El amigo de la Villa de La Orotava ISIDRO
FUENTES MELIÁN “MÉDICO” remitió entonces (13/04/2025) estas notas y fotografía
que tituló “LA SAGRADA UNIDAD DE
ESPAÑA Y MI ABUELO PEDRO.-LA REBELIÓN DEL FARROBO. (VIII)”: “…Las fuerzas de seguridad de
La Laguna, sin tiempo para responder a las llamadas
urgentes pidiendo “socorro” desde La Orotava, no llegaban y los
revoltosos-(¿revoltosos?....”gente ruin y sin escrúpulos”) pretendían
seguir la orgia de sangre a costa de los jóvenes soldados franceses presos en
la cárcel de La Villa.
Pero apareció la figura
del franciscano fray José Escobar, tal vez de los “Escobar” tan respetados por
estos lares, que frenó tan mala idea recordando que Fernando VII seguía
“preso” en Francia— (preso es un decir; disfrutando de un exilio a costa de
Napoleón sería el término más adecuado) y podía ser objeto de represalias.
También fray Escobar recordó
que la violencia callejera, con todos los ingredientes de venganza, iba a dejar
una mancha indeleble que marcaría, injustamente, la memoria de El Farrobo junto
a la del Monasterio Franciscano de La Orotava.
Y tenía razón, pues tanto el
barrio como el convento disfrutaban de un destino común gratificante, cimentado
en una convivencia pacífica con reparto altruista de todo tipo de bienes tanto
materiales como espirituales, que circulaban en una y otra dirección a través
de las arterias nutritivas que eran la Calle Nueva (foto) y, en
menor medida, el tramo correspondiente de la Calle Pescote.
Foto.- Calle Nueva llegando a
"Castaño",(Dr. Domingo González) arteria nutritiva y lazo de unión
entre El Farrobo y el Convento Franciscano de San Lorenzo, el
"Escorial de Canarias".
Se compartía el pan para el
desayuno, la leche de vaca y el queso de cabra; el gofio para el almuerzo, la
leña para el fuego y el calor, los repiques en las aleluyas, el incienso
para las fragancias, las misas en las fiestas de guardar, las plegarias para lo
bueno, el vino tinto para los milagros, el agua para la sed, para mover el
molino antes de regar las plantas y…., “bendita”, para la esperanza; bodas y
bautizos para las alegrías; ayuno y abstinencia de todo lo mundano y placentero
para las penitencias; los responsos en las horas tristes…….. El reloj de la
torre de San Juan, (que ahí sigue, tan campante), desgranando las horas del
día…… ; las de la noche como pasatiempo de noctámbulos; el “toque del alba”
desde el Convento para comenzar el nuevo día haciendo “la señal de la
cruz” tras la noche de descanso, confortable, silenciosa….con
almohada propia para dormir que también es la mejor para morir……
La fuerza militar formada por
un oficial al frente de 80 soldados llegó desde La Laguna cuando ya todo
estaba en calma. Se excusó la tardanza en la confusión que existía en cuanto a
la revuelta: ni el mismísimo comandante en jefe Carlos Luxán, responsable del
asunto, conocía los orígenes del tumulto, sus intenciones, su composición ,
sitio exacto de acción, material ofensivo y otra serie de datos para poder
actuar en consecuencia.
Se identificaron a los
responsables con la estimable ayuda de muchos vecinos y la Justicia
pudo actuar con prontitud y rigor dado el número de testigos presenciales y
las evidencias de los hechos juzgados. Fueron encarcelados los cabecillas
y adláteres condenados a entre 4 y 10 años de cárcel según su
participación en los acontecimientos.
Seguro que en los juicios no se
habló de “violencia vicaria”, término muy de moda en la “violencia machista”,
que, generalizando, viene a decir: como no puedo…, o no me atrevo,
a hacerle daño a alguien en su persona se lo hago en lo que más le
fastidie.
Las víctimas de la rebelión
fueron: Bressan que era contable-administrador en la casa Cólogan; Brouar
profesor de primaria cuya casa-escuela era de la distinguida familia Cólogan y
sus alumnos, sin duda, pertenecían a las élites económicas; Pierre, profesor
de danza que sí salvó su vida, tenía una especial relación con el
capitán Lorenzo Machado y Valcárcel; aristócratas y
“caballeros”, afrancesados o no, tuvieron especiales atenciones con los
franceses presos.....Puede que la rebelión del Farrobo fuera un episodio más
de la lucha contra Napoleón y los franceses, con los aspectos trágicos de la
península, pero aquí , en La Orotava y El Puerto de la Cruz, no
descartemos una “venganza vicaria” del pueblo dadas las diferencias
obscenas entre los más pobres, viviendo de limosnas, y las familias
de alta alcurnia.
Continúa.
Isidro Fuentes Melián.-
Médico. Abril 2025…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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