domingo, 27 de mayo de 2018

EL VALLE ANTE UNA CRISIS


Fotografía referente al año 1918, de la histórica diligencia que realizaba sus servicios en el Valle de la Orotava.

El amigo de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ. Graduado en Historia por la Universidad de la Laguna, remitió entonces (27/05/2018), estas notas que tituló; “EL VALLE ANTE UNA CRISIS”.
Publicado en LA OPINIÓN DE TENERIFE, el 26 de mayo de 2018: “…El periódico Diario de Tenerife, en su edición del 5 de febrero de 1917, disponible para su consulta en el portal Jable de la ULPGC y en los fondos de la ULL, las islas atravesaban serias dificultades, especialmente ante la notable carestía de alimentos. De esa forma, centraremos el siguiente artículo en el análisis de algunos problemas abiertos durante esos momentos en el Valle de La Orotava y las decisiones que se tomaron para intentar solucionar el problema de la crisis económica.
El acto sería presidido por el alcalde de La Orotava, Agustín Hernández, destacando la asistencia de numerosas autoridades como los alcaldes del Puerto de la Cruz, Realejo Bajo, Realejo Alto y San Juan de la Rambla; los presidentes de la Cámara Agrícola, del Sindicato Agrícola del Norte de Tenerife, de la “Naviera de Tenerife”, del Casino de La Orotava, del Liceo Taoro, del Círculo Cervantes, Casino del Realejo Alto, Casino del Puerto de la Cruz, Sociedad Iriarte, Sociedad El Recreo, Sociedades de aguas El Barbuzano, Las Furnias y La Fuente. También contaría el acto con los concejales del Ayuntamiento de La Orotava, representantes de diversas casas fruteras así como de los periódicos El Progreso Diario de Tenerife.
El alcalde de La Orotava sería el encargado de iniciar el acto, manifestando la necesidad de buscar entre todos una solución a un problema común. A continuación, tendría la palabra Domingo Salazar y Cólogan, a la sazón representante de la Cámara Oficial Agrícola. Tras agradecer a los allí presentes su asistencia multitudinaria, comenzaría a establecer diversas consideraciones asociadas al estado económico del Valle y la necesidad inmediata de buscar soluciones al problema, calificando tal estado de “momentos verdaderamente críticos”, denunciando públicamente la situación insostenible ante la escasez de transportes y el elevado precio de los fletes.
Durante la reunión desarrollada en la Villa de La Orotava para tratar la crisis de 1917, también se tendría presente la alta tasa de los productos importados y sus efectos, aunque no se lograrían explicar los motivos derivados del gravamen en los artículos del país.
Además, el representante de la Cámara Oficial Agrícola recordaría la oportunidad de dirigir al Gobierno la necesidad de actuar en pro de las obras públicas, para dar trabajo a múltiples obreros y garantizar el sustento de muchas familias.
En su relación también ocuparía especial atención la carretera que desde el Barranco de las Arenas transcurría por el Jardín Botánico hasta terminar en el Puerto de la Cruz. Un ejemplo que no dudaría en afirmar como “un caso típico de la administración española”, en atención a la demora en su finalización durante un periodo superior a los 20 o 30 años, como consecuencia de “haberse estancado el expediente”, uniéndose a esa circunstancia los obstáculos que aparecieron a lo largo de su desarrollo para los particulares y la urgencia de examinar tal expediente con la esperanza de “encontrar una mano piadosa que lo desempolve”.
Por último, tendría la palabra Sebastián Castro Díaz, anotando algunas impresiones respecto al torpedeamiento al vapor “Punta Teno” y otras cuestiones de carácter internacional.
Las conclusiones, estructuradas en diez puntos, determinarían solicitar al Gobierno la finalización de la mencionada carretera al Puerto de la Cruz, al igual que la carretera del Pinito a Los Realejos, la vía entre La Orotava a Vilaflor y el enlace desde Los Realejos a La Guancha.
Por otra parte, no se olvidarían de establecer la necesidad de facilitar el tráfico desde La Orotava a Buenavista a través de San Juan de la Rambla, aumentar las conexiones entre la Península y Canarias, solicitar la rebaja de los transportes ferroviarios de la Península, la imposición de una tasa –a través de la Junta Provincial– para los artículos de primera necesidad, la búsqueda del dinero necesario para la reparación del histórico templo del Realejo Alto y, por último, la elevación de diversas protestas ante el ya citado e injustificado ataque al vapor “Punta Teno”…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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