Fotografía referente a un servidor de meses de edad, en los estudios de los
desaparecidos e inolvidables “FOTO PORTERO” (oriundos de Chile) de la calle El
Calvario de La Villa de La Orotava. Precisamente es mi hermana Fina la que me
sostiene por detrás, en la trastienda de los estudios.
El siete de julio de aquel lejano año de 1950, un servidor hacía su presencia
en este Mundo. Mi recordado y querido padre Juan Álvarez Díaz hasta ese momento
solo había tenido tres hijas, esperaba el varón, claro en su estación de
servicios y suministros en la calle El Calvario de la Villa de La Orotava,
entonces centro neurálgico de industriales, comerciales, taxistas y camioneros
de la Villa, disfrutaba de aquel gol impresionante que DON MATÍAS
PRATS había narrado por la radio desde esa gran ciudad brasileña
“Maracaná” y el siete de julio del mismo año nacía su único hijo varón (un
servidor).
Para poner mi nombre se reunieron en una bodega de la Villa Arriba
–Farrobo; mi padre Juan Álvarez Díaz, mi abuelo materno Bruno Abréu Rodríguez,
don Lorenzo Hernández Castro y don Manuel "Taño" del Puerto de la
Cruz, después de un inmenso debate entre ellos y el vino, sabroso de
verdad, no llegaron a un acuerdo, por lo que en la primera votación querían
ponerme el nombre de los cuatros allí presente, pero al final mi padre en
homenaje a mi abuelo materno y padrino, dijo el niño se llamará BRUNO JUAN y
punto.
Por lo que el siete de julio de 1950, se narró ese acontecimiento del gol
de vasco español y la historia de los Sanfermines, porque ambos están
relacionados con mi vida.
En Maracaná, uno de los templos del fútbol brasileño, se vivió uno de los
momentos más recordados de la historia de La Roja. El 2 de julio de 1950, se
enfrentaba España con Inglaterra en el último partido perteneciente al Grupo 2
del Mundial. En la primera parte, el resultado acabó 0-0. A los tres minutos
del comienzo del segundo tiempo, un gol se grabó en la memoria de los
aficionados españoles.
Ramallets, nuestro portero, saca con la mano y le pasa el balón a Gonzalvo
II. Éste lo cede a Gaínza, quien a su vez combina con Panizo, que pasa a
Puchades. Sin embargo, el medio inglés Wright intercepta el avance del ataque
español. Alonso recupera el balón y centra el balón al área inglesa. Gaínza
asiste con la cabeza de manera genial a Telmo Zarra, que con un sutil remate
con su pierna derecha, envía el esférico al fondo de la red de la portería
inglesa.
Era el decimocuarto gol del delantero del Atleti de Bilbao con la selección
española. En total, Zarra jugó 20 partidos como internacional y marcó 20
tantos. Su promedio es de un gol por partido, una cifra récord.
Alineación del combinado español 1950: “…Ramallets;
Gabriel Alonso, Parra, Gonzalvo II; Gonzalvo III, Puchades; Basora, Igoa,
Zarra, Panizo y Gaínza.
Una jugada para la historia. El tanto marcado por Telmo Zarra tuvo un
valor increíble para la selección española. En su partido contra los ingleses,
España se jugaba el primer puesto del Grupo 2. Ganar significaba seguir en el
Torneo. Una derrota podía ser la eliminación definitiva de la selección
española de fútbol…”
Los sanfermines tienen un origen que se remonta varios siglos, aunque su
fama mundial es un fenómeno reciente, vinculado también a la difusión que les
dio EMERT HEMINGWAY (desde la Villa de La Orotava, un homenaje a este gran
hombre de las letras universal); se trata de unas fiestas singulares y, sin
duda, el acontecimiento por el que más se conoce a Pamplona en el mundo. Su
fisonomía actual, cosmopolita y multitudinaria, es el resultado de una lenta
evolución histórica cuyos orígenes se remontan a la Edad Media.
El escritor universal estadounidense EMEST HEMINGWAY fue uno de los que
contribuyeron a propagarlos mediante su libro FIESTAS.
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
Tus publicación son muy confortable
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