El amigo de la Villa de La Orotava ISIDRO FUENTES MELIÁN
“MÉDICO” remitió entonces (11/03/2024) estas notas y fotografía que tituló “AZÚCAR. DIABETES. OBESIDAD. (I DE
IV)”: “…El azúcar corriente que
usamos en la mesa es un edulcorante disacárido que se llama Sacarosa
compuesto a su vez por dos monosacáridos : la Fructosa (que es el azúcar de las
frutas) y la GLUCOSA, con mayúsculas pues es una sustancia esencial para la
vida. No se puede vivir sin Glucosa-
Cuando tu tomas glucosa, el
organismo, siempre previsor, la asimila pasándola a su medio interno sin otros
requisitos porque “sabe” que es algo muy bueno, que debe estar circulando por
nuestra sangre en una concentración determinada todos los días y todas las
noches a lo largo de toda nuestra vida…. Nuestro corazón y,
especialmente, nuestro cerebro se lo agradecen. Cualquier otro edulcorante,
incluyendo la Fructosa, tiene que pasar por la “aduana” del hígado, que recicla,
limpia rigurosamente la entrada de lo que es bueno y manda a la basura todo lo
que pueda perjudicar.
Si la glucosa que entra
es más de la necesaria para aquel momento concreto, no te hace daño alguno pues
el organismo la almacena en su “despensa” en plan ahorro….. La despensa
tiene tres “recipientes” para guardar la glucosa. Dos “recipientes” son
el hígado y los músculos en donde se guarda la glucosa en forma de
Glucógeno. Si estos dos sitios se llenan hasta rebosar porque sigue entrando
glucosa y sigue circulando en exceso por el organismo, que no quiere
perder ni una gota de ella, la almacena en el tercer recipiente que es el
tejido adiposo y lo hace, groso modo, en forma de grasas lipídicas y
triglicéridos. El organismo no se libera de la glucosa que está sobrando, sino
que la almacena por si en el futuro pudiera escasear. ¡¡ Es como un seguro de
vida !!
Culpar a la glucosa de la
diabetes es como si el coche se para porque tiene un defecto de fábrica en el
conducto de la gasolina y culpas a la gasolina….Si en “la estación” ( el
comedor) sigues echando gasolina porque el coche no arranca pues la que ya
tiene no le llega al motor, (el cuerpo, con urgencia, te pide
dulces…) terminará derramándose por “rebosamiento” (la glucosa aparece en la orina).
Cuando esto ocurre
empiezas a sentirte mal y vas empeorando según la glucosa en sangre va subiendo
al tiempo que va apareciendo la abigarrada sintomatología tan conocida de la
Diabetes Descompensada. Si en ese momento utilizas la insulina, al mismo tiempo
que va bajando la glucosa en la sangre se establece una mejoría clínica muchas
veces muy llamativa. ¡¡ Mejoras no porque baje la glucosa en la sangre sino
porque LA UTILIZAS!!
Es decir, el coche,
al utilizar “la insulina”, que sería el mecanismo que “destupe” el tubo
de la gasolina para que llegue al motor, el motor se pone a funcionar, el
coche camina y tú te alegras. No porque baje la gasolina que está rebosando,
sino porque la utiliza. La mejoría del enfermo no se debe a que descienda la
glucosa en sangre, sino a que la utiliza como su fuente principal de energía.
Al enfermo se le quitan sus apetencias por lo dulce, se siente con ganas
de moverse y con fuerzas para levantarse de la cama y caminar.
Decíamos que la glucosa en
sangre como bien esencial debe permanecer entre ciertos niveles (0,80-1,20
mg/cc.) las 24 horas del día, día y noche, todos los santos días de tu
vida por muy larga que sea. Eso ocurre con ciertos parámetros esenciales para
la vida: la temperatura, el Ph (entre 7,35/7,45) para el equilibrio entre lo
ácido y lo alcalino, los electrolitos(Na+, K+, Ca+) para que el corazón lata
sin minutos de descanso, el oxigeno y, naturalmente la glucosa. Todos estos
parámetrtos están en permanente vigilancia, como si estuvieran de guardia, para
detectar y corregir cualquier cambio que ponga en peligro la vida.
Azúcar de la mesa; del azucarero.
Siendo la glucosa fuente de
energía ¿por qué está incluida en este sistema de vigilancia permanente? Por
nuestro sensible y complejísimo cerebro, nuestro Sistema Nervioso Central, que
requiere un flujo constante de glucosa. Y, ojo, pues no le importa que ese flujo
aumente, lo que sí le “aterra” es que disminuya. Cuando la glucosa en sangre
baja de 0,80 uno se siente muy mal y si sigue bajando pronto se pierde el
conocimiento y se entra en coma Hipoglucémico con claro peligro de
muerte inminente. Si en ese momento usted inyecta lentamente en la vena glucosa
isotónica ( Glucosmon, en mis tiempos) el paciente se “despierta” incluso antes
de que usted termine de inyectarla. La familia queda admirada, como si se
tratara de un milagro, pues pensaban en la muerte ( mas o menos como
la de Lázaro ante sus hermanas Marta y Maria) y usted, médico, que, según
inyectaba la glucosa, estaba rezando para que despertara, queda como un dios,
en minúsculas, con ganas de tocar las campanas y echar unos voladores en medio
de la fiesta, en la que participan la familia y…..los vecinos
del barrio…..¡Para el médico hay pocas cosas tan gratificantes!
Muchas personas, más en mis
primeros años de 1970- 90, consideraban a la glucosa como un veneno que si
alcanzaba ciertos niveles en sangre se corría el riesgo de un “ataque”, poco
menos que mortal o que te dejaba ciego o que te amputaría una pierna, y corrían
al médico angustiados. Yo les explicaba que las subidas del azúcar en sangre
siempre “avisan” pues según ocurren hacen que el diabético vaya empeorando dia
a dia mientras la glucemia va subiendo hasta alcanzar un nivel que te postra en
la cama. Claro que debes ir al médico, pero no se trata de una urgencia
estricta ya que el verdadero peligro que es el Coma Diabético, en términos
generales, tarda unos días en instaurarse y antes alarma y avisa al
paciente y a familiares y conocidos.
Sin embargo la hipoglucemia,
que se desencadena en pocos minutos, sí que es una urgencia. De ahí que a los
diabéticos en general, pero especialmente a los Tipo 1 (antes se les decía
Insulinodependientes) sí les advertía de sus peligros e insistía mucho en que
la glucosa, lejos de ser un “veneno” era un bien absolutamente necesario para
el organismo. Y esto se los resumía a ellos con un eslogan: “la glucosa no te
hace daño porque la tengas en la sangre, sino cuando tu cuerpo es incapaz de
utilizarla”.
Isidro Fuentes Melián.-
Médico.
Marzo 2024…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario