El amigo de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN “ESPECTADOR”,
remitió entonces (26/08/2022) estas notas que tituló; “VALLE DE LÁGRIMAS. MALUCHO EL
GUAGUA Y OTROS PERSONAJES DE LA OROTAVA. (AÑOS CINCUENTA DEL SIGLO XX): “…En la temporada 1954-1955 resurgió una inusitada afición al deporte del
Baloncesto en La Orotava y por extensión al Puerto de la Cruz, y también a Icod
de los Vinos, conjunto urbano que ya por entonces se había adelantado al resto
del Norte de Tenerife y tenía un equipo en primera
regional, compitiendo con los de Santa Cruz y La Laguna.
La
Orotava había dejado el deporte de la canasta por 1946 ó 1947, con
un equipo en competición insular, en la cancha llamada Campo de Tenis---con un pavimento de
cemento liso, muy resbaladizo si caían unas gotas----en las inmediaciones del
barrio de La Torrita y el Recodo o el Gurugú. Este último nombre fue
copiado por reminiscencias de la guerra de África de los primeros años del
siglo XX. En el monte Gurugú se libró una dura batalla, en un célebre
enfrentamiento bélico en el cual había participado el General Franco, en
compañía del moro General Mizzian, cuya historia personal y familiar tuvo
relaciones íntimas con personas y familias de Tenerife cuando Mizzian fue nombrado
por Franco, en 1955, Capitán General de Canarias y África Occidental
Española.
La
competición baloncestística del Valle de La Orotava, a mediados de
los años cincuenta, ya en la cancha de tierra de la plaza Franchi
Alfaro, con cinco equipos de la Villa, dos del Puerto y uno de Icod,
tuvo un árbitro principal, que se llamaba Ismael Mesa, alias Malucho
el Guagua para sus amigos y conocidos. Malucho desapareció
pocos años más tarde de La Orotava y nunca más supimos de él.
Pues
bien: ha pasado mucho tiempo, más de medio siglo, y todos los años
por el mes de agosto, leo entre las esquelas mortuorias, la de Mario Mesa
Hernández, en el periódico diario EL DIA, de Santa Cruz der Tenerife. Mario era
hermano del mencionado Ismael, y el pasado reciente domingo 14 de
agosto de 2022 aparece en el periódico El DÏA la esquela de Mario en el XXIV
(veinticuatro) aniversario de su fallecimiento. La misa se celebra en una
iglesia de la capital Santa Cruz de Tenerife, último municipio de residencia de
Mario.
En la esquela
no está Ismael, su hermano, seguramente porque ya falleció, pero hay tres
hermanas vivas: Sara, Juanita y Conchita, que ahora los amigos de aquellos años
cincuenta no sabemos por dónde andan. Sin embargo, la viuda de Mario, nacida en
el Puerto de la Cruz, vive todavía en su ciudad natal.
Mario
se dedicaba a empresario de la construcción, vendiendo materiales y, por mis
noticias, le iba muy bien económicamente, en especial con la venta de ferralla,
hierros redondos en tiras para la estructura de los edificios. Los domingos
Mario venía a pasear a la plaza portuense del Charco, con su esposa, y yo si lo
veía lo saludaba efusivamente.
Pero
hagamos un alto en el camino de mi narración y demos un salto atrás en el
tiempo, situándonos otra vez en los años cincuenta del siglo XX.
En 1955,
1956, 1957, hubo un Mario Mesa que no fue otro que el padre de Malucho y de
Mario y sus hermanas, que tenía una venta de las tradicionales, incluso
despachando vino, en un local de la calle León, frente a la calle de
Fernando Fuentes y la casa vivienda de los Celorrio, y junto a la casa de
Candelaria y Juan Palmito.
Y me ciño
ahora a la anécdota que quería contar:
Una
noche, estaba yo con Juannolo Padrón charlando en el caño de la esquina trasera
sur de la iglesia de San Juan, parroquia de la Villa Arriba; mi hermano Isidro
y mi primo Perico se habían ido. Entonces, Juannolo y yo nos
acercamos luego a la bodega de Mario el Guagua, a unos veinte metros de
distancia. En el mostrador se encontraba, tomándose su perra de vino habitual,
Pepe alias Madame, hijo de Isidro, el sacristán de la iglesia de San Juan.
Pepe
Madame tenía ya unas copas de más, y por hacer la gamberrada, Juannolo y
yo le pusimos subrepticiamente una copa llena de…vinagre…
Pepe Madame,
no se dio cuenta y se bebió de un trago dicha copa de vinagre, sin inmutarse lo
más mínimo.
En fin,
para terminar con esta historia, en 1957 Mario el de la venta, padre de Ismael
y de Mario, falleció y fuimos al entierro. En mi diario pone la fecha exacta
del óbito: viernes 15 de marzo de 1957 y entierro el día 16.
Descanse
en paz.
Y
una última anécdota: se jugaba un partido de baloncesto en cancha de tierra de
Franchi Alfaro, y Malucho en cierta ocasión le pitó una falta contra el equipo
de la Juventud Católica. Pero uno de ese equipo, Agustín Rguez Franco, que
también falleció y tenía mucho carácter, persiguió a Malucho por un tramo de la
cancha con intención de partirle la cara, por entender que su
arbitraje era parcialista en contra de su equipo.
Nada más
lejos de la realidad: Ismael, Malucho el Guagua, fue siempre un árbitro legal,
decente e imparcial….”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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