lunes, 6 de agosto de 2018

EL HISTÓRICO Y CHICHARREO EDIFICIO DE LA ESCUELA DE COMERCIO EN EL TIEMPO.


En el curso 1968 – 1969, cursé el Preu Universitario en el Instituto Cabrera Pinto de la Laguna (San Agustín), Terminado el Preu decidí meterme en los estudios de Comercio.
Realicé el Perito Mercantil en un solo curso 1969 – 1970, puesto que de los tres cursos, por convalidaciones solo me quedaban superar 16 asignaturas.
En los cursos; 1970 – 1971. 1971 – 1972. 1972 – 1973, cursé el Profesorado Mercantil en el citado Centro, el cual ejercí primero como jefe de contabilidad en una empresa privada, y después como profesor funcionario de educación de enseñanzas medias en la Formación Profesional.
Del histórico y chicharrero edificio habita de la recordada Escuela de Comercio, donado a la ciudad santacrucera por el ilustre; don Imeldo Serís Granier y Blanco, (Santa Cruz de Tenerife, 1848- Madrid, 1904), tengo bonitos y sentimentales recuerdos.
Emblemático edificio que conviví, conjuntamente con la Plaza Los Patos, Carrito de Paco, Bar Torres, Edificio de Correo, templo anglicano y Clínica sanitaria Pompeya.
Me entero por el matutino El Día del 06 de Agosto del 2018, que el inmueble que fue de estudios mercantiles y empresariales, declarado Bien de Interés Cultural, pasa por un tiempo cargado del abismo.
“…Se trata de un edificio de planta rectangular, diseñado por Manuel de Cámara y Cruz a principios del siglo XX, con fachada de composición simétrica en tres plantas, con otros tantos paños verticales sobresalientes (el central y los laterales), que reciben un tratamiento estilístico diferenciado. Los tres cuerpos salientes se conectan mediante paños intermedios con estilizados ventanales de medio punto con montante acristalado, alfiz y pilastras separadoras, mientras que en planta baja dominan los huecos escarzanos. El basamento está decorado con listones horizontales, simulando sillares, mientras que los paños laterales son ciegos con esculturas de plano. En el primer nivel los pilastrones que enmarcan la portada son sustituidos por cuatro pilares redondos. La coronación es con cornisa y sobre los laterales dos frontones triangulares con rosetón, incorporados en la fachada del tercer nivel sostenidos por columnas jónicas sobre plintos cajeados. Se le añadió una tercera planta a las dos originales que alteró la composición y armonía de la edificación original. La fachada está decorada con medallones de Imeldo Serís Granier y Blanco, Marqués de Villasegura, Viera y Clavijo, y Bethencourt y Molina, realizados por Eduardo Tarquis. Aparece rodeado de jardines, con semisótano y dos plantas…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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