Fotografía que remitió entonces (2015) mi amiga de
La Villa de La Orotava; MONTSE QUINTERO correspondiente a “LA AVENIDA”, que fue precisamente el nombre que se le
dio simbólicamente a la ampliación del emblemático y estrecho callejón
que conducía la calle El Calvario con la Sidrona - Los Cuartos en la
Villa de La Orotava.
Esta ampliación contó con dos tramos muy diferenciados que evolucionaron en
dos décadas la vida mercantil y comercial. El primero tuvo su denominación en
el momento de la inauguración en el año 1955 del político español José Antonio
(sustituido últimamente por Avenida Canarias). El segundo lleva el nombre del
sevillano doctor afincado en la villa Emilio Luque Moreno.
Hablar de lugares, e instituciones de antaño, es evidente, tiempos
pasados fueron más familiares en todos los sentidos, las familias se comunicaban
desde los patios desde las azoteas y desde las ventanas de sus casas. Además
nunca faltaba la comida porque el comer en casa del vecino era innegable.
Este iconográfico rincón villero, original callejón conocido, por Avenida
Canarias (anterior Avenida José Antonio) - doctor Luque Moreno. Tenía su
estirpe, en el naciente del mencionado recoveco, por donde se pasaba a la
hacienda de la Sidrona. Después de hacerse la carretera del Pinito, carretera
conocida por “Las Cañadas”.
Este acogedor camino se convirtió en él más corto entre la nueva carretera
y la calle El Calvario. Allí destacaron los bares - taberna “MARTÍN TRAVIESO”
Y “LA ACADEMIA”.
Todo empezó al principio de los años cincuenta, se proyectó transformar el
camino en amplia vía que sirviera de eje para la expansión urbana. Se fueron
demoliendo pequeñas edificaciones y comenzó la edificación de los inmuebles que
actualmente la configuran.
Hecho el primer tramo, en el segundo se instalaron viviendas unipersonales
tipo chalet, cuyo propietario conocidos,
cito a continuación: don Miguel Acosta, don Emilio Luque Moreno, don Gil
Méndez Bencomo y don Ignacio Zarate, aunque al final del camino se habían
construido por los años diez, la mansión de la familia Suarez “Villa Remedio”
que conocemos actualmente por “Casa de Doña Chana”, y el colegio de la Milagrosa.
Por la década de los cincuenta (finales), sesenta, setenta y ochenta se
construyen edificios de locuras de hasta ocho y más plantas, cambiándose la
zona que se proyectó en principio como residencial, a una zona comercial -
administrativa totalmente cerrada.
Esta
panorámica está tomada como antesala de la inauguración en el año 1955.
Aun
las aceras sin terminar, los edificios muchos en construcción, como los de la
izquierda; familias “Fariña”, “Martín Travieso”. Los de la derecha; familia
“Barona” y la recordada “Academia” de la familia “Quintero - Santos”.
Al
final a la izquierda se ve la histórica Araucaria (aún en pie), los chalets de
familias; Acosta Ascanio y Luque Hernández. Posteriormente podemos observar una
casita que tuvo frente a la desaparecida e inolvidable “Calera” de don Antonio
Hernández de Las Tapias, que vivieron mis padres Juan Álvarez Díaz y María del
Carmen Abréu González recién casados en el año 1932. Naciendo en ella mí
hermana Lola (1935). Ulterior vivieron las familias orotavenses; Muñoz –
Quintero y González Casanova - Domínguez, derrumbándose para fabricar el
chalets del doctor don Gil Méndez Bencomo. Le sigue la finca que se conocía por
“Finca Ramón”, medianero de la misma, que vivió detrás de dicha casita en unos
cuartos o cobertizos (probablemente viviese la casita entre mis padres y las
familias que menciono). La finca era propiedad de don Fernando Hernández Pérez,
que se la vendió a don Francisco Díaz de la Cruz Santa (Los Realejos), abuelo
materno de mi mujer Antonia María González de Chaves y Díaz.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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