lunes, 27 de agosto de 2018

HOMENAJE A QUILLO (28-8-1960)


A.- IZQUIERDA:
Fotografía número 1. Autor; Leonardo Ruiz: Cecilio Arbelo, Graciano H. Sánchez, Rivero, Ángel Díaz, F. Sánchez, Isidoro H. Sánchez, Reyes, Ángel García, Quillo, Arzola, José Antonio, Jesús Ruiz, Ramón Fariña, Martinica (E), y Juanito Blanco.
Fotografía número 2. Arriba, Justo, Ángel Díaz, Arzola, Ruiz I, José Antonio, Ruiz (II), y Seve. Abajo; Ángel García, Sánchez II, Quillo, Sánchez I, y Fariña.
Fotografía número 3. De izquierda a derecha de arriba abajo; Cándido, Santi, Fuentes, Galán, Luis Guiance (E), Quico, Julio, Pepito, Crespo II, Rincón, Quillo, Castro, Paco (ex Tenerife), y Roberto.
B.- DERECHA: Quillo y África, unidos en la vida y en el amor.

El amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; ÁNGEL GARCÍA GONZÁLEZ, remitió entonces (27/08/2018) estas notas y fotos, que tituló “HOMENAJE   A   QUILLO  (28-8-1960)”: “…Se cumplen hoy 58 años del homenaje que la Directiva de la U.D. Orotava , presidida por Manuel Cabrera Díaz , ofreció al capitán del equipo Domingo Pérez Hernández QUILLO , dando cumplimiento a la recompensa establecida desde los tiempos en que fuera presidente Pedro Hernández Méndez y que premiaba la estancia continuada de diez años en sus filas .
Quillo fue el primer jugador que logró tal galardón y que serviría de ejemplo y guía para otros muchos que vendrían detrás. Muchos sacrificios y sinsabores tuvo que pasar, siendo el más significativo cuando Hernández Coronado designó capitán de equipo a Cabrera (una sola temporada en el club), para recoger la Copa Heliodoro tras vencer al San Andrés por 5-2 el día 13 de octubre de 1957. Quillo se lo tomó con deportividad  y hasta esa noche cantó “Granada” en la improvisada fiesta que se organizó en el hotel Victoria al regreso a la Villa.
Pero es que esa educación deportiva y esa solidaridad la había mamado Quillo  desde niño en el Unión Piedad de Hilario, el equipo de su barrio fundado en 1946, y prueba de ello es que cuando se anunció la celebración de su merecido Homenaje, sus compañeros de equipo de 1950,de la mano del culto perdomero Laurentino Oliva , manifestaron en la prensa su satisfacción por ese premio que consideraban como algo propio, como labor de equipo .
Nada más conocerse en Santa Cruz la noticia del evento, se ofreció incondicionalmente el Real Unión (1915), presidido entonces por Luis Guiance Abreu y el más directo rival durante los siete años que UD Orotava llevaba en primera regional. Quillo quería que el invitado fuera el Puerto Cruz, que en su segunda etapa de vida había ascendido unos meses antes. Pero la Directiva argumentó razones históricas desde 1923 para que fuera el equipo del Cabo.
Comenzó el día con un Almuerzo de Hermandad en el Gran Tarajal de Los Pinos, bien atendidos por el gran aficionado Braulio González, ofrecido por el Club, al que asistieron los directivos Cecilio Arbelo y Graciano H. Sánchez, el entrenador Martinica y todos los jugadores. Después de una amena sobremesa, bajamos en pequeños grupos caminando por la carretera hasta el campo, como le gustaba a nuestro ex-entrenador Chile, para hacer calentamiento.
Así es que el domingo día de San Agustín de 1960 ,saltaron al campo Los Cuartos , lleno de público , los equipos Real Unión de Tenerife ( con Cándido y Fuentes; Quico, Rincón y Roberto; Crespo, Santi; Pepito, Julio, Galán, Castro y Paco) y una UD Orotava cien por cien villera (con Seve; José Antonio, Jesús Ruiz, Leonardo; Quillo, Ángel Díaz; Ángel García, Arzola(Reyes),Sánchez II , Sánchez I(Rivero) y Fariña).Antes de comenzar, Quillo fue objeto de valiosos regalos de ambos clubs, así como de un pergamino del Infantil Iberia .
El partido fue muy disputado, aunque no hubieran puntos en juego. Se llegó al descanso con empate a dos goles. Marcaron por el Real Unión Galán y Julio y por los locales Sánchez I y Sánchez II. En la segunda parte otro empate a tres, con goles de Rivero y Galán, y faltando cinco minutos estableció el 3-4 el goleador de la tarde Ángel Galán.
Después del partido se sirvió un refrigerio a los dos equipos en el Parque Verde, donde Aurelio nos atendió magníficamente y, ya sin nervios, surgieron las bromas con el segundo capi (el primero era Don Manuel), al que los visitantes conocían de viejo, aunque solamente tenía 26 años cumplidos. Al final le quedaron a Quillo unas perrillas, que empleó en las obras de la casa que estaba construyendo en la Calle Zacatín para casarse (“Memorias de África” en el Atlante)…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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