Otra triste noticias que me deja abatido, el
fallecimiento del amigo y compañero de pupitre en el Colegio de San Isidro de
la Villa de La Orotava; Valentín Oliva
Cruz.
Gemelo al también amigo y compañero de pupitre en
el Colegio de San Isidro; Fernando Oliva Cruz, que fue él precisamente el que
me remitió este abatido desenlace.
Valentín nació en la Villa de la Orotava el día 2
de noviembre del año 1952, y falleció en la misma Villa el 29 de Marzo del
2022, a los 69 años de edad.
Jugábamos juntos en Franchi Alfaro desde la
infancia, eran buenísimos con la práctica del balompié, cuando nos sorteábamos
para elegir la paridad y jugar entre nosotros nos costaba escoger al mejor de
los dos, lo que nos fijábamos en una
cortadita que poseían en la frente.
Esta costumbre anecdótica se prolongó en las aulas
del colegio de San Isidro, a los padres salesianos, le costaba elegir, cuál de
los dos sobresalía, ya que la picardía entre los hermanos, aprovechándose de la
característica de ser gemelo, se convertía en simple simpatía.
Valentín nos dejó en el cuarto curso de bachiller,
se pasó a los estudios mercantiles de peritaje, su hermano Fernando hizo lo
mismo para estudiar magisterio, pero regresó con nuestro grupo en la sección de
letras.
Con el tiempo seguimos relacionándonos
cotidianamente, perseguíamos en el
futbol al UD. Orotava y en el Baloncesto al CB San Isidro. Mientras
Valentín se introdujo en el mundo laboral de la hostelería, Fernando siguió mis
pasos en la docencia de enseñanzas medias.
Contrajo matrimonio con la dama de la Villa de L
Orotava; Antonia María García González, de dicha unión tuvieron un hijo; Javier
Oliva García.
Valentín falleció en el Hospital Universitario de
Canarias, víctima de una cruel enfermedad, donde la ciencia médica, con todos
sus avances no pudo paliar.
Cursó estudios en el Colegio Salesiano de San
Isidro, y de muy joven comenzó su vida laboral, desarrollando esta actividad en
las administraciones contables de las Entidades Hoteleras de "San
Felipe" y "Tenerife Playa", hasta el momento de su jubilación,
destacando por su responsabilidad, su saber estar, siendo admirado sus valores
por sus compañeros.
Valentín, persona muy hogareña, servicial, muy
aficionado al cine, siendo poseedor de un material cinéfilo digno de
exposición, desde películas en diferentes formatos de diferentes géneros y
épocas, hasta una colección de carátulas y folletos de películas que desde los
años 60, del siglo XX repartían las taquillas del Cine Orotava y Teatro Atlante.
Valentín,
no esperaba tu marcha al infinito tan pronto, y de la manera que ha sido. Ahora
solo veré tu reminiscencia, y amable personalidad, de un amigo – compañero que quería de verdad.
Espero
que descanse merecidamente en ese paraíso eterno colmado de esperanza y
misericordia.
Un
abrazo, hasta pronto.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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