El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR
GARCÍA LLANOS, remitió entonces (01/05/2024), estas notas que tituló; “EL
SIEMPRE ENTUSIASTA GREGORIO DORTA”: “…La luminosa
mañana del festivo se tornó oscura hasta aturdir los sentimientos y el
intelecto. Sabíamos de su enfermedad y de su internamiento hospitalario pero
jamás sospechamos del fatal desenlace. Las primeras torpes palabras que nos
pidieron para una emisora de radio acentuaron el impacto hasta el desconcierto.
Dejamos de redactar la entrada que en ese momento estábamos preparando, era
imposible seguir, a sabiendas de esta otra que nunca hubiéramos querido
escribir.
Porque Gregorio Dorta Martín –a
quienes algunos afectuosamente llamábamos Parrado, en memoria de un periodista
deportivo discípulo de José María García en sus tiempos de la SER- reunía los
ingredientes de una personalidad tan heterogénea como entusiasta, plena de
inquietudes, entre ellas las comunicativas y las literarias. La suya, en
efecto, es una trayectoria que pasó por la gestión turístico-hotelera,
desempeñada en varios establecimientos de la localidad, pero, sobre todo, en
varios medios de comunicación en los que se abrió paso también de forma
autónoma, esforzándose en aprender y desarrollarse con ánimo decididamente
emprendedor.
A Dorta le dimos la oportunidad
de ir cubriendo un espacio en los tiempos de Radio Popular de Tenerife,
dirigida por José Siverio Pérez, allá a finales de los años 70 y comienzos de
los 80 del pasado siglo. Se familiarizó pronto con la información deportiva, no
en vano él había practicado fútbol y baloncesto. Fue ampliando su radio de
acción que tenía su centro operativo en el núcleo de La Vera, donde era un
asiduo visitante del viejo campo que llevaba el nombre del malogrado presidente
Salvador Ledesma y de su versión neoconstruida pegada a la autovía del norte,
hasta que dio un salto en las coberturas, no solo territoriales, sino en las
propias disciplinas deportivas: pronto hizo crónicas de balonmano y waterpolo,
mientras seguía acumulando puntualmente los resultados de todas las categorías.
Forjó una estrecha amistad con destacados jugadores juveniles del Vera:
Gerardo, Susi, Tomás…, una especie de núcleo duro que se proyectó con genuino
espíritu deportivo.
No es broma lo de
emprendedor: probó con otros dos compañeros, José Manuel Martín y
Pedro Ángel Gómez Barreto, una aventura editorial como fue aquella publicación
efímera titulada ‘Peñón Deportivo’. Luego vinieron otros productos
audiovisuales en los que, sin alardear, con sello propio, demostró que también
podía estar a la altura de las exigencias de la sociedad de nuestros días. Goyo
Dorta impulsó los cambios en el consumo de la información deportiva de la
vertiente norte de la isla. Y en ellos se notaba su afán por ampliar los
límites y los escenarios: hizo información en cadena, se esmeraba cuando habría
de informar sobre los representativos en fútbol y baloncesto o dar cuenta de
algunos acontecimientos deportivos de alcance. Era frecuente verle con sus
cámaras en citas deportivas, principalmente en los momentos previos o
posteriores para recoger impresiones que luego se podían seguir desde las redes
sociales en la que también se hizo un partícipe destacado.
Hasta que materializó uno de
los grandes sueños de su vida: publicar un libro. En silencio, se fue haciendo
un lector empedernido. Le apasionaban los episodios históricos, algunos de los
cuales dimensionó con generosidad, como el que relató en su último libro,
recientemente presentado en las orillas del muelle pesquero del Puerto de la
Cruz: ‘¿Quién mató al cartero?’, un crimen, no esclarecido, que investigó con
testimonios autorizados. Preparaba una próxima publicación dedicada a
Segismundo ‘Tito’ Del Pino Real, ídolo futbolístico local.
La noticia de su fallecimiento
revistió un gran impacto social hasta hacer que la luminosa mañana quedara
envuelta por la tristeza y la melancolía. Las honras fúnebres tendrán lugar al
mediodía de jueves…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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