Fotografía tomada en un ex - restaurante de La Villa de La Orotava que
desconozco su denominación.
Primera fila
de arriba abajo de izquierda a derecha: Hermengaudio Álvarez, Alfonso
González (ex futbolista del Icodense (Numancia), Viera del Realejo Alto y del
UD. Orotava, padre de mis amigos y compañeros desde la infancia Alfonsito y
Dominguito González Hernández), maestro Luis “Capelo” (barbero del paseo de
Domínguez Alfonso), Sotero Álvarez Brito (Camionero), Paco Álvarez
(chofer de la FAST), y Eduardo Hernández (regente del entonces bar el Tapias).
Segunda fila de arriba abajo, de izquierda a derecha;
Andrés (camionero de reparto de la leche hacía Santa Cruz de Tenerife), Antonio
Hernández (el de las Tapias, camionero), Tomás García (el de la “Lonja”), Jesús
Mesa (ebanista), Jorge González (camionero), y José Pérez.
En el muro del FACEBOOK del amigo de la
Villa de La Orotava JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario
trabajo suyo que comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que
se titula “CÓMO
HA CAMBIADO TODO”, referente a comparar como éramos los jóvenes en mis tiempos,
y como son ahora: “…Hoy me dio por comparar como
éramos los jóvenes en mis tiempos, y como son ahora; quiero que quede bien
claro que no estoy en contra de cómo son hoy y de sus gustos, tal vez si yo
fuera joven, quizás haría lo mismo.
Voy a empezar por la música
bailable, en mi época se bailaba el pasodoble, el bolero, el vals, el foxtrot,
el tango, la raspa y la conga; más tarde el twist y la yenca. Daba gusto ver
cómo la gente se divertía en los bailes y en aquellas verbenas; nada que ver
con la de hoy en día. Los jóvenes prefieren el reggaeton, la música pop, trap,
salsa, rap, bachata y para colmo muchos tienen en sus coches adaptados un
equipo de no sé cuántos altavoces y lo ponen con tanto volumen que no sé cómo
no se le rompen los tímpanos. Lo más gracioso es que si tu les dices algo, te
miran y te dicen: “¡Tío! estas chapado a la antigua” y acelerando se marchan y
te quedas pensativo diciendo, “¡coño de donde me salió este sobrino!
En otro aspecto, antes a una
persona amable, agradable y correcta le decíamos que era un caballero, hoy les
dicen “es un tío de puta madre”, si ibas a presentarte alguna oposición o en
busca de un trabajo les deseábamos que tuvieras mucha suerte, hoy te dicen “que
tengas mucha mierda”, si la comida te gustaba le decíamos esta exquisita, hoy
te dicen “esta de locos”, si te dabas un golpe decías me cachi en diez o en la
porra, hoy “me cago en la hostia o en todos los santos”
En aquel tiempo el potaje era
escaso, pero era bueno; hoy dejan la carne, prefieren las pizzas. Antes en la
escuela le teníamos miedo a los maestros (a los reglazos), hoy en el colegio
los profesores le tienen miedo a los alumnos. Antes si te gustaba una chica y
querías que fuera tu novia tenías que pedirles permiso a los padres y no te
dejaban salir solos, tenías que salir con alguna amiga y para ir a enamorar
tenía que ser los jueves y los domingos; ella en la ventana y tu en la calle
como un huevón. Que bien hoy pasan de todo, se conocen y es suficiente; se dan
más gusto que la banda del pueblo y los padres calladitos (que remedio).
Íbamos al cine o a tomar algo y
el novio lo pagaba todo, hoy nada de eso, cada uno su parte. Antes tenías que
estar en la casa antes de las nueve de la noche, hoy salen a las doce. Si en el
cine la película era no apta, no podías entrar, recuerdo que dieron la película
Gilda y me quede en la calle, la gente comentaba que era muy descarada y mi
madre no me dejo ir; la vi de mayor y permítame que me ría (que dirían con las
películas de hoy) antes teníamos pocas pesetas y ahora hasta los niños pagan
con tarjeta. Antes nos cocían los pantalones rotos, hoy los rompen para ponérselos.
Y mi pregunta es: ¿era mejor
antes o es mejor ahora? Como lo ven ustedes…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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