El amigo del Pago de Higa-La Perdoma-Villa
de La Orotava, destacado jurista y ex concejal del excelentísimo ayuntamiento
de la Villa de La Orotava; GREGORIO DIAZ MENDEZ
Remitió entonces (30/09/2022) el PREGÓN
FIESTAS DE LA PERDOMA 2022, que leyó magistralmente para todos sus convecinos
perdomeros y villeros, y tituló: “VIVIENCIAS Y AÑORANZAS DE UN PERDOMERO”: “..Ilmo.
Sr. Alcalde, Señoras y Señores Ediles de la Corporación Municipal de La
Orotava, estimado Párroco, Reina de las fiestas y Míster año 2019, candidatas a
Reina de las fiestas y Míster 2022, Sr. Presidente de la Comisión de Fiestas
2020-2022 de La Perdoma y demás miembros de la misma, estimados paisanos,
amigas y amigos de este maravilloso pueblo donde tuve el honor y la gratitud de
haber nacido.
Después de las palabras, siempre elocuentes
de nuestro insigne presentador D.
Antonio Expósito Mesa, que quizás no las merezca, procedo a dar la
bienvenida a todos,a este evento del Pregón inaugural que dará inició, Dios
mediante, tras el parón impuesto por la pandemia, devolver a compartir y
celebrar juntos, unos días de alegría, jolgorio y ocio gratificante,con motivo
de nuestras fiestas patronales en honor a Ntra. Sra. La Virgen del Rosario y San Jerónimo.
Soy consciente que, después de la
incertidumbre y enclaustramiento de estos dos últimos años,todos nos mostramos nuevamente
ansiosos por poder volver a celebrar estas Fiestas, y,con renovado espíritu e ilusión,
demostrar el cariño y devoción que este querido pueblo siempre ha sentido por
nuestra madre, La Virgen del Rosario y, nuestro patrón, San Jerónimo.
No puedo por menos que, expresar mi enorme
satisfacción como perdomero, hijo y fruto de esta tierra del Pago de Higa, nacido
en el Camino Chávez, el que la Comisión de Fiestas se haya fijado en este
humilde servidor, para que, con la aportaciónde mis palabras, mis ideas y los recuerdos
que perduran en mi memoria,pueda constituir un preludio o bosquejo evocador,
que pueda valer de pórtico a nuestras Fiestas Patronales.
Al intentar esbozar las líneas orientativas
de este Pregón, se me han ido agolpando múltiples recuerdos de las vivencias de
aquellos años de mi niñez, mi adolescencia, mis años de estudiante, sin poder
olvidar mi participación en un buen número de asociaciones, movimientos
culturales, religiosos y deportivos del barrio.Recuerdos, que me llevan a
revivir, con cierta nostalgia, aquel acontecimiento extraordinario, que suponía
para todos, la llegada de las Fiestas
Patronales. Fiestas que nos permitía olvidar las tareas cotidianas, para
entregarnos en cuerpo y alma a disfrutar de aquellos momentos de acercamiento,
convivencia, y buena camaradería.
No en vano, nuestras madres se afanaban por
vestirnos con las mejores galas, las mejores prendas,haciendo que esos días el
barrio brillara con total esplendor y belleza. La presencia de las “turroneras”, atracciones como la “Noria”,
y otras muy ansiadas, resultabanel plato fuerte, esperado por niños,jóvenes y
mayores. El alboroto de los “cohetes o
voladores”, el “enrramado”
de la antigua plaza y de sus principales calles,la música ambiental, la gran
cantidad de festejos, sortijas de caballos, festivales, y especialmente las “verbenas populares” en la antigua
plaza, nos transportaba a otro mundo de ilusión y gozo, que nos ayudaba a
olvidar las penurias, el trabajo diario y las dificultades de aquellos años.
¿Quién pude olvidar, los partidos de futbol de solteros y casados
en el campo de tierra que, cariñosamente denominábamos “Las Hortigas”?,
donde se ubica el actual Polideportivo Celestino Hernandez. Es verdad que, al
menos, ya por aquellos tiempos, el balón era una pelota de reglamento, pero no
pudo olvidar las múltiples veces que jugábamos con “una pelota de trapo” e incluso de “badanas” o “de papel”, mientrasgolpeábamos
aquella correteando por las calles polvorientasdel pueblo.
Muchos de mis recuerdos se
han desdibujado al evocarlos,y en palabras de Pablo Neruda, “han
devenido en polvo como un cristal irremediablemente herido”. Son
recuerdos intermitentes y a ratos olvidadizos,“porque precisamenteasí es la vida”. Pero,
afortunadamente, muchos de esos momentos y estampas, se han quedado grabados en
la retina y en el tiempo, y obran guardadas en el jardín de mi memoria.
No obstante,al evocar los mismos,no puedo
por menos que comprobar que me invade un cierto sentimiento de nostalgia y
añoranza, aunque no por ello dejo de sentir una gran satisfacción por las múltiples
experiencias vividas, especialmente aquellos años de mi juventud en este
querido barrio de La Perdoma.
Al hacer este viaje al pasado, me siento
invadido por imágenes, resonancia de palabras y sensaciones del ayer, que
vienen aconstituir pequeños tozos de
mi propia vida.
Emergen en mi memoria, las experiencias
vividas con mis amigos de la infancia y, especialmente de mi adolescencia. Compañeros
de estudios y de juegos. Amigos entrañables con los que llegue a compartir
gratos momentos, como Pepe el de Onelio, Chucho el Capilla, Santiago Pérez, Nicolas,
Carmelo Ángel, Javier Quintero, Benito Rodríguez, y otros que desafortunadamente
nos han dejado: Pancho el de Leoncia, Celestino Hernández, Domingo Méndez,
entre otros muchos, y cuya mención se haría interminable.
Esas imágenes me reconducen a los juegos en las calles de nuestro pueblo,
en su gran mayoría pavimentadas de tierra, como ocurría con la actual Calle El
Rosario, a la altura de las escuelas públicas, que, en aquel tiempo,utilizábamos
para jugar y pasar nuestro tiempo de recreo durante la época de estudiantes de
primaria. El juego del trompo, los boliches, los cromos, la pelota, etc….¿qué
recuerdos!
Y, rememorando esos recuerdos,no podemos
por menos, que maravillarnosde lo
mucho que ha cambiado el barrio.
Y es que, La Perdoma,nuestra Perdoma, siempre se ha distinguido
por ser un barrio singulardel municipio de La Orotava. Desde la edad de
la conquista, los antiguos pobladores de esta isla, los guanches, la
denominaron “Pago de Higa”. Y,
en boca de varios historiadores, se cree que ese nombre fue dado por los
antiguos guanches. Otros historiadores como Leopoldo de la Rosa Oliveracompartan la tesis de que pudo tratarse
de una voz indígena,
castellanizada por los escribanos y primeros peticionarios de tierras.
Pero, parece que fue a partir de la mitad del siglo
XIX, cuando por diferentes organismos oficiales se le empezó a llamar “La Perdoma” desapareciendo el
nombre de “Pagode Higa”; aunque recientemente,la labor de investigación de
historiadores como, nuestro gran amigo Manuel
Rodríguez Mesa, ha vuelto a recuperarse y estar en boca de todos ese
topónimo.
Como he relatado, por suerte disponemos de
historiadores que se han ocupado de investigar los orígenes del barrio, y entre
ellos cabe destacarel ya citado e insigne historiador villero, D Manuel Rodríguez Mesa quien, en
su Libro “En el Pago de Higa donde
llaman La Perdoma”, publicado en 1979 y más concretamente el su otro
libro “Higa”, publicado en el año 1987 se vine a poner de relieve el carácter ancestral de nuestro pueblo.
Señala el mismo que,el nombre de Higa era ya conocidoen el año 1.500, y documentado en los primeros
repartos de tierra ente los conquistadores, señalandoa D. Pedro Biscayno a quien le fue concedido 10 fanegadas en Higan.
Evidentemente tenemos quellevarnos por los relatos
históricos de aquellos que han investigados los orígenes de nuestro pueblo. Las aportaciones orales, a veces pueden
llevar a equívocos, como reconocía otro historiador y antiguo profesor
del barrio, mi maestro y gran amigo, D.
Juan José Martínez Sánchez en su libro “Vida escolar de la Perdoma
1880-2000”: el mismo no decía “muchas
veces los que consideramos aportaciones orales no son más que desvirtuaciones
sustentadas por la ignorancia, de vocablos y expresiones o relatos, que el
historiador debe ajustar a su verdadero valor y significado histórico”.
No obstante, siguiendo esos relatoshistóricos, podemos
saber que los primeros pobladores de Higa procedían de indígenas, peninsulares y esclavos, que pronto se fusionaron. Esos
primeros pobladores de Higa mantuvieron una actividad de supervivencia y subsistencia, siendo
frecuentes las figuras del trueque, la
recogida de leña y de la hojarasca en las zonas altas y boscosas de La Orotava.
Resulta patente que en la antigua Higa nunca
residió la nobleza ni la burguesía, la cual residía en la Villa o La Laguna.
De hecho, durante siglos, la gran mayoría de la población de La Perdoma estuvo
compuesta de labradores, arrieros y jornaleros.
Lo que demuestra, que La Perdoma, Higa, ha sido un
paradigma de los pueblos rurales de Tenerife. El campo no es la ciudad y
como, señala Rodríguez Mesa, “las posibilidades de sus moradores se limitaban a la realización de faenas
agrícolas sin retribución pecuniaria, a desplazarse al monte a bajar pinocha o
leña, o a colocarse como sirvientas en las casas acomodadas de La Villa y otros
pueblos”.
Seguro que varios de los presentes recordarán
anécdotas de este tipo, bien por haberlas vivido, bien por haberlas escuchado a
sus padres y familiares.
En mi caso, recuerdo las anécdotas relatadas por mi
queridamadre Margarita, quien, de joven, acudía con otras amigas del Callejón
del Pino a los montes de la Orotava,para recolectar y traer leña, subiendo para
ello de madrugada con una buena pelota
de gofio como alimento, para volver ya en la mañana, cargados con sushaces de leña a la cabeza, a fin de
ser utilizarlas como combustible para el fuego o para venderlas y obtener así
algún dinero para otros menesteres.Eran momentos alegres, pero también de gran penuria.
Y, esas penurias estuvieron presentes, y fueron
vividas por nuestros padres y, seguro que por muchos de los presentes. Me
contaba igualmente mi madre que,desde muy joven, ya marchaba
hasta la cercana “Villa” para vender el pan, con una cesta en su cabeza y unas alpargatas en los pies. Alpargatas, que se las quitaba en su
trayecto hasta la Villa, “decía que para no desgastarlas”, y que, volvía calzarlas
a la entrada del casco de La Orotava.
Por otro lado, la vinculación del barrio de
la Perdoma con la agricultura y la ganadería
ha sido siempre una constante en sus habitantes. ¿Quién no recuerda aquellos
años en que el cultivo de la viña, la papa y el tabaco eran los
principales activos para conseguir el sustento de la familia? Es cierto, que
otros también se dedicaban a la sorriba
de terrenos, y los que más, al trabajo en la platanera.
Evocando mis recuerdos, me viene a la
memoria aquella época en que el tabacoalcanzo
gran preponderancia en la zona. Este producto, era de los pocos que tenía un
rendimiento alto, pese a que su cultivo, recogida y secado del mismo,resultaba
muy sacrificado. Requería muchos esfuerzos y dedicación desde su siembra,
cortado, secado, hasta su venta.
Los que tienen algunos años, recuerdan
perfectamente como en el barrio de La Perdoma, eran muchas las fincas dedicadas
al cultivo del tabaco, especialmente durante los meses de verano. Planta esta, que,tras
su corte, era cosido sobre unos palos de madera o de caña, que llamábamos
“cujes”, con la finalidad de secarlos en unas instalaciones de madera al aire
libre, que denominábamos “tendales”.
¿Cuántas
veces el mal tiempo hacía que se tuviera que recoger todo el tabaco que se
encontraba en esos tendales, para guardarlo a toda prisa en las habitaciones de
la casa, para evitar que se mojara y el producto pudiera estropearse?
Con el añadido, de que luego, había que volver a sacar aquellas plantas o
cujes, para volver a colocarlas en el tendal hasta que acabara de secarse.
¡Tabaco!
La sola mención de dicho cultivome evoca recuerdos penosos, pero a la vez
momentos inolvidables. Recuerdo aquellos momentos en que nos juntábamos toda la
familia en el patio de la casa, en unión de otros familiares y amigos,
especialmente durante la noche, para proceder a prensar el tabaco ya seco, con la finalidad de almacenarlo, formando
el denominado “pilón”,
hasta que llegara el momento de su venta. Y, como, para que el tabaco se
ablandara y pudiera prensarse, había que “rociar con agua” el mismo, utilizando las mismas maquinas que se
usaban para sulfatar los campos.
A pesar de que fue una época difícil, no
dejo de añorar aquellos momentos vividos, las anécdotas e historias que se
contaban durante esas horas de interminablee
intenso trabajo; los chistes y cuentos, siempre sanos, que ayudaban a
estrechar los lazos familiares y vecinales.
También la cría de ganado era bastante sacrificada, especialmentepor la
dedicación que aquellos animales requerían, con constante suministro de
alimento, principalmente hierba que, había que segar en las fincas, en
su mayor parte cosechadas en régimen de medianería, acompañado de la compra de
millo molido, paja,etc. La tarea diaria de tener que ordeñar los animales,
conllevaba una dedicación total y casi absoluta. Los animales, el cultivo de las fincas, y la
dedicación a sus hijos, dejaba a nuestros padres muy poco margen de tiempo para
poder salir o disfrutar.
¿Como no recordar, aquellos momentos
vividos con mi madre o mi padre, segando
hierba para los animales? Tarea que teníamos que hacer a diario. Especialmente
en invierno, donde la crudeza de dicha estación, hacia que, estuviera lloviendo
sin cesar durante varios días, por lo que había que aprovechar los pequeños
descampados o claros, para segar aquella.
Pero, en muchas ocasiones, la lluvia no daba respiro y,
obligatoriamente, si o si, teníamos que acudir a segar la hierba, ya que los
animales necesitaban alimentarse. Recuerdo que, para ampararnos de la lluvia,
nos cubríamos la cabeza y cuerpo, con un “saco”, a veces algo mugriento, que se usaba para recoger o
almacenar las papas.
Por ello, permítanme desde aquí, dedicar un
grato recuerdo, y agradecimiento a esos agricultores y ganaderos, que, como mis
padres, durante muchos años, en momentos difíciles, con la finalidad de sacar
adelante a sus familias, invirtieron casi toda su vida, incluyendo sábados y
domingos, en el cultivo de los campos y en el cuidado del ganado.
Señalar, que la agricultura y la ganadería,
en la forma que era desarrollada en la zona por aquella época, resultaba bastante rudimentaria, y,prácticamente
manual, a base de ayudas entre los
propios agricultores y familiares, especialmente en las recogidas de los
principales productos: papas, vid, millo, tabaco, etc.
Sacrificios, que se hacían mayores, cuando
había que proceder al riego de los
cultivos, teniendo que hacer dicho cometido en la mayoría de las
ocasiones durante la noche, con la consiguientevigilancia del agua desde el
canal, supervisando toda la canalización procurando que el agua llegara
hasta la finca sin contratiempos. Por
otro lado, ante la carencia de energía eléctrica, y apenas linternas, el riego
en la noche se llevaba a cabo iluminándonos
con antorchas de hierro donde se usaba el petróleo como combustible, y
que en el argot popular llamábamos “jachos”. Recuerdo cuando joven,
tener que llevar a cabo dicha tarea de riego nocturno, incluso con la lluvia,
ya que, cuando esta era escasa, y se trataba solo de “un sereno”, había que aprovechar la dula de agua, para no
perderla, debido a que antes, escaseaban los estanques o depósitos de agua para
almacenarla, como abundan hoy.
Hasta hace algunas décadas, era muy frecuente
que, en cualquier casa, se complementara
el trabajo salarial, con el cultivo de algunas extensiones de terreno, o
la cría de ganado. Ello complementaba los ingresos de las familias y
posibilitaba una mejor atención a sus hijos.
Con la llegada del turismo, y
especialmente el auge de la construcción
y la hostelería, este trabajo
complementario fue decayendo, hasta prácticamente haber desaparecido en
la actualidad.
Sin lugar a duda, fueron épocas muy
difíciles, pero que, sin embargo, conservo en mi memoria con bastante cariño.
Esos momentos me ayudaron a comprender el gran amor de mis padrespara con sus
hijos, y que, para poder sacar adelante su familia, hicieron de tipas corazón,
sin apenas recursos, y pese las enfermedades que a veces les acuciaban.
Observo al Presidente de la Comisión de
fiestas, el benjamín de mi familia, y me viene a la memoria que, a la edad de
15 años, pudo presenciar, como horas antes de su nacimiento, aún en el vientre
de mi madre, pude constatar como aquella regresaba del campo con tremendo“jase de hierba” cargado a la cabeza,
y me apremiaba para que buscara ayuda, porque mi hermano estaba ya de camino. ¡Que mujeres y que madres aquellas,
aguerridas y sacrificadas como ningunas! Experiencias similares, seguro
que todos los presentes tendrán guardados en su memoria. Fueron momentos
penosos y bastante difíciles.
Por eso, la llegada de la Fiestas
Patronales constituía para todos, un motivo de distracción y alegría, ansiado a
lo largo del año.
A partir de esa fecha, concretamente por los años
70comenzó a experimentarse un cambio en el comportamiento de la sociedad
perdomera. La influencia por el auge de la industria turística del Puerto de la Cruz, motivo que muchos
vecinos cambiaron sus hábitos y se involucraran en el sector de la construcción
o de la hotelería, que les facilitaba mejores ingresos económicos.
Todo ello demuestra, que,en sus inicios, Higa, fue una zona eminentemente agrícola y pastoril, sin trazado de calles ni planes
urbanos. Aquellos primeros pobladores no se preocuparon por fundar
realmente un pueblo. Eran labradores modestos, peones encargados de la tierra, que
se fueron estableciendo de forma dispersa a lo largo y ancho del barrio,
ocupando casas de piedra y barro,
muchas de ellas cubiertas de paja, mientras otros aprovecharon cuevas y demás habitáculos indígenas.
Así se fueron estableciendo en los diversos caminos,
muchos de los cuales aún conocemos, y que posteriormente se convirtieron en
verdaderos núcleos de población, como ocurre con elCº Fuente Vieja, Callejón de
Tio Luis, Callejón del Pino, Callejón del Moñigal, entre otros.
Seguro que aún quedan algunos resquicios, de ese tipo
de cuevas. En mis años de juventud, llegue a visitar algunas de estas cuevas,
habitadas en zonas cercanas a los barrancos, y queencontraban habilitadas comoviviendas,
y otras, como lugares para guardar las semillas o productos del campo.
Esta Higa, o Perdoma,
es la que también heredaron nuestros padres y hemos heredado nosotros. Afortunadamente,
muchas cosas han cambiado, y aquella actividad eminentemente agrícola y
pastoril, ha quedo reducida a la mínima expresión.
Con la llegada del turismo a las islas, y los cambios sociales producidos con el
advenimiento de la democracia, surgieron varios movimientos asociativos que activaron y exigieron a las
autoridades locales, insulares y autonómicas, un mayor compromiso con los
ciudadanos del pueblo, a fin de dotarlo de las infraestructuras necesarias quese
precisaban para el bienestar de sus habitantes. Hoy en día, podemos comprobar
que, vivir en la Perdoma o en el Centro de la Orotava, puede depender de los
gustos de cada uno, más que de sus propias posibilidades. Extremo que antes
resultaba prácticamente imposible.
Un ejemplo muy característico lo tenemos en lo que a la enseñanza se refiere. De aquellas
dos aulas de enseñanza en la calle el Rosario y la unidad escolar existente
en la Calle José Ponte, frente a la casa de Doña Araceli, regentada por
maestros tan queridos, e inolvidables comoDon Manuel Barrera Piñeiro, Doña Pura o Don Juan José Martínez Sánchez, se ha pasado a disponer de dos grandes
centros de enseñanza, como el Colegio Santa Teresa de Jesús y el Colegio
Infanta Elena.
En la actualidad, las posibilidades
educativas de los hijos del barrio, pese a la distancia, resultan prácticamente
las mismas que la de cualquier ciudadano que viva en el Centro de la Villa. Antaño,
ir a estudiar al Instituto o a cualquier colegio de La Orotava nos parecía algo
lejano y casi imposible de realizar. ¡Y, no digamos nada, realizar estudios universitarios!
En mi caso no fue una excepción. Cuando mis
dos tías, monjas dominicas, Lourdes y Concha Díaz convencieron a mis padres
para que me inscribieran en el Colegio Salesianos San Isidro de La Orotava a la
edad de 12 años, mi angustia fue tremenda. Saber que tenía que acudir a
estudiar a La Villa era tanto, como acudir hoy a Universidad de La Laguna. Mi
mundo se limitaba a mi familia y algunos amigos de La Perdoma, por lo que
encontrarme de pronto con jóvenes de mi edad, de una cierta clase social más
estable, y especialmente el cambio que supuso pasar de una vida rural a la de
la ciudad, resultó para mí un momento bastanteinquietante.
Afortunadamente hoy, en día, ir al
instituto, ya sea al Barrio San Antonio o al Casco de La Orotava, puede realizarse
con mayor facilidad utilizando el transporte escolar, y, los jóvenes de nuestro
barrio tienen pleno contacto con el mundo exterior, no produciéndose el choque
cultural y social de antaño.
Haciendo memoria de esos momentos vividos
en las escuelas públicas de la Perdoma,
aquellos compañeros de mi épocarecordarán las enseñanzas que nos impartía Don Juan Martín Sánchez, donde se agrupaban y entremezclaban alumnos de
varios cursosacadémicos. O, la formación en clase de los alumnos,distribuidos
en tres filas de pupitres,
donde íbamos adelantando o descendiendo en los primeros puestos, a medida que
acertáramos o fallábamos en las preguntas o trabajos que nos encomendaba.
Recuerdo incluso los nombres de cada fila, Tizona, Colada (las espadas de Cid Campeador) y Cristóbal Colón.
Eran tiempos en que el turismo, aún estaba
comenzando a despuntar en el Puerto de la Cruz, mediante personas como Isidoro
Luz.Los jóvenes, apenas
salíamos del barrio, salvo unos cuantos privilegiados. La gran mayoría,
teníamos que concentrarnos en lugares de encuentro, como la plaza, alguna que otra
tasca o bar, y especialmente los que más, en el Tele-Club 2010.
Los Teleclub fueron una modalidad de local
público creado en el año 1962, y que se fue extendiendo por toda la geografía
española, hasta el punto de que prácticamente todos los pueblos disponían de su
Teleclub. Institución que llegó a
compartir importancia con el Ayuntamiento o la Parroquia. Estos
espacios públicos disponían del invento más sensacional del momento: la televisión. ¿Quién podía tener
una televisión en su casa? ¡muy contadas familias!
Para la gran mayoría de jóvenes
de aquella época, el Teleclub era casi la única posibilidad de ver la
televisión. Aunque, no todo fue televisión. El Teleclub cambió la vida social
del pueblo; allí se cantaba, se hacía teatro, se contaban cuentos, se jugaba a
las cartas, se escuchaba música y hasta se llegaron a celebrar bailes los
domingos con la participación de grupos musicales famosos de aquella época.
Igualmente,resultaron importantes las charlas divulgativas, o se aprovechaba
como lugar de lectura. No son pocos los vecinos que, como el que les habla,
descubrieron la afición por la lectura en este lugar: concretamente en la
pequeña biblioteca de la que disponía el Tele-Club 2010.
Evidentemente, nuestra
generación creció al albor de este local. Muchas horas de las tardes,
esencialmente las dominicales, transcurrían en el Teleclub. Muchos vecinos
tuvimos la ocasión de ver por primera vez la televisión en estos locales, al
margen de descubrir juegos como el parchís, el juego de la dama o incluso el
ajedrez, el juego del billar y el maravilloso e inolvidable “futbolín”.
Recuerdo los cursos de albañilería o la organización de“la antorcha olímpica”, que iba
recorriendo los pueblos de la isla.
Para los jóvenes sentarse a ver la
televisión, ver programas de TV, futbol, etc, era una de las atracciones más
importantes, y un medio de comenzar a
conectarse con el mundo exterior.
La realidad fue que la televisión, en sus
inicios, era un privilegio de muy pocos en el barrio, bien por su alto valor de
adquisición, bien porque una mayoría de las viviendas, carecían de suministro de energía eléctrica, o bien por que el
transformador existente escasamente podía suministrar luz a un cierto número de
casas del barrio. No en vano, una de las primeras manifestaciones tras el
advenimiento de la democracia a nuestro país, fue la “Manifestación de las Velas” por las calles de La Orotava el 21 de
noviembre de 1978, exigiendo infraestructuras básicas como vivienda, energía
eléctrica, agua corriente, y otras.
El Teleclub Comarcal 2010
se instaló gracias a la cesión por parte de la parroquia de lo que hoy es el salón parroquial. Pero, el progreso y
especialmente el advenimiento del turismo, con el surgimiento de las discotecas
en el Puerto de la Cruz, y otros lugares de ocio, estos centros cayeron en
desuso, dejando de funcionar por la década de los noventa aproximadamente.
La memoria me reconduce
igualmente a aquella época en que la marginación y falta de
servicios básicos en el barrio, era una patente. Extremo
que también ocurría en todos los demás núcleos urbanos de las medianías y
extrarradios de La Orotava. Esas carencias, motivaron el surgimiento de
movimientos sociales como las asociaciones
de vecinos.
Estas asociaciones que, inicialmente
surgieron hacia el año 1968 como asociaciones de afectados, tuvo su edad de oro
entre los años 1975 y 1979. Nuestro pueblo no fue una excepción y, así en el
año 1978 surgió la Asociación de
Vecinos San Jerónimo que tuvo un papel destacado en las reivindicaciones
del barrio ante las instituciones municipales, Cabildo Y Gobierno Civil.
Era alentador comprobar la gran cantidad de
personas que inicialmente participaron, tanto como directivos, socios o como
simples simpatizantes. Resultaba sorprendente constatar,la abrumadora asistencia de vecinos a las asambleas generales o junta
directivas que se convocaban. Hasta el procedimiento de elección de los
miembros de la Junta Directiva era sometido a la más estricta vigilancia del
sistema electoral vigente, con votaciones en sobre cerrado, y hasta con urnas
colocadas al efecto.
Eran épocas en que las deficitarias
infraestructuras del barrio obligaban a los vecinos a interesarse por los
asuntos del pueblo, acudían a las reuniones y se debatían concienzudamente
todos los problemas que se suscitaban. Inquietudes que luego erantrasladadas a
la Corporación Local y otros ámbitos insulares, o en su caso, para ejercitar las
reivindicaciones oportunas.
Esa participación ciudadana congregada en
torno a la Asociación de Vecinos San Jerónimo,fue clave para que se llevaran
a cabo obras de ejecución de infraestructuras de trascendencia para el barrio,
tales como llevar la luz la gran cantidad de viviendas del pueblo
que carecían de dicho suministro, incluso las diseminadas.
Tenemos con nosotros a nuestros flamantes
candidatos a Reina y Míster de la fiestas 2022, así como la Reina y Míster del
año 2019. Me supongo que todos en edad escolar. Todos habrán experimentado en
algún momento de su vida, algún corte del suministro eléctrico, y no hablo de
unos momentos, sino de horas o de días. Seguro que al acudir al colegio le
habrán pedido al profesor que suspenda los exámenes o le han indicado que no
han podido realizar o acabar la tarea, por falta de luz en el día anterior. Sin
energía eléctrica, no funciona, ni internet, ni la televisión, los móviles se
quedan sin conexión. Nos da la impresión de que el mundo de ha parado, que
hemos vuelto a la edad de piedra. Las madres no pueden hacer la comida, ni
planchar, no se puede prácticamente trabajar. Y es que hoy, nuestra vida se
desarrolla en torno a la electricidad. Todo depende ese suministro tan
increíble, como necesario que es“la energía eléctrica”.
Pues, ese suministro tan básico, que hoy
nos resulta imprescindible, y sin que el no podemos vivir, carecían de él, una
gran mayoría de los habitantes de La Perdoma y del extrarradio de La Orotava,
hasta al menos los años 1978-1980.Hasta esas fechas, nuestras madres cocinaban
con leña, con cocina de petróleo o carbón, yunas pocascon cocinas de gas. Por
la noche nosiluminábamos con “velas”
o con los famosos “quinques”.
En mi caso, recuerdo que toda mi época de estudiante de primaria, bachillerato
y hasta el segundo año de Derecho (ya en la Universidad), no tuve más remedio
que hacerlo estudiando a la luz de una
vela.
Por ello, resultó de gran trascendencia que
el Ayuntamiento, tras el advenimiento de la democracia, y con la primera
Corporación democrática,se marcaran como uno de sus primordiales objetivos llevar
la electrificación a todos los rincones de La Orotava y especialmente a los
barrios de la periferia. Cometido en el que se embarcó en cuerpo y alma, el
entrañable y gran amigo, compañero de despacho, y primer alcalde de la
democracia, Francisco Sánchez Garcia.
El acondicionamiento de los caminos,
pavimentación y ejecución de algunas calles tan importantes para su
comunicación, como el actual Camino de Arbeja. En ese sentido debemos recordar
la labor desarrollada por los propios vecinos en aquellos primeros años de la
democracia, adecentando los caminos polvorientos y pedregosos, por donde
únicamente las bestias podían transitar con normalidad. Para ello, resultó de
gran importancia la colaboración del Ayuntamiento de La Orotava, quien llego a suministrar las bolsas de
cemento y a veces, arena necesaria, para ayudar a ejecutar y adecentar
esos caminos. En este sentido,resulta obligado recordar la labor encomiable
desarrollada por nuestro queridoIsaac
Valencia, primero como concejal de urbanismo y posteriormente como
alcalde.
El establecimiento de una biblioteca pública, que llegó a tener
gran importancia en el valle e incluso a nivel insular. Inaugurada el 28 de
julio de 1979 con la asistencia del ministro D. Ricardo de la Cierva y Hoces,
y, de la que un servidor tuvo la suerte y el honor de presidir el Patronatode
la misma desde su fundacón. Biblioteca que dominaba perfectamente mi primo Juan
José Méndez Díaz, quien ejerció el cargo de bibliotecario, durante muchos años.
También resulta importante recordar la llegada
del consultorio médico, y hasta
el establecimiento de un médico fijo
en La Perdoma. Un recuerdo especial para mi buen amigo y entrañable Dr.D.
Rigoberto Cortejoso Montero.
La construcción del Centro cívico Social que tantas encrucijadas y sacrificios
conllevó, conaportación económica del proyecto y del solar por parte de la
propia Asociación de Vecinos, hasta su posterior ejecución municipal. Centro
del que hoy podemos seguir disfrutando.
Hoy, las asociaciones de vecinos han
perdido gran parte de su protagonismo de antaño. Quizás porque los vecinos
tienen cubiertas sus necesidades básicas, y añoran más,estar con su familia viendo la televisión, que acudir a reuniones
sociales. Pero ese es un mal, del que parece haberse contagiado
cualquier clase de asociacionismo en nuestros días. Hoy se ha puesto de moda,
el criticar la escasez de algunos servicios o infraestructuras, pero luego, a
la hora de ser reivindicativos o de actuar, preferimos quedamos en casa.
Por ello, es justo recordar la labor
encomiable que realizaron muchas personas dentro de esa Asociación, bien como
Presidente, Secretario, Tesorero o, como como simples vocales de zona. Personas como,Eusebio Hernández Melo con una laborde secretario durante muchos
años, y uno de los verdaderos artífices de la misma. Presidentes, como Cristóbal
González Hernandez, Juan Roberto Luis Hernández (gran amigo y
compañero de corporación en el año 1987-1990), Domingo Rodríguez López, Juan
Jose Díaz Mesa,Sebastián Rodríguez, Benito Rodríguez Hernández
y otros muchos cuya mención omito por la brevedad de este pregón.
Deviene obligado también hacer una mención
especial a la otra asociación del pueblo, La AA de VecinosNtra.Señora del Rosario,o Comunidad de Aguas.
Asociación creada el año 1963 y cuyo fin primordial has sidoy sigue siendo, el
abastecimiento de agua potable al barrio de La Perdoma. Y podríamos seguir
hablando de otras asociaciones de ámbito cultural y social de nuestro barrio,
como la Asociación Mararía, Magec, Tagoror, el Grupo de teatro “Treatruva”,
entre otros.
En el plano religioso,
cabe mencionar quepese al asentamiento de los primeros pobladores en Higa hacia
el año 1500, no fue hasta mediados del siglo XVIIcuando se comenzó con la construcción de la
Ermita, la cual estuvo terminada 1 de junio de 1696, aunque vinculada a
la Parroquia de San Juan del Farrobo. Y, no fue hasta el 18 de noviembre de
1929 cuando el obispo de la Diócesis de La Laguna Fray Albino González
Menéndez- Reigada, dispuso que en la antigua ermita, se erigiera la Parroquia Nuestra Señora del Rosario.
Ermita que, desde al menos el año 1825 ya se le conocía con el nombre de“Hermita de San
Gerónimo y Nuestra Señora del Rosario”.
La reforma de dicha Ermita comenzó en el año 1946
impulsadas por el benemérito sacerdote D.
José Ponte Méndez, dando el aspecto que tiene hoy, pese a que ha sufrido
algunas reformas posteriores, especialmente de su interior.
Respecto al valor cultural, artístico e histórico que
alberga la misma, solo voy a referirme a dos imágenes, que guardan íntima
relacióncon nuestras Fiestas Patronales: las imágenes de los santos patronos. Cuentan los historiadores: dela
imagen deSan Jerónimo, solo existía un pequeño cuadro que databa de al
menos el año 1897, y que luego resultó sustituido por la talla que poseemos en
la actualidad. Que, según parece,es una talla ejecutada en la última década del
siglo XVII, que ha sufrido sucesivas restauraciones.
La imagen de la Virgen del Rosario, imagen de
candelero, vestida de telas naturales, se habla de que fue cedida a la Ermita
de Higa, después de la desaparición del monasterio de las monjas claras de la
Orotava, ya que aparecía inventariada en aquel monasterio en el año 1862.
Respecto a su ejecutor, se le asigna al artista y escultor orotavense Fernando
Estevez, aunque este extremo no haya podido ser verificado.
La parroquia desde los primeros momentos de
su creación tuvo al frente un párroco, inicialmente D. Jesús Segurado
Paniagua, hasta que el benemérito sacerdote Don José Ponte y Méndez,
tomara posesión de la joven parroquia Nuestra Señora del Rosario, el 10 de
febrero del año 1936. Todos recordamos la amplia labor social y religiosa, no
solo por estar documentada por el escritor y buen amigo DonÁlvaro Hernández Díaz en su “Biografía del Benemérito Sacerdote D. José Ponte y Méndez”,
sino porque muchos de nosotros, aún guardamos en nuestra memoria ratos
entrañables con el mismo. La labor encomiable, tanto religiosa como social, que
este magno clérigo realizó en el barrio de La Perdoma, influyó decisivamente
sobre todos sus habitantes. ¿Quién no recuerda lasJuventudes Católicas y luego el Movimiento de Acción Católica?.El cine, que nos proyectaba en el salón parroquial, donde no
faltaba su censurada mano, que era colocada delante del foco,cuando aparecía alguna secuencia que no era
muy ortodoxa.
Al mismo, le fueron sucediendo otros muchos
sacerdotes que han dejado huella en el barrio, Don Elías Díaz Lorenzo y
su labor social. Los distintos sacerdotes Salesianos que compaginaron su
desempeño en el Colegio y, además como párrocos de La Perdoma: D. Victor,
Don Alicio, Don Modesto o, mi gran maestro y profesorD. Guillermo
Navarro, de quien profeso un recuerdo entrañable; los inolvidables
sacerdotes D. Manuel María Vega Santos y Don Juan Fernando González
Martín, hasta la llegada de nuestro actual párroco, nuestro estimado D. Julián
Aquilino Cabrera Simoza.
En plano
deportivo, al margen del futbol, nuestro barrio también ha tenido la
fortuna de conseguir logros importantes con el balonmano. En el año 1975, tras
la fundación de un equipo de balonmano masculino, llevado de la mano del
entrañable Celestino Hernández,
se consolidó un equipo de balonmano femenino que, en el año 2006 jugó en la
División de Honor Femenina. El Polideportivo que hoy lleva el nombre de ese
entrañable compatriota, nos recuerda al antaño campo de tierra que
utilizábamos para practicar al futbol, y que cariñosamente llamábamos “Las Hortigas”, dada la gran cantidad
de plantas urticantes que crecían en
sus límites.
Y, hablando del ámbito deportivo, tampoco
puedo olvidar mi participación en la fundación del Unión Deportiva Perdoma, club de futbol antecesor del actual Atlético
Perdoma. Recuerdo que por el año 1986 nos reunimos varias personas y
constituimos ante la Notaria de D. Carlos González Pedregal en la Orotava, una
sociedad deportiva, con la finalidad de instar al Ayuntamiento de La Orotava que
se preocupara y decidiera acometer las obras del actual Campo de Futbol del
barrio en Casa Nieves. Para ello fue decisiva, la labor realizada como
entrenador por nuestro amigo y compatriotaLorenzo.
Se comenzócon un equipo de infantil y
benjamín para luego pasar a disponer también de un equipo en cadete y juvenil.
Años difíciles en que se tuvo que entrenar y jugar en campos cedidos, como el
de la Cruz Santa y el Quiquirá. Hasta que, cansados de esperar, decidimos
comenzar a entrenar en el terreno adquirido por la Ayuntamiento y destinado a
campo de futbol, en Casa Nieves. Para
ello, resultó trascendente la ayuda inestimable y poco reconocida, del entonces
Presidente de la AAVV San Jerónimo, Juan José Díaz Mesa, quien prestó su
camión de forma desinteresada para traer de diversos lugares, la blandura necesaria, destinada a
preparar el terreno para poder comenzar a entrenar. De esta forma fue
como el Ayuntamiento tomo consciencia de la necesidad y decidió acometer de una
vez por todas la construcción del Campo de Futbol, del que hoy dispone el
barrio. En este aspecto recordar la
intensa labor como directivos de mi cuñado José Antonio Borges Labrador, y
otros como Calayo, Selito, etc
Fueron momentos épicos, en los que como Secretario
del Club, pude constatar la gran ilusión desarrollada por el grupo de
personas que componían la Junta Directiva, frente al poco interés de los padres
para que sus hijos asistieran a los entrenamiento o a los partidos oficiales.Recuerdo
que éramos los propios directivos, quien personalmente empleábamos nuestro
tiempo y nuestros vehículos, para buscar y trasladar a los chicos a los diferentes
campos donde se jugaba.A veces, ante la necesidad, llegábamos a transportar en
nuestros vehículos, más pasajeros de los que estaba permitidos, con el riesgo
que ello conllevaba. Los propios equipajes de los jugadores eran llevados por los
directivos a sus casas, para lavarlos y luego devolverlos limpios. Por fortuna,
hoy en día, el compromiso de los padres para que sus hijos practiquen un
deporte, como elemento integrador y de desarrollo físico y personal de los
jóvenes, como puede ser el fútbol, resulta bien diferente, yesencialmentemás
comprometido.
En el plano artístico, nuestro pueblo ha albergado artistas tan
importantes como Ezequiel de León y
Domínguez, a quien tuve el placer de conocer, el cual tenía su vivienda
y su lugar de trabajo en la Calle El Rosario, por donde pasaba todos los días
de camino a mi casa. Artista de reconocido prestigio y uno de los mejores
imagineros de Canarias. Recuerdo que siendo Presidente de la Comisión de
Cultura y Deporte del Ayuntamiento de la Villa de La Orotava inicie el
expediente para nombrarlo Villero de
Honor.Le recordamos también como Director durante varios años del Tapiz
central de la alfombra de tierra del Corpus, en la Plaza del Ayuntamiento.
Tampoco puedo olvidar, en aquellos años,
lastertulias en la zapatería de
mi tío Onelio García García, hombre
de carácter alegre, cordial y tertuliano. Primero, en el pequeño cuarto situado
a mano izquierda de la entrada al salón parroquial, y luego en otro local
propio en la Carretera General. Fue toda una institución en el pueblo.
Alternaba su profesión de zapatero con el oficio de sacristán, operador de cine.
Su zapatería,era punto de encuentro y lugar de obligado paso.
Añoro igualmente mis buenos momentos
vividos, durante aquellos años de mi juventud, acudiendo a las sesiones de cine, en esta propia sala
donde nos encontramos, antiguo Cine Perdoma, posteriormente adquirido por el
Consistorio en el año 1997. Instalación magníficamente remodelada y habilitada
como Auditorio Francisco Alvarez
Abrante, que constituye un verdadero orgullo para nuestro barrio. Vaya
mi reconocimiento a nuestro querido y estimado Alcalde D. Francisco Linares
y a su Corporación, por la extraordinaria reforma llevada a cabo, para que el
barrio pueda disponer de una instalación cultural de primer orden.
Escudriñando nuevamente
en mi memoria, revivo igualmente los momentos inolvidables en la Agrupación Folklórica Higa. Corría el
año de 1979, cuando a iniciativa de la parroquia, un grupo de jóvenes
perdomeros nos reunimos con la intención de rescatar la perdida tradición de “Lo Divino”.
Tras unos meses de
ensayo, durante el cual gran parte de los miembros aprendimos a tocar algunos
instrumentos musicales, unido a la colaboración de otros ya maestros en dichos
menesteres, decidimos salir por las calles del pueblo durante el mes de
diciembre, llevando la alegría de la navidad a los más recónditos lugares de
nuestro barrio. Recuerdo que, durante ese año, y especialmente durante los tres
posteriores, íbamos por las diversas calles del pueblo, incluso por aquellas
zonas más diseminadas, tocando y cantando los tradicionales villancicos, acabando
a altas horas de la noche.
Tras ese primer experimento, surgió la idea
de continuar y formar un grupo folklórico, y así el 14 de febrero de 1980, se decidió
constituir el mismo con el nombre de “Agrupación
Folclórica San Jerónimo”, participando en las fiestas patronales de ese
año. Luego se incorporó un grupo de baile y, a partir de ahí se fueronuniendo
otros miembros, comenzando a salir por los barrios de La Orotava y del Valle, y
participando en las Romerías de la Isla. Siempre llevando el folklore de
nuestra tierra, haciendo honor a nuestro pueblo, con aquella cancióninolvidable:
“Somos de La Perdoma, no lo podemos
negar, donde comemos pagamos, viva la fraternidad”.
A pesar mío, solo pude participar con el
grupo durante los tres primeros años, ya que luego me vi obligado a cumplir el
servicio militar, y otros menesteres me impidieron volver. Sin embargo, siempre
guardo gratos recuerdos de aquellos momentos vividos con dicha Agrupación, y
con muchos de sus antiguos componentes: Benito Rodríguez Hernández su eterno
presidente, Félix, Antonio el Curita, Antonillo, Mito (director del grupo
durante los primeros años), Miguel el Limita, y otros muchos más.
La labor desarrollada por esa Agrupación,
que luego paso a denominarse“Agrupación
Folclórica de Higa” en el año 1991, ha sido encomiable y digna de
resaltar. No solo han llevado el nombre del barrio por todos los más recónditos
lugares, sino que han mantenido el folklore canario, con una escuela propia,
donde se forma la cantera de la cual se nutre.En ella ha participado un tenor
de la categoría del compatriota Gustavo Rodríguez, hoy en los Sabadeños,
junto a su hermano Josué. Y sin olvidar, que, gracias a la entereza de
dicha Agrupación, se recató del olvido, la tradición de “Lo Divino” y la Cabalgata anunciadora de los Reyes Magos,
los días 5 de enero de cada año.
Esta es mi Perdoma, esta es la Perdoma
donde nací, donde me crie y donde viví toda mi juventud. El
pueblo del que me siento y me sentiré agradecido, donde, afortunadamente habita
casi toda de mi familia, y de donde también procede mi actual y amada esposa, Fefa.
Agradecimiento del que me hago eco, conforme
al rótulo reflejado en el dintel de una de las casas de la Marzagana que dice así:
“quien no es agradecido no es bien
nacido”.
Y, hablando de añoranzas, aún resuena en el
tímpano de mis oídos, aquellos años de niñez y juventud, cuando desde mi casa
en el Camino Chávez, especialmente al caer la tarde-noche,escuchaba con deleite el batir de las olas
del mar sobre la arena de la playa en el Puerto de la Cruz. Sonido que se
agudizaba cuando el mar estaba embravecido.
Esto, que hoy nos parece una utopía, era perfectamente perceptible en nuestro
barrio, y que desgraciadamente la contaminación acústica nos lo ha arrebatado.
Ello me hace recordar el poema de Rubén Darío en su Canción de Otoño en
Primavera:
Juventud, divino tesoro,
¡te fuiste para no volver!
Cuando quiero llorar, no
lloro...
y a veces lloro sin
querer...
Recordando la conocida canción de la
cantante y actriz,Karina, podríamos pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Sin embargo, volver la vista atrás es bueno a veces,
para saber lo que fuimos, de donde
venimos, lo que somos y lo que se espera que debamos ser. Pero, como decía el propioHarold McMillan (político británico
que llegó a ser primer ministro): “deberíamos
utilizar el pasado como trampolín y no como sofá”.
De ahí, que siempre resulte
primordial mirar hacia delante y vivir sin temor, aunque sin hacer olvido, ni
renuncia a nuestras costumbres, nuestra idiosincrasia y el carácter del pueblo
perdomero.
Para terminar, me gustaría resaltar un hecho que a
veces no tenemos en cuenta cuando se acerca la celebración de nuestras fiestas patronales.
Quizás muchos desconozcan que las fiestas patronales
de La Perdoma o de Higa, tienen un carácter
ancestral.Según
comenta el memorialista Anchieta y
Alarcón, el entonces obispo Fray Juan de Toledo, “el 17 de agosto del año de 1663 dotó la festividad
de San Jerónimo, con misa, sermón y procesión”.
Y, como recoge el historiador D. Manuel Rodríguez
Mesa, también se dejó establecido: “que
la misa sería cantada, con diacono y subdiácono y sermón, y que la procesión
habría de ir de forma tal con crus alta por las callesques costumbre la mañana
de pasqua de Resurección”.
Respecto al presupuesto de esas primeras fiestas se señala
que alcanzó la cifra de “ciento vente
reales”. E igualmente, está documentado quela primera festividad
tuvo lugar el día treinta de septiembre
de 1.668, añadiéndose que “así
sería en adelante, perpetuamente, para siempre jamás”.
Según parece, esas primerasfiestas y la
correspondiente misa en honor de San Jerónimo, se llevó a cabo en la Iglesia de
la Concepción hasta que fuera acabada la Hermita de Higa. Ermita que estuvo
terminada el 1 de junio de 1696, como ya he indicado anteriormente.
Todo ello acredita, que estas fiestas que hoy iniciamos.se encuentran arraigadas en la costumbre y
carácter de nuestro pueblo, y documentadas desde hace más de 354 años,(habiendo sido la primera,
como he indicado en el año 1668). Y, corresponde a los vecinos y autoridades,
conservar, mantener y celebrar las mismas, con el esplendor que se merece, como uno de los signos distintivos de la
identidad del Pago de Higa o La Perdoma.
Solo me resta, desearle como lo hiciera el escritor
más universal D. Miguel de Cervantes, en su inmortal obraDon Quijote de la Mancha:Gozad del júbilo de estos días
como de un remanso de paz activa, de hermandad creciente, de poseída o
prolongada juventud. «Hasta la muerte todo es vida».
Perdomeros, intentemos disfrutar de estas fiestas con
salud, buena armonía, suma cordialidad, y respeto mutuo. Y mis mejores deseos
de paz y alegría para todos.
VIVA SAN JERONIMO
VIVA LA VIRGEN DEL ROSARIO.
La Perdoma-Pago de Higa, a 29 de septiembre de 2022…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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