Fotografía: Colección particular tomada
de mi cámara.
El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS,
remitió entonces (06/06/2021), estas notas que tituló; “EL PENÚLTIMO MENSAJE DE
OSMAN”: “…Veintisiete obras, de gran formato,
distribuidas de forma atinada en tres salas, de modo que puedan ser
contrastadas y diferenciadas, guiadas por la luz que capta sin igual para cada
una de sus atmósferas, cuelga Mohamed Osman en el Liceo Taoro, de La Orotava.
Y
es que las formas vuelven a ser relevantes para el pintor egipcio que reaparece
en su escenario preferido con los motivos siempre atrayentes. Se ha cuidado de
exponer allí donde la combinación paisajística, simbólica y costumbrista se
plasma en el lienzo con una maestría que se adivina en cada trazo, en cada
rasgo, en cada retoque de la concepción pictórica.
Lo
captó perfectamente en su presentación la profesora Olga María Alegre de la
Rosa, catedrática de la Universidad de La Laguna, doctora en Psicología y
doctora en Periodismo, cuando desarrolló un doble concepto, luz y esperanza,
para interpretar el mensaje recibido del artista. Y es que Osman se aisló
durante la pandemia, aún inacabada, para revitalizar, a través de la pintura,
los valores y sentimientos de la esencia villera, esa que se descubre en cada
manifestación del arte efímero y del cuidado de las costumbres y las
tradiciones, en cada una de las estampas que se desgranan al llegar las fechas
sobresalientes de sus fiestas.
Dijo
la profesora Alegre que el autor se había trazado dos objetivos: uno, “añadir
fuerza, color y luz a algunos de los cuadros de los últimos diez años y que
forman parte de un grupo reservado para un futuro museo”; y dos, “crear una
nueva colección donde se destaca la belleza de nuestro entorno natural
transmitiendo el optimismo y la alegría, que hoy necesitamos más que nunca. Creaciones
nuevas en temas como el Teide, el mar o los paisajes abiertos de naturaleza”.
Del
futuro museo, basado en una escuela o centro museístico donde se formarían y
tendrían salida jóvenes artistas, habló también Antonio Mesa, vicepresidente
del Liceo Taoro en su introducción. La idea está ya en marcha y solo queda
moldearla. Les deja Mohamed Osman las bases de una singular exaltación del
pico, con “un cuadro que invita a pasear hacía la luz del cielo y hacia el
Teide”, como diría la profesora Alegre, describiendo la gran profundidad, la
perspectiva magistral, “sol y sombra que invita a caminar”. Igual de llamativo
era el que, situado a las espaldas de los intervinientes, conducía a través de
los Roques de García, en plenas faldas, admirablemente acabadas, a la
majestuosidad de su figura.
Pero
la presentadora igualmente destacó las “sublimes marinas de la playa de El
Bollullo” y el “dinamismo [de la realejera] playa de El Socorro”. La definición
de Olga Alegre fue exquisita: “ El mar que es también un camino, un camino para
los canarios. Mar que es despensa y esperanza. Atrayentes marinas de
profundidad y emociones. Agua, salitre y espuma. Antes pintó paisajes en
medianías, ahora pinta, además, mar y alturas”.
Luz
y esperanza, pues, en la pintura de Osman. Arte para recobrar el pulso del arte
y para revitalizar el aprecio de un pueblo que lo exalta como en muy pocos
lugares, más allá de los rigores academicistas. Luz reanimadora, esperanza de
seguir descubriéndola y cultivándola. Como la policromía y las líneas que
describen contornos “y que articulan la complejidad de una gran obra de calidad
como la que tenemos ante nosotros”, diría Olga Alegre, entusiasmada antes de
afirmar que “ni Kandinsky logró colores como los del maravilloso Balcón canario presente en esa
sala. Obra valorada por expertos en arte como maestra por los tonos rojizos,
luminismo tamizado, la vidriera del balcón en un impresionante arte figurativo.
Balcón espléndido que, como un verode elevado, contempla la ciudad”.
Si
las cumbres, los acantilados, el costumbrismo, la riqueza patrimonial, la
geografía rural y bucólica conforman una singular producción de Osman, sus
mares de agua y de nubes, sus icónicas palomas, sus romeros en danza, el paso
armonioso de las carretas... se convierten en elementos que vigorizan su
pintura.
La
profesora Alegre le pidió, finalmente, al artista que hablara. Lo hace, con un
lenguaje que cautiva, desde sus cuadros que son expresión de su formidable
creatividad...”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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