domingo, 6 de marzo de 2022

CÓMO HA CAMBIADO TODO

Fotografía tomada en un ex - restaurante de La Villa de La Orotava que desconozco su denominación.

Primera fila de arriba abajo de izquierda a derecha: Hermengaudio Álvarez,  Alfonso González (ex futbolista del Icodense (Numancia), Viera del Realejo Alto y del UD. Orotava, padre de mis amigos y compañeros desde la infancia Alfonsito y Dominguito González Hernández), maestro Luis “Capelo” (barbero del paseo de Domínguez Alfonso),  Sotero Álvarez Brito (Camionero), Paco Álvarez (chofer de la FAST), y Eduardo Hernández (regente del entonces bar el Tapias).

Segunda fila de arriba abajo, de izquierda a derecha; Andrés (camionero de reparto de la leche hacía Santa Cruz de Tenerife), Antonio Hernández (el de las Tapias, camionero), Tomás García (el de la “Lonja”), Jesús Mesa (ebanista), Jorge González (camionero), y José Pérez.  

 

En el muro del FACEBOOK del amigo de la Villa de La Orotava JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario trabajo suyo que comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que se titula “CÓMO HA CAMBIADO TODO”, referente a comparar como éramos los jóvenes en mis tiempos, y como son ahora: “…Hoy me dio por comparar como éramos los jóvenes en mis tiempos, y como son ahora; quiero que quede bien claro que no estoy en contra de cómo son hoy y de sus gustos, tal vez si yo fuera joven, quizás haría lo mismo.

Voy a empezar por la música bailable, en mi época se bailaba el pasodoble, el bolero, el vals, el foxtrot, el tango, la raspa y la conga; más tarde el twist y la yenca. Daba gusto ver cómo la gente se divertía en los bailes y en aquellas verbenas; nada que ver con la de hoy en día. Los jóvenes prefieren el reggaeton, la música pop, trap, salsa, rap, bachata y para colmo muchos tienen en sus coches adaptados un equipo de no sé cuántos altavoces y lo ponen con tanto volumen que no sé cómo no se le rompen los tímpanos. Lo más gracioso es que si tu les dices algo, te miran y te dicen: “¡Tío! estas chapado a la antigua” y acelerando se marchan y te quedas pensativo diciendo, “¡coño de donde me salió este sobrino!

En otro aspecto, antes a una persona amable, agradable y correcta le decíamos que era un caballero, hoy les dicen “es un tío de puta madre”, si ibas a presentarte alguna oposición o en busca de un trabajo les deseábamos que tuvieras mucha suerte, hoy te dicen “que tengas mucha mierda”, si la comida te gustaba le decíamos esta exquisita, hoy te dicen “esta de locos”, si te dabas un golpe decías me cachi en diez o en la porra, hoy “me cago en la hostia o en todos los santos”

En aquel tiempo el potaje era escaso, pero era bueno; hoy dejan la carne, prefieren las pizzas. Antes en la escuela le teníamos miedo a los maestros (a los reglazos), hoy en el colegio los profesores le tienen miedo a los alumnos. Antes si te gustaba una chica y querías que fuera tu novia tenías que pedirles permiso a los padres y no te dejaban salir solos, tenías que salir con alguna amiga y para ir a enamorar tenía que ser los jueves y los domingos; ella en la ventana y tu en la calle como un huevón. Que bien hoy pasan de todo, se conocen y es suficiente; se dan más gusto que la banda del pueblo y los padres calladitos (que remedio).

Íbamos al cine o a tomar algo y el novio lo pagaba todo, hoy nada de eso, cada uno su parte. Antes tenías que estar en la casa antes de las nueve de la noche, hoy salen a las doce. Si en el cine la película era no apta, no podías entrar, recuerdo que dieron la película Gilda y me quede en la calle, la gente comentaba que era muy descarada y mi madre no me dejo ir; la vi de mayor y permítame que me ría (que dirían con las películas de hoy) antes teníamos pocas pesetas y ahora hasta los niños pagan con tarjeta. Antes nos cocían los pantalones rotos, hoy los rompen para ponérselos.

Y mi pregunta es: ¿era mejor antes o es mejor ahora? Como lo ven ustedes…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

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