domingo, 20 de mayo de 2018

UN ACTO EDUCATIVO EN LOS REALEJOS


Edificio donde estuvo emplazado en histórico colegio de San Agustín de la Villa de Los Realejos (Bajo).
Es una construcción del siglo XVIII ubicada en la calle La Alhóndiga, en el casco del Realejo Bajo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

El amigo de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ. Graduado en Historia por la Universidad de la Laguna, remitió entonces (20/05/2018) estas notas que tituló; “UN ACTO EDUCATIVO EN LOS REALEJOS”.
Publicadas en La Opinión de Tenerife el sábado 19 de Mayo de 2018: …Bajo el título “Una Fiesta Escolar”, el semanario pedagógico Eco del Magisterio Canario, en su edición del 22 de noviembre de 1920, disponible para su consulta en el portal Jable de la ULPGC y los fondos hemerográficos de la ULL, describe, en primer lugar, toda una serie de actos festivos en las instalaciones de la escuela de niñas del núcleo realejero de Icod el Alto.
El acto contaría con la asistencia del alcalde, Domingo Albelo; el párroco, el teniente de alcalde de Icod el Alto, Manuel Rosado; el padre superior del Corazón de María; el maestro nacional, Pedro Albelo; los maestros nacionales de Icod el Alto, María Ramos y José Hernández, así como otros individuos relacionados con la educación.
Asistieron numerosas familias de ambos Realejos, especialmente del núcleo de Icod el Alto, encargándose de la parte musical “La Filarmónica”, deleitando a los presentes con selectas piezas.
El alcalde tomaría en primer lugar la palabra, disculpándose ante los presentes por retrasar una celebración cuyo origen debió coincidir con la inauguración del centro educativo.
Tras su intervención, tomaría la palabra el párroco, Manuel Hernández Reyes. Expondría su agradecimiento como autoridad eclesiástica al observar el funcionamiento de un espacio destinado a la educación, procediendo a explicar sus ventajas para la sociedad. Sin embargo, se lamentó de que “todos los habitantes de Icod el Alto no estuviesen allí reunidos”, y terminó con frases de encomio y alabanza para la digna maestra señorita Ramos”.
Acto seguido, el padre Antolín trazaría algunas características de la educación y su función, dirigiendo especialmente su intervención ante los padres y madres allí presentes “para que procurasen por todos los medios la asistencia de sus hijos a la escuela, a cuyo centro, dijo, deben ir y respetar como si fuese la Iglesia”.
En tal ceremonia también intervendría Pedro Albelo, maestro nacional, haciendo diversas consideraciones relacionadas con la educación de la mujer, atacando duramente a aquellos que manifestaban su opinión contraria.
Aportaría ejemplos relacionados con la emancipación de la mujer en diferentes países y esferas sociales y no dudaría en transcribir algunas palabras de Concepción Arenal para coincidir con ella que “en la frente de la mujer como en la frente del hombre ha penetrado un rayo de la divina luz”.
Como ejemplo de algunas mujeres ilustres a lo largo de la historia recordaría la labor de María de MolinaIsabel la CatólicaBeatriz GalindoLucía MedranoMaría PachecoSanta Teresa de Jesús, la condesa de BuretaAgustina de Aragón, etcétera.
Por otra parte, el citado maestro nacional se dirigió especialmente a las madres allí presentes anunciando el efecto positivo de tales instituciones sobre las futuras generaciones.
La crónica además describe la escuela de niños, realizando el alcalde la presentación del maestro José Hernández y González. No dudaría en advertir de nuevo a los padres el deber de que sus hijos acudan de forma constante a los centros educativos.
También tomaría la palabra el párroco, describiendo los motivos de la educación “con el fin de corregir los malos actos y las malas palabras que con frecuencia se ven y se oyen de los que son ineducados”.
Acto seguido, el venerable superior de los misioneros del Y.C. de María, anotaría la importancia de la educación para ambos sexos. Asimismo, el maestro Pedro Albelo se encargaría de leer unas poesías escritas por él mismo al efecto, bajo los títulos “La Taberna” y “La Escuela”, siendo también el responsable de leer unas cuartillas enviadas por Dolores Albelo.
Al mismo tiempo, destacaría la importancia para el lugar de contar con un centro educativo para niños y otro para niñas. Para cerrar el acto, el maestro José Hernández y González, manifestaría su agradecimiento por las personas que acudieron hasta el lugar y la responsabilidad de ocupar de la mejor forma posible el cargo concedido.
En definitiva, un testimonio que nos sitúa ante una mejora de la educación en el núcleo realejero durante las primeras décadas del pasado siglo…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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