El amigo y alumno de la
Villa de La Orotava Ruperto Hernández Rodríguez me trajo a casa el
extraordinario ejemplar que publicó su hermana Hilda Hernández Rodríguez y que
presentó en el Centro Municipal de Mayores de la Villa el pasado 24 de marzo del
2022.
“COMO UN ECO DEL CIELO”,
es el título de este notable ejemplar literario escrito en versos, sobre el
pensamiento religioso que comulga su autora Hilda Hernández Rodríguez y que me lo
dedica cariñosamente:
“…a Bruno; mi amigo de siempre, esperando te guste mi libro y que en tu
vida no falte el amor. Un abrazo…”.
Editado con la
colaboración del Ayuntamiento de la Orotava, y dedicado a su madre, lo podemos
traducir y comprender a través de la inspiración poética:
“…Aunque en mis noches oscuras
Siento gran debilidad,
Me flaquean las fuerzas
Y solo quiero llorar,
Hay algo que me seduce,
Que me proporciona paz,
Que no deja que me hunda,
Que me alivia la ansiedad,
Es como un eco del cielo
Que me habla sin cesar,
Que me anima a levantarme
Y, otra vez, vuelta a empezar,
Que me hace sentir bien
Mirando a mí alrededor,
Tengo siempre quien me escucha
Y me da su compresión,
Puedo llorar en su hombro,
Puedo sentir el perdón,
Es fácil secar mis lágrimas
Y elevar una oración.
Y volver a sonreír
Abriendo mi corazón
Sin perder las esperanzas,
La alegría y la ilusión.
Porque tengo la certeza
Que todo lo llena Dios
Y aunque ahora esté en tinieblas
Mañana brillará el Sol.
Y me consuela el susurro
De ese eco, de esa voz,
Que me envuelve en sus caricias
Y me regala su amor…”
Hilda Hernández Rodríguez es la señora
de mi amigo desde la infancia de la Villa; José Antonio Trujillo Báez (Cito el
Capiro), es madre y abuela por excelencia, es una trabajadora incansable que en
2005 comienza a editar una serie de poemas en los que se va perfilando su
personalidad como poeta.
La celebración del milagro de la vida
es una constante fundamental en su obra.
Ha publicado los poemarios “Una
Ventana abierta al amor (2005)” y “El Perfume de los años (2007)”.
En esta tercera entrega la sinceridad
que anima su palabra se aúna con una mirada reflexiva para regalarnos la fiebre
embriagadora de las emociones: la belleza, el amor, la pasión, la pena, el
dolor…..
José Antonio Trujillo Báez (Cito el
Capiro) y Hilda Hernández Rodríguez, contrajeron matrimonio en la Villa de La
Orotava el día 5 de Diciembre del año 1966.
Un servidor entonces estudiaba quinto
de bachillerato en el Colegio de San Isidro de la Villa de La Orotava. Debido a
la venta de la casa de mis padres en la calle El Calvario de la Villa de La
Orotava a la espera de terminar la nueva
en la misma calle, residía provisionalmente en la Villa de Arriba, en un piso
frente a la famosa Casa Azul.
Al comienzo del curso mencionado 1966
– 1967, bautizan a un hijo del matrimonio formado por; Domingo Báez (tío de
Cito) y Ángeles Pacheco López, en el cual estoy invitado, puesto que Angelita
había trabajado toda su vida para mi madre María del Carmen Abréu Gonzales
(modista de caballero). En el banquete conozco y hago una sincera amistad con
Cito y su entonces novia Hilda, que trabajaba como dependienta en los almacenes
de los Herederos de don Bernardo Hernández León (Galerías Lys). Mientras que
Cito era técnico Industrial especialista en tornos, había estudiado en los
Salesianos de Santa Cruz de Tenerife y en Sevilla.
La amistad en poco tiempo se hace cada
día más considerable, por lo que siempre me decían que querían casarse, que le
ayudase a buscar una vivienda, entonces muy pocos pisos comunitarios existían
en la Villa de La Orotava.
Por fin la vivienda apareció en una
casita terrera, y ellos prepararon rápidamente su matrimonio que se llevó a
cabo el día 5 de Diciembre del año 1966, celebrando la ceremonia en una casa
del Barrio orotavense “Los Cuartos”, al que asistió el conjunto musical “Los Rayos
Verdes”, que por aquellos años comenzaban su andadura con éxitos por el Puerto
de la Cruz, y acababan de obtener el primer premio en el Concurso de la Voz del
Valle de ese año 1966, en el mes de noviembre. Uno de sus componentes
fundadores; Julián Hernández Rodríguez (guitarra acompañante), era hermano de
la novia.
EL 5 de diciembre del año 2016, José
Antonio “Cito” y Hilda cumplieron cincuenta años de unión, Bodas de Oro que
celebraron en el templo parroquial del Barrio de San Antonio María Claret de la
Villa de La Orotava, por lo que le pidieron al Señor bendiciones por haberlos
sostenido en estos cincuenta años de matrimonio.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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