martes, 21 de mayo de 2024

UNA FOTOGRAFÍA PARA EL RECUERDO


 

El amigo de la Villa de la Orotava, compañero de pupitre en el colegio de San Fernando; AGUSTÍN RODRÍGUEZ GARCÍA, remitió entonces (21/05/2024) esta inolvidable fotografía en color del homenaje al que fue Colegio de San Fernando de la Villa de La Orotava, en las figuras de sus fundadores los hermanos maestros nacionales Maximino y Fernando Álvarez Árbelo..

El Colegio de San Fernando de la Villa de La Orotava, estaba situado en la calle de San Francisco, frente a la casa de Los Balcones, la que hoy conocemos por la Casa del Turista.

Mansión número 4 de la Calle de San Francisco de la Villa de La Orotava, conocida por la Mansión Molina. Edificada por Francisco de Molina y López de las Doblas, ubetense establecido en La Orotava, donde casó el 31 de agosto de 1593 con Isabel de Lugo y Valcárcel, hija del regidor Francisco Benítez de Lugo y de su segunda esposa, Isabel de Cabrera.

Tiene dos plantas, en su fachada destaca la portada plateresca de cantería, de líneas sencillas, con pilastra cajeadas, sobre las que aparecen círculos. El balcón descubierto, muy estrecho y de bellos balaustres torneados, tiene base de cantería con dos remates laterales.

En la década de los años cincuenta y sesenta del siglo XX, estaba ubicada en la parte baja a la izquierda el Colegio de San Fernando, En la portada central Talleres de Bordados y Calados de Doña Eladia Machado, a la derecha la vivienda de don Manuel Hernández y familia. Y en el segundo piso la vivienda del recordado practicante sanitario don Pedro Melián y señora.

El colegio de San Fernando fue promovido al principio de los cincuenta del siglo XX por los hermanos maestros Nacional; Maximino y Fernando Álvarez Árbelo.

Contaba de una sola aula, mixta en distintos niveles, desde el párvulo hasta segundo de bachillerato, además contaba con clases de contabilidad y mecanografía.

En principio en horario diurno de 9 a 12 horas y tarde de 14 a 16 horas, solo para masculino, lo trabajaba Don Fernando Álvarez Árbelo. Y continuaba desde la 16 hasta las 19 horas con las féminas. Y nocturno para alumnos que trabajaban de 19 horas a las 21 horas atareado en principio por don Maximino Álvarez Árbelo y finalmente don Fernando Álvarez Árbelo.

Al mediado de los cincuenta don Maximino Álvarez Árbelo, deja la enseñanza para hacerse cargo de la gestión del Jardín del Marquesado de la Quinta Roja. Su hermano Don Fernando Álvarez Árbelo, se hace cargo totalmente de los tres turnos. Hasta el final de los cincuenta, las féminas pasan a un aula en su domicilio particular en el Barrio orotavense “Los Cuartos”, con su señora doña Juana.

El Colegio de San Fernando desaparece como tal, al mediado de los sesenta del siglo XX, debido que Don Fernando Álvarez Árbelo y su señora, se integran por oposiciones en las Graduadas de La Concepción.

Muchos fueron sus alumnos desde el comienzo de su actividad, y muchos se integraron en el mundo laboral, con suficiente preparación, así como otros llegaron a graduase en carreras universitarias.

Formé parte del alumnado de dicho centro docente hasta el primer curso de bachiller. Para hacer segundo de bachiller pasé a la Academia Mercantil Atlántida de la calle El Calvario y poder estudiar el idioma francés. 

Y a partir de ahí me reincorporé de nuevo al Colegio de San Isidro y terminar el bachiller superior y revalidas

Hablo de reincorpórame al Colegio de San Isidro, debido a que una vez cumplido el parvulario en el Colegio de la Milagrosa con Sor Dolores Borges, me matriculé en la clase Chica del Colegio de San Isidro, pero la abandonaba llorando y con depresiones.

Mi padre Juan Álvarez Díaz, me puso en San Fernando por la amistad que tenía con los hermanos Maximino y Fernando Álvarez Árbelo, ya que en casa no me podía quedar.

Mis recuerdos en san Fernando fueron imborrables, de una trayectoria ascendente en la enseñanza, unos compañeros magníficos, muchos de ellos me acompañaros posterior a terminar el Bachillerato en el Colegio de San Isidro. Recuerdos imborrables, de la pizarra en la esquina izquierda del aula, el despacho de don Fernando en el centro, una pequeña imagen de San Fernando ubicada en un pequeño retablo en la pared del lado sur. El aseo a la derecha y una ventana enorme con cristales opacos, que nunca se abría, pero entraba la suficiente luz natural del patio allí existente.

Don Fernando Álvarez Árbelo, fue un gran profesor, que se preocupaba de que sus alumnos aprendieran, no solo la docencia, sino también a ser hombres de provechos y del futuro. Para mí fue el mejor profesor y persona que he tenido en la vida.

Esta inolvidable fotografía tomada en las escalinatas de la plaza del Ayuntamiento de la Villa de La Orotava.

En un día grande, en el que se homenajeó a dos maestros ilustres; Don Maximino y Don Fernando Álvarez Árbelo, fundadores del Colegio de San Fernando de la Villa de La Orotava.

Todos los que fueron sus alumnos, participaron en este gran acontecimiento en los noventa del siglo XX.

Evento que consistió en celebrar una santa misa en el templo parroquial y matriz de Nuestra Señora de la Concepción, a continuación fotografía común en el ayuntamiento y un almuerzo en Casa de Cándido en La Perdoma.

En este emotivo acto se recordó el paso por el mencionado colegio, los recuerdos y las anécdotas.

Ilustre lugar villero, donde sus alumnos se formaron como hombres y mujeres de provecho y del futuro.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

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