domingo, 10 de septiembre de 2017

LA PLAZA DEL CRISTO DE TACORONTE EN EL TIEMPO



Fotografía referente a la plaza del Cristo de Tacoronte y su legendario acceso por el antiguo camino sin arreglar, aún de tierras y piedras. Principio del siglo XX.

La Iglesia del Santísimo Cristo de Tacoronte es la construcción de mayor porte e importancia, a la que se supeditan el resto de su entorno próximo. Su fachada norte y principal está trabajada en cantería fina, esta particularidad le brinda monumentalidad, escenografía, composición, significado y buenas perspectivas. La venerada imagen del Santísimo Cristo de Tacoronte, es la segunda imagen cristología más venerada de las Islas Canarias tras el Santísimo Cristo de La Laguna.
La bella fachada tiene dos gárgolas semejando fantásticos dragones. La obra de Domingo Rodríguez Rivero, en cantería, luce sobre la puerta el escudo de armas de los Pereyra de Castro, de origen portugués y antiguos patronos de la iglesia. La estatua orante del fundador de la iglesia Tomas Pereyra de Castro y Ayala, figura en la capilla mayor, quien trajo a la isla la imagen del Cristo que se ve en el retablo.
La Iglesia consta de tres naves con altos arcos en cantería del país; en la orfebrería que alberga la capilla mayor destacan el frontal del altar y el tabernáculo  excelentes obras que el canario Juan Domínguez ejecutó en la segunda mitad del s. XVIII.
El convento, con sus naves y claustro anexo al templo, también presenta su fachada principal por su cara norte, en el mismo plano y a continuación de la fachada de la iglesia que a través de un arco de cantería central ubicado en el eje de sus paramentos encalados, brinda con la fuerza e importancia de la fachada del Cristo, un conjunto armónico, integrado y a la vez diferenciado en sus usos históricos. Se caracteriza también esta fachada por la sobria distribución y juego de las masas trabajadas en la piedra, que constituyen el frente principal de la iglesia, conjugada con la ligereza de los paños encalados, huecos de madera de tea y cubiertas de teja como indicadores de la arquitectura canaria tradicional. Se juega con la rotunda fuerza de la textura y el color de la piedra en contraposición a la humildad de la cal y la teja que conforman el resto de sus fachadas, con toda la carga de significado, orden y jerarquía que ello conlleva, si bien se echa de menos el alero tradicional.
La ciudad de Tacoronte en el año 1911 el Rey Alfonso XIII le otorga el título de Ciudad a raíz de un viaje que realizó el monarca a las islas y visitó Tacoronte. El núcleo principal y más poblado es el barrio de "La Estación", centro neurálgico y comercial del municipio, pero también existen otros caseríos o barrios importantes como  Agua García. El Pris, Mesa del Mar, Guayonge, La Caridad, Los Naranjeros, Juan Fernández, Santa Catalina entre otros.
El municipio de Tacoronte hoy en día se encuentra dividido en dos zonas, una cercana al mar, la ciudad de Tacoronte y en la costa los barrios de El Pris y Mesa del Mar, y otra zona, limitando con los municipios de El Rosario, La Laguna y Sauzal en el monte, como centro la localidad de Agua García, en la cual se puede encontrar una reserva de laurisilva muy importante.
El Monte de Agua García alberga especies arborescentes de la laurisilva como laureles, brezo, mocanes, viñatigos, madroños entre otras especies. Musgos, ranúnculos, siemprevivas, freseras, violetas e innumerables helechos crecen por todas partes a la sombra de estos grandes árboles. En medio de esta vegetación, habitan pájaros como mirlos, palomas, rabiche, y turqué, pinzones, tintillones, así como currucas, canarios y muchos otros.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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