miércoles, 16 de agosto de 2017

MAREA ALTA EN LA SOGA



MI amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELÍAN, “ESPECTADOR”, entonces (26/08/2012) remitió estas notas: “…Parece que estás hablando de la caseta de la casa azul, Villa Arriba. La nuestra. Era de los colores colchoneros que tú mencionas de la tuya. La nuestra estuvo  en Martiánez desde los años cuarenta hasta bien entrados los cincuenta. La caseta se guardaba cada mediodía, después del baño veraniego de la mañana (el baño de tarde era más popular), en la trastienda de uno de los dos bares de la playa. Pero alguna vez, por dejadez nuestra, la caseta ‘durmió’  por la noche, solitaria en plena playa…y nadie, ningún extraño,  la tocaba ni robaba nada……
…….¡¡¡Eran otros tiempos¡¡¡ Ya en sus últimos años de uso, 1957 aprox. unos jovencitos  descarriados de la villa, de la pandilla juvenil del liceo viejo, que acababan de bañarse, intentaron vestirse en la caseta…  pero… ya era tarde y podíamos perder la guagua, que pasaba por la playa en verano por el mismo precio. Y entonces, Isidro F. M. arrancó deprisa el palo principal vertical de la caseta (con los colores de su equipo de siempre, el atlético Madrid) y corrió por la playa como si fuera un palio o estandarte gigante (‘lábaro’, lo llamaban en los cantares los curas salesianos), y aquellos golfetes, nuestros queridos amigos, jóvenes liceísticos villeros, corrieron detrás a medio vestir con el culo al aire…
………¡Qué espectáculo¡¡¡ en caseta se mudaban la ropa las chicas de Suárez (su residencia privada sigue estando  todavía en la Orotava, carretera de la Torrita, cerca de ‘el recodo’). La mayor, Carmita o Mary Carmen, se casó luego con Enrique Moya, presidente del instituto nacional de industria (INI), del primer gobierno PSOE de Felipe González.  Carmita Suárez tiene una casa de campo antigua, acondicionada, en <el cuchillo>, en una  finca sobre la montaña, junto a la autovía, término de los Realejos, camino de san Juan de la Rambla.  Allí se reunían a veces los jerifaltes del PSOE, años 80, entre ellos, Miguel Boyer, hoy enfermo, esposo de la guapa de porcelanosa, Isabelita…parte de las viandas (la carne) se la servía el amigo Domingo Ojeda. Nosotros avanzábamos mar adentro sobre el muro del charco de la Soga y nos tirábamos casi siempre <hacia la izquierda>, o sea, por el lado del risco. Muy pocas veces nos tirábamos <a la derecha>, lado de la playa coronada por ‘la fuga’ o acantilado. <La derecha>, en este caso, era mucho más arriesgada… y también iba a la Soga de Martiánez y hasta el risco, la bella Inmaculada l., que en aquel tiempo poseía un ‘body’ como el de una joven Sophia Loren.
Si Inmaculada subía al risco del charco de la soga, los más jovencitos procurábamos escalar la ‘pericosa’, por encima de ella, por ver si se veía algo exuberante…
la vida¡¡¡ el Dios <Eros> ¡¡¡la adolescencia¡¡¡ y, con menos de un metro de agua, nos lanzábamos desde la punta, desde la ‘pericosa’, del risco del charco de la soga, al agua. Una vez, en ese ejercicio arriesgado, Antonio Hilario se tiró al agua desde la punta del risco, con menos de un metro de profundidad, y se hizo una herida en la cabeza. Años más tarde, como todos sabemos, después de jugar en el Independiente CB., 1955,  Antonio Hilario se apuntó a paracaidista en Sidi Ifni…ahora, año 2012,  es coronel retirado. Pedro M. M. era un maestro en ese tipo de lanzamientos  con poca agua, de mucho más riesgo que los de una olimpiada…él aprendió a nadar desde pequeño, en Martiánez, y  año 2012,  suele ir a una playa del sur de Tenerife, pero nunca, nunca, lo verás nadando donde no hace pie… ……¡¡¡hombre precavido vale por dos¡¡¡ un abrazo,  Bruno Juan…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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