Fotografías del amigo desde la
infancia de la calle El Calvario de la Villa de La Orotava; Carmelo
Santos Villar.
Biografía compartida con la pagina nivariense digital.
Conocí a don Jacinto Barrio Acosta cuando se hizo cargo del templo
Parroquial y Matriz de Nuestra Señora de la Concepción de la Villa de La
Orotava, acontecimiento que sucedió, tras el fallecimiento del recordado
sacerdote y párroco don Leandro Medina Pérez, en el año 1976.
Desde entonces realizó en la parroquia villera, además de párroco el de
arcipreste del distrito.
Muy amigo de las actividades religiosas, destacó por el querer de procesionar
imágenes, con lo que fortaleció la Semana Santa de la Villa y la magna
procesión del Corpus el jueves de las Alfombras.
En su etapa villera sobresalió en el recatar conjuntamente con el doctor
don Buenaventura Machado Melián, la hermandad de la Vera Cruz y Misericordia
una de las más antigua de la Villa de La Orotava.
Antes de ejercer su labor pastoral en La Villa de La Orotava, había
ejercido en diferentes parroquias de la provincia tinerfeña; Alajeró y Playa Santiago en la isla de La Gomera. Desde
allí pasó a ser párroco, durante varios años de la década de los sesenta del
siglo pasado, de distintas comunidades de Taco: S. Albino, S. Jerónimo, el
Sobradillo, S. Luis.
De la Villa de La
Orotava en el año 1994, pasó a ejercer su labor pastoral a la histórica
parroquia de San Francisco de la Capital tinerfeña, como párroco y vice
arcipreste en donde siguió potenciando la Semana Santa, y desarrolló la famosa
procesión del Cristo o Señor de las Tribulaciones, que pasea por las calles
chicharrera del histórico Barrio Toscal, los martes Santo, bajo los acordes de
la famosa marcha de Puccini “EL ADIÓS A LA VIDA” (TOSCA), que interpreta la Banda
de Música Municipal de la Capital.
Don Jacinto nació en
Tacoronte en 1934. Hijo de Encarnación y Manuel. Fue ordenado presbítero en
Salamanca en marzo de 1959. Adema leyó el pregón correspondiente a Las Fiestas
Mayores de la Villa de La Orotava.
Fue Profesor del
seminario y de otros centros educativos y consiliario de los jóvenes de Acción
Católica
Un hombre bueno, un
gran comunicador, y un sacerdote muy entregado a la causa y al ayudar a todos,
siempre decía que quería morir con las botas puestas.
Desde su jubilación en
el año 2022, vivió en el Sauzal en la Casa de Acogida Madre del Redentor. Y
desde ahí partió para la casa del padre, donde seguro descansa, con toda su
naturaleza religiosa, de amor, fe y misericordia.
Don Jacinto un abrazo
y hasta siempre.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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