Fotografía referente a mi colección particular
tomada de mi cámara.
El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR
GARCÍA LLANOS remitió entonces (18/03/2022) estas notas que tituló; “NOLITO”: “…Era visible, en la cancha, que Nolito Hernández
Sánchez, estaba tocado por los dioses de la técnica futbolística. Dominio de
balón con ambas piernas, visión de juego, balones al hueco –así se decía
antes-, procurador de los espacios libres y buena respuesta en el uno contra
uno. Solo un problema: lentitud, que él compensaba con algún sprint para las
llegadas o forzar el avance o el último intento de pase de un rival. Frío,
calculador, hacía gala del temple reservado a los elegidos. Que hiciera estas
cosas, además, en una cancha de tierra –cuando había barro o charcos, mejor no
alinearle-, más valorable la de su sapiencia periodística.
Perteneciente
a la inacabable saga de los Sánchez –era el menor de nueve hermanos-,
recordamos verle jugar en su Orotava del alma, antes de ir Valencia, donde
llegó con muchas ilusiones para jugar en Primera división. Hacerlo en su
filial, Mestalla, no mermó sus afanes. Había sido integrante de la selección
juvenil de Tenerife –cuando la categoría en Canarias sobresalía por la calidad
de los equipos y las individualidades- y debutó a los dieciséis años con el
primer equipo orotavense en Los Príncipes frente a Realejos.
La
regularidad y el buen rendimiento con el Mestalla propiciaron el salto al
Valencia, donde coincide con Héctor Nuñez, Guillot, Paquito y Guillot, entre
otros destacados jugadores. Ya en los años setenta, fue traspasado al Real
Betis en una operación que incluía a Joaquín Sierra, Quino, el primer gran
rebelde del futbol español, que se negó a jugar de verdiblanco y amenazó con
retirarse (Hay que recordar que Quino se puso a la órdenes de Alfredo
DiStéfano, alcanzó la internacionalidad en siete ocasiones y que cuando colgó
las botas siguió vinculado al fútbol se integró en la Asociación de Futbolistas
Españoles (AFE), de la que llegó a ser presidente).
Mientras
tanto, Nolito vistió los colores del Onteniente desde donde retornó a la isla
para jugar con el Club Deportivo Tenerife. Seguía acreditando su técnica
balompédica pero no tuvo continuidad en las alineaciones. Siempre deportivo y
caballeroso, nunca un mal gesto ni un desplante. Decidió abandonar el
profesionalismo para jugar con el Orotava, donde brilló, claro que sí. Creemos
recordar que en algunas alineaciones alternó con su primo Francisco, otro
jugador de postín que probó en el Real Madrid y lució sus habilidades en la
Unión Deportiva Las Palmas. En la capital, conoció a Luis Molowny con quien los
Sánchez cultivaron una sólida amistad cuando el plantel amarillo hacía sus
preparativos de verano en el hotel Tigaiga y en el municipal Los Cuartos, ya
luciendo cancha de hierba. En varias ocasiones, en la finca de los altos de La
Orotava del que fuera alcalde, coincidieron para rememorar episodios, hablar de
fútbol y brindar por las excelencias del fútbol canario.
Nolito ganó competiciones y trofeos
durante su etapa final en regionales, en la que alternó con su ejercicio
profesional en la banca, donde ingresó por oposición. No conforme y reacio a
dejar el fútbol, obtuvo la titulación de entrenador nacional con la que dirigió
a Orotava y Realejos en el Grupo Canario de Tercera división.
Nolito Hernández Sánchez ha dicho adiós
con su salud algo quebrantada. Pero nos deja recuerdos de una trayectoria
deportiva intachable y de una entrega significativa haciendo lo que más le
gustaba. Recuerdos de pases, regates, colocación y visión futbolística de altos
quilates. Un superdotado, lentitud incluida…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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