En el mes de agosto del año 1968, comencé a trajinar
como entrenador – monitor de las bases del baloncesto de la Villa de La
Orotava.
Como jugador del CB. AA. AA. Salesianos (Juvenil) y posteriormente
CB Águila del Valle – AA. AA. Salesianos (sénior), me sentí superado por nuevas
promesas en el baloncesto, añadido los estudios del profesorado mercantil en la
Escuela de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, a la que me desplazaba
diariamente, decidí pasar, aun con 19 años al mundo de entrenador del
Baloncesto.
En la fecha indicada, concretamente en el patio central
del Colegio de San Isidro de la Villa de La Orotava, reuní a un grupo de
chavales, a los que me ofrecí a entrenar y formar en el deporte de la canasta.
Formando para ello un conjunto de Baloncesto Infantil (categoría sin
reconocimiento oficial por esos años).
Tanto fue el ánimo de
todos que formamos el CB. Infantil Águila del Valle, comprometiéndonos a
teñir las camisetas de amarillo, y realizar a través de modistas locales los
pantalones de color negro.
En septiembre de ese año comenzamos un torneo local,
denominado Santiago Padrón “El Mulo”, siendo campeones.
Posteriormente nos quedamos en cuarentena, jugando
aislados campeonatos escolares, y finalmente regresamos al torneo infantil de
baloncesto local “María Auxiliadora”, conquistando el subcampeonato y el
campeonato mini basket.
Mientras estábamos en cuarentena, me llamó el amigo
Antonio Expósito Mesa, entonces directivo del CB. AA. AA. Salesianos (actual
CB. San Isidro). Comunicándome que había un equipo filial juvenil, federado,
que solo tenía tres jugadores del internado del citado colegio orotavense, si deseaba
hacerme con la dirección del conjunto, completando el plantel con jugadores de
edad juvenil del CB. Infantil Águila del Valle y jugar la competición oficial.
Aceptado el compromiso del amigo Antonio, surgiendo el
CB. Juvenil Orotava – AA. AA Salesianos, participando en la temporada “1968 –
1969” en la competición oficial juvenil de la zona norte.
En las vacaciones escolares de navidad, carnaval y
Semana Santa, me encontré con los problemas de los jugadores internos
colegiales, puesto que se iban a sus casas.
Solo me quedaba con los pocos que tenía de la Villa, y me
veía obligado a completar el grupo con el resto de jugadores del infantil
Águila, los que jugaban con fichas de los internos. Arriesgándome a perder los
partidos por alineaciones ficticias.
Pero mis metas eran sacar a los chavales, que se
divirtieran jugando al baloncesto, lo oficial no me interesaba.
Tuve la suerte de ganar varios encuentros importantes sin
la contribución de los internos y nunca nos sancionaron.
Primera fotografía: De izquierda a derecha de arriba
abajo: Tato Perera, Negrín, Fumero, Bruno, Viti, Guirola, Gadella, Maxi, Dardi
y Francisco.
Segunda fotografía: De izquierda a derecha de arriba
abajo: Guirola, Maxi, Bruno, Gadella, Juan Manuel, Viti, Fumero, Francisco,
Negrín y Tomás Sacramento.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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