, que dirigía y era titular su padre
don José Berenguer Sánchez.
La de la derecha, está tomada en Rota
(Cádiz).
Nació en Rota en la calle Pérez de Bedoya N°. 6 el 14 de noviembre de 1933.
Y falleció en la misma ciudad el siete de Enero de 2022, a los 88 años de edad.
A la edad de doce años (1945) su familia tuvo que desplazarse a La Orotava,
una Villa de la isla de Tenerife, ya que su padre fue destinado allí como
director de la Banda Municipal de Música. Después de innumerables peticiones
que le hizo a su padre, ingresó en la Academia de Solfeo de la citada Banda,
debutando en la misma dos años después (tenía entonces 14.años), tocando el
clarinete - requinto. Transcurridos unos meses, pasó al clarinete -
soprano, pues sus dedos habían crecido y ya podía tapar correctamente sus
orificios o pabellones digitales. Debido a los conocimientos adquiridos,
colaboró con su padre en las clases de solfeo, copiando papeles (entonces no
existían fotocopiadoras ni ordenadores) e, incluso, ayudaba en sus funciones al
archivero.
A petición de su padre estudia violín cursando cinco de los ocho cursos de
que constaba la carrera completa, ya que en La Orotava no había un profesorado
titulado en violín que le pudiera enseñar los cursos superiores de este
instrumento. También llegó a tocar el saxofón alto. Permaneciendo en la banda
municipal de La Orotava hasta que la administración, por cuestiones económicas,
decretó su disolución en el año 1955, pasando su padre a la situación de
excedente forzoso.
Desde que llegó la familia Berenguer a La Orotava, sus pensamientos
estuvieron siempre en ése rinconcito tan maravilloso del sur de Andalucía, en
Rota. Nunca pensaron quedarse en las "islas afortunadas", a pesar de
sus maravillas y de su incomparable clima.
Regresando a Rota en el año 1955. Poco después ingresó en la Caja de
Reclutamiento de Tenerife, por lo que se ve obligado a regresar nuevamente a la
isla para cumplir con el servicio militar, concretamente en el Regimiento San
Carlos Nº 49 de la capital. En aquel tiempo España tenía problemas en el Sahara
y en Aiún, y el reemplazo de 1957 que tenía que ir a dichos territorios se
queda en la isla para hacer el periodo de instrucción en el campamento de Hoya
Fría. Al haber solicitado su ingreso en la Banda de Música del Regimiento y
gracias a sus estudios musicales, los mandos superiores le pidieron que
organizase una banda de cornetas y tambores (con el reemplazo que se quedaría
en la capital y que estaba realizando el campamento en La Orotava),
consiguiéndolo con éxito, por lo que fue felicitado por sus superiores. Aquí
recibe el grado de cabo corneta, causando ciertas bromas entre los generales y
oficiales de Capitanía. “¿Cómo un "general" podía ser cabo? ¡Y
además corneta!..." Esto le sirvió para tener ciertos privilegios, ya
que fue nombrado como encargado de la sección de cartografía, que le permitió
disponer de tiempo para dedicárselo a dibujos artísticos, consiguiendo el
primer premio en el certamen que se organizó en el regimiento. En esta época
también participó con los últimos componentes de la banda que había dirigido
años antes su padre, en las fiestas de la Orotava.
Cumplido el servicio militar, regreso a Rota, donde continuo desarrollando
sus conocimientos musicales y organizo tres bandas de cornetas y tambores; -
Colegio Salesianos, Frente de Juventudes y Municipal.
En la primavera de 1960, siendo alcalde D. Antonio García de Quirós, fue
requerido para organizar la Academia Municipal de Música, con la idea de formar,
posteriormente una banda de música. La academia estaba situada en la planta
baja de las actuales oficinas técnicas municipales. Su primera labor fue
reparar los instrumentos que quedaban de la primitiva banda. Estuvieron
abandonados sabe Dios dónde, pues estaban en, muy malas condiciones y las
reparaciones fueron muy laboriosas. Gracias a los dos primeros alumnos de la
academia, don Manuel Gutiérrez y don José Antonio Castellano lograron ponerlos
en funcionamiento, ellos los limpiaban y General Berenguer los reparaba.
Por esas fechas sus padres habían regresado a Tenerife para visitar a sus
tres hermanos que residían allí. A su regreso, le pedió a su padre don José
Berenguer Sánchez que le ayudara en las clases, cosa que consiguió después de
unos ruegos. Su ayuda fue fundamental, pues el elevado número de alumnos hacía
el trabajo poco menos que imposible para una sola persona, además, los
conocimientos de su padre eran superiores a los suyos. Debido a esto y como
hijo, le "entregó a su padre la batuta", llevando él la dirección,
aunque General Berenguer era el titular de la academia.
Todo transcurrió maravillosamente y la labor de su padre fue inmejorable.
Viendo el delegado (don Rafael Palomeque) la buena marcha de la academia, le
pidió que realizaran una actuación para demostrar los resultados del trabajo.
La primera actuación fue tocar en la procesión del Corpus Christis del año
1961. La actuación y el pasacalle anterior fueron maravillosos. Para este
debut, su padre don José Berenguer Sánchez compuso expresamente dos marchas
procesionales J.H.S. Y Clavel Mariano, siendo felicitados por
la Corporación Municipal.
Padre e hijo sabían que al hacer la primera actuación les exigirían más.
Dieron conciertos en la época estival y participaron en todas las fiestas
locales. El trabajo de su padre no consistía ya en dar clases, sino que debido
a las exigencias del Ayuntamiento, se vio obligado a ir formando un archivo, ya
que de la anterior banda (que había sido dirigida por él hasta 1943) no había
quedado absolutamente nada.
En el año 1962 se rodó en Rota una película, co - producida por RTVE y por
la Televisión Francesa, titulada Castillos en la arena, en cuya filmación
participó la banda durante cuatro días, recibiendo felicitaciones del
Ministerio de Cultura y del Director de RTVE. En ese año y siguientes también
participaron en la coronación de la Reina del Carnaval de Cádiz, siendo las
nietas del anterior Jefe del Estado. Todo esto hizo que la Banda tomara gran
popularidad en toda la provincia gaditana, y las actuaciones se fueron
incrementando.
En el año 1963, don General Berenguer Pisone por estar su esposa María
Candelaria Villar Sacramento enferma, tuvo que volver a La Orotava (de donde
ella era natural, familia “Villar”) y se vio obligado a dejar la dirección de
Academia y Banda a su padre. Al día siguiente de llegar a la Villa tinerfeña,
un directivo de la banda de La Orotava le ofreció la dirección de la academia
de música de la Banda de la Agrupación Musical Orotava, lógicamente lo aceptó,
y, además formó parte de esta otra magnífica banda entonces dirigía don José
Tesifón Jiménez, por segunda vez, como clarinete principal, copista, reparador
de los instrumentos y subdirector. También colaboró con otras bandas de la isla
como instrumentista. Una vez recuperada de salud su señora, regresan a Rota en
el año 1964 y se hace cargo nuevamente de la dirección de academia y banda de
música, aunque por un corto espacio de tiempo, debidos a unos incumplimientos
por parte del Ayuntamiento hicieron que abandonara definitivamente la
dirección. Al ser su padre mayor, le pidió al delegado de la banda don Miguel
Navarro, que buscase un sustituto, siendo éste don Enrique Galán.
Por la prensa de Santa Cruz de Tenerife se enteró en un artículo publicado
en el periódico EL DIA, en el cual hablaba de sus colaboraciones con la Banda
de la Agrupación Musical de La Orotava, que la junta directiva de dicha banda
tenía el recto de nombrarle director de la misma. Pero la petición
del gaditano Sr. Galán le hace volver a la banda de Rota como clarinete
principal y desinteresadamente ayudaba a impartir clases de instrumento y
solfeo. Posteriormente fue nombrado subdirector por los componentes de la
banda, cosa que no agradó mucho al director. Debido a la polémica que éste creó
a su alrededor abandonó inmediatamente la banda.
En el año 1983 el Ayuntamiento le pide que se haga cargo de la Academia
Municipal de Solfeo, impartiendo clases hasta el 14 de Noviembre de 1998, día
de su jubilación. Durante esta última época impartió clases a cientos de
alumnos de todas las edades (desde cuatro años hasta jubilados) a los que
presentaba a los exámenes extraordinarios de los diferentes Conservatorios de
la Provincia año tras año. Las brillantísimas calificaciones obtenidas hicieron
que la Academia Municipal de Solfeo tuviera gran repercusión en la prensa de la
provincia gaditana. También le ofrecieron impartir clases en Arcos de la
Frontera. Muchos de estos alumnos se han convertido en docentes o se encuentran
desarrollando su labor en entidades culturales.
Fueron 45 años dedicados a la enseñanza de la música. Después de tantos
años, han pasado por su atril miles de alumnos, a los cuales les ha tratado
correctamente y con todo su cariño musicalmente hablando.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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