La amiga de la Villa de La Orotava; ROSA
ELVIRA HERNÁNDEZ, remitió entonces (15/11/2019), esta interesante fotografía
del final de los sesenta y principio de los setenta del siglo XX. Referente al
adiós de dos edificios emblemáticos, de la Calle El Calvario de la Villa de La
Orotava; El del Instituto de Previsión y el de los herederos: Méndez – Jiménez.
La panorámica tomada en el cruce de la
Avenida Canarias (José Antonio) y la calle Calvario, observamos en primer lugar
al recordado agente municipal “Marcelino” (buena persona, padre de dos
futboleros del UD. Orotava; Marcelino y Julián).
Los kiosco de la zona: el de la
oficina de los taxistas (antes churrería de Amaro) y arriba el Kiosco “Pelayo”,
que vendía de todo según las épocas; Navidad – Reyes, Carnavales y Fiestas
Mayores. Pero sobresalía en el punto de mira de las golosinas del mundo
infantil de entonces.
Aparecen los automóvil de la época: El
Renault (cuatro lata que le llamábamos) y el Sinca de las autoescuelas villeras.
El Bar Parada en su segundo inmueble
con su toldo verde y el Pico Teide nevado.
Una estampa para recordar el pasado de
la Villa de La Orotava.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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