El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS,
remitió entonces (14/02/2024), estas notas que tituló; “NICOLÁS GONZÁLEZ LEMUS,
UN RESUELTO HISTORIADOR”: “…Los mensajes se
extendieron vertiginosamente: nos dejó el historiador y profesor orotavense
Nicolás González Lemus, a quien conocimos cuando jugaba al fútbol en infantiles
–el Santo Tomás, creemos recordar en El Peñón- entonces un delantero correoso y
valiente, después un inquieto ciudadano que desde La Orotava, su villa natal,
proyectaba afanes intelectuales, ganas de lucha por la igualdad y el progreso.
Nicolás fue eso, un
luchador silencioso e incansable, pendiente de sus iniciativas, resuelto e
incansable emprendedor, colaborador de causas nobles y alineado con quienes se
esmeraron para superar injusticias y plasmar avances sociales.
Nico perteneció a
esa generación de jóvenes villeros inconformistas que lucharon con denuedo
sabiendo que la cultura era indispensable para cambiar las cosas. El rigor fue
la divisa de su valiosa aportación historicista, registrada en
numerosos estudios y atractivas publicaciones. Con él nos acercamos a Agatha
Christie, a The Beatles, a la Villa Arriba y a la historia del turismo en el
Puerto de la Cruz que trató, por cierto, en un sustancioso libro escrito junto
a otro villero ilustre, Isidoro Sánchez García, y al memorialista portuense
Melecio Hernández Pérez.
Tuvimos oportunidad
de presentar y prologar algunas de sus obras y de seguirle, en directo, en
muchas intervenciones que reflejaron siempre rigor y conocimiento. “El suyo fue
un trabajo de precisión”, como escribimos en cierta oportunidad, cuando vio la
luz su libro dedicado a la estancia en Canarias de Agatha Christie. Nicolás
entendió que la vida es lucha, superación, forja de ideales y aportación
constructiva a la colectividad.
Fuimos testigos del
afecto que la gente de su barrio, la Villa Arriba, el Farrobo, le dispensó
cuando presentamos la edición que dedicó a aquel núcleo al que dedicó tantos
afanes.
“Creo que no hay
mejor forma de contar algo que haberlo vivido”, dice el autor de forma que
invita a los lectores a cruzar la calle Pescote y a añorar otras
localizaciones, episodios, tradiciones y personajes. Es natural que Nicolás
diga que ésta es una crónica muy personal, en la que exalta el carácter
familiar de la vida callejera y en la que resalta la “fraternidad vecinal”,
independientemente del sustrato ideológico, cultural, religioso o social de los
residentes.
Aquel día, el
profesor González Lemus Nicolás, con aquel libro, saldaba la deuda con el
barrio. Es una manera de decir. Es probable que más de un amigo o vecino
compañero le pidieran, en cualquier ocasión, que lo escribiera. Cuando la
manivela de la memoria echó a andar, todo fue cuestión de rescatar, de
contrastar, de verificar y de comprobar que allí había algo más que fundamentos
para una aportación bibliográfica, con la que se mitiga un vacío.
Gracias, Nico, por
tu trabajo, por tu compromiso activo y por tu aportación. Te recordaremos
siempre…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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