El
amigo del Puerto de la Cruz; AGUSTÍN ARMAS HERNÁNDEZ, remitió entonces (01/05/2019)
estas notas que tituló: “PRIMAVERA
Y LA FIESTA DE LA CRUZ”: “…Los años, como sabemos, son ciclos,
lapsos de tiempos que se empiezan a contar el 1 de Enero y terminan en 31 de
Diciembre. De trescientos sesenta y cinco días consta el año, o si lo prefieren
de 52 semanas, o también de 12 meses.
Para
quien tenga necesariamente que esperar un año, o sea, 365 días la vuelta, otra
vez, de una fecha determinada, que le es grata y le hace feliz, de seguro que
si la va contando día a día, la llegada de la misma le resultará interminable.
Existen
personas -entre ellas me cuento yo- que autosugestionándose
preferimos pensar el año, no en días sino en meses, pues de esta forma el
tiempo de espera, no nos resulta tan angustioso y por ende más llevadero. ¿Qué
les parece a ustedes? Infinidad de motivos pueden haber para desear que llegue
un día o una fecha emotiva, como por ejemplo: la llegada de algún familiar, la
fiesta de nuestro pueblo, (aunque en el mío hay tantas… ¡pero qué fiestas!) el
recibir alguna renta etc. Pues bien, llegó La Primavera. Doce meses han pasado
desde la última disfrutada. Apareció abril y con este mes el surgir de flores,
sol, luz. ¿A quién no le alegra La Primavera? Transcurriendo despacio va él
dicho mes, preludio de fiestas, de alegría. Cercano, a las puertas sentimos ya
el florido mayo, nos llega en el recuerdo, olor a flores, pólvora, incienso,
Liturgia, etc. Todo ello ofrecido por los fieles en holocausto
a las imágenes de su devoción. A mayo se le conoce como el mes de las flores;
por ser tan bonito la iglesia católica se lo dedica a la Virgen María.
Comienzan
las fiestas a partir del 3 de Mayo, día de la Cruz. Son tres, de los
principales pueblos de nuestra isla, los que llevan el nombre simbólico del
Santo Madero: nuestra capital (Santa Cruz de Tenerife), la ciudad turística (
el Puerto de la Cruz ) y la Cruz Santa. Son éstos, pueblos y ciudades los que
con su influjo repercutido encienden la fe a otros del entorno, uniéndoseles,
como bien es sabido, a los que llevan el nombre de la Cruz. La ciudad de La
Laguna y Los Realejos, entre otros son los que cierran sus puertas al comercio
para unirse a los anteriormente aludidos, tanto en los festejos populares como
en los actos litúrgicos.
Las
fiestas del 3 de mayo tanto en Santa Cruz como en el Puerto de la Cruz no se
celebran con el entusiasmo y esplendor de otros tiempos. ¿Por qué?, ¿ será por
los carnavales? Bueno, de todas formas no ha de extrañarnos, ¡he oído decir,
que hasta querían cambiar el nombre a Santa Cruz! Sin embargo, es en El Realejo
Alto donde cada año toma más fuerza y popularidad la fiesta en honor al Santo
Madero, muchos miles de Euros gastan los realejeros en fuegos artificiales en
ofrenda al símbolo de los cristianos, La Cruz.
¿Pero
que quiere el Señor de nosotros? Que obremos el bien y practiquemos la justicia
y el amor al prójimo. No basta con celebrar las fiestas, hace falta un corazón
recto y una vida intachable. Entonces Dios vivirá entre nosotros.
LA
PRIMAVERA HA LLEGADO
¡Primavera!
somnolienta has llegado,
Despiertas
fuerte como enamorado,
Por
fin vino lo largamente esperado,
Surgen
flores rápido a nuestro lado.
Primavera
que alegras el alma,
Chorros
de luz que bajan de lo alto,
Noches
de luna clara y en calma,
Palpitar
de estrellas y encanto.
El
sol a raudal por todos lados
Niños
que corren, ríen o sentados,
Abrense
balcones, puertas, ventanas
Perfumas
el aire por las mañanas.
¡Primavera!
¿Qué das, que nos cambias?
Donadora
de vida, de ensueños…
Embrujas,
seduces y hasta embriagas.
¡Primavera!,
eres la siempre bien llegada…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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