Muy de madrugada cuando ya me disponía a cerrar el
ordenador, aparece una triste noticia en mi móvil a través del whassap, de la
amiga y convecina de la Villa Elvira Gutiérrez, que acababa de fallecer su tío
Ulpiano.
Convecino de toda mi vida en la calle Calvario de
la Villa de La Orotava, tanto Ulpiano como sus hermanos; Eduardo y Jesús
“Borbolla”, y otros convecinos del lugar; Julito Villavicencio, Reinaldo Lima,
los hermanos Augusto y Juanillo Santos, solíamos vernos en la plaza de Franchi
Alfaro, donde tertuliábamos el pasado de todos los aconteceres villeros.
Ulpiano Gutiérrez Delgado nació en la Villa de La
Orotava en el año 1931 y falleció en la misma Villa el 9 de enero de 2024 a los
93 años de edad.
Muy conocido entre los orotavenses, puesto que
toda su vida la dedicó al mundo del Taxi, empezando con aquellos servicios de
piratería a la capital tinerfeña y terminando como taxista ejemplar.
Me contaba que le estaba muy agradecido a mi padre
Juan Álvarez Díaz, por haberle financiado la compra de su primer
automóvil marca Pegout.
Ulpiano era el cuarto hijo del matrimonio formado
por Juan Ulpiano Gutiérrez (camionero) y Concepción Delgado (ventera); Eduardo,
Jesús “Borbolla”, Carmita y Ulpiano Gutiérrez Delgado.
Contrajo matrimonio con la dama villera Maruja
Martín Salcedo, con la que tuvo dos hijos Carmen y Ulpiano Gutiérrez Martín.
Empezó a trabajar de taxista con el automóvil que
adquirió su hermano Jesús que conocíamos en el mundo del futbol por “Borbolla”,
hasta que adquirió su propio vehículo.
Tenía la peculiaridad, de limpiar su vehículo, con
un cubo de agua y una simple gamuza, nunca empleó manguera, ni siquiera cubrió
el coche de agua.
Estudió en el colegio de la Villa de La Orotava San
Isidro con los hermanos de la Escuela Cristiana la Salle.
Jugó al fútbol en los campeonatos adheridos, primero
en el San Sebastián y después en el Calvario, su demarcación fue de lateral.
Perteneció a la Peña El Llano para ir al estadio
de Heliodoro Rodríguez López a ver el CD. Tenerife, para ello ponía a
disposición de la Peña su propio Taxi.
A titulo anecdótico, ya retirado del Taxi, aparcó
su coche en la avenida Sor Soledad Cobián de la Villa, parece que lo tenía mal
aparcado, cuando fue a retirarlo, se encontró sorprendentemente, que los
agentes municipales le habían multado, además se disponían a subirlo a la grúa
municipal y llevárselo. Ulpiano eufórico gritaba sin parar, tanto que su voz de
tenor casi de barítono se oía desde el Estadio Municipal Los Cuartos y su
Barrio anexo.
Ulpiano un hombre bueno, un excelente taxista de
la vida, un comunicador extraordinario, esposo y padre sobresaliente y un amigo
íntegramente familiar.
Hacía tiempo que no lo veía, espero que en ese
camino hacia la eternidad, disfrute de su merecido descanso, puesto que en ese
lugar predomina la paz y la misericordia.
Un abrazo, hasta siempre.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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