domingo, 5 de enero de 2020

ANTONIO PÉREZ BETHENCOURT Y LA VENTA NUEVA (I)


El amigo de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ. Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna remitió entonces (06/01/2020) estas notas y fotografías que tituló “ANTONIO PÉREZ BETHENCOURT Y LA VENTA NUEVA (I)”.
Publicada en DIARIO DE AVISOS, el 5 de enero de 2020: “…Introducción
Hay perfiles biográficos que, por sus propias circunstancias, nos aproximan al conocimiento del entorno desde diferentes puntos de vista y cuyo análisis, si no se realiza, se deja de conocer una parte de la realidad más próxima. Ello sucede cuando nos acercamos a la vida del orotavense Antonio Pérez Bethencourt. Con una memoria privilegiada, voz pausada pero firme en sus respuestas, cierto toque de ironía en algunos comentarios y, un sentido del humor que expresa con leves sonrisas, Antonio, a sus 87 años, nos traslada ante la evolución de su municipio natal desde sus vivencias. Un testimonio que, fundamentalmente, permite conocer el trabajo desarrollado durante décadas en La Venta Nueva, en el negocio creado por su padre y en el que trabajó siempre en compañía de su recordado hermano, Camilo Pérez Bethencourt. Ambos, como parte de una segunda generación, continuaron en la senda de proyección y difusión de tal espacio a lo largo de nuestro territorio, con iniciativas que lograron salir adelante con gran esfuerzo. Acudimos hasta él en dos ocasiones en compañía del amigo y secretario de la ACH de Tenerife, Hans Kamella. Tras algunas horas de conversación, intercambio de impresiones y un agradable almuerzo le prometimos a Antonio, a su esposa Lala y a su hijo Eduardo, ir hilando el contenido que el lector tiene ante sus ojos. 
Primeros años de vida y formación
Antonio nace el 7 de marzo de 1932, en el municipio de La Orotava, siendo hijo del matrimonio formado por Pedro Pérez Perera (natural del Puerto de la Cruz y hermano de la madre del memorialista portuense, Melecio Hernández Pérez) y Matilde Bethencourt Miranda (hermana de José Bethencourt Miranda, primer guía oficial de El Teide). Ocupa la última posición de cinco varones. En su memoria, con inevitable nostalgia y algunas lágrimas en los ojos, se agrupan las vivencias cuando se le pregunta por sus hermanos mayores; todos ellos ya desaparecidos. En esa relación se incluyen los nombres de Pedro, Juan José, Domingo (profesor de química con una calle dedicada en La Orotava y vinculado al origen de la fábrica Andomi, junto a Miguel y Antonio Herreros) y Camilo (impulsor también, como parte de la segunda generación, de la Venta Nueva). Cada uno de ellos en el recuerdo por su participación en diferentes ámbitos e iniciativas. 
Antonio adquiere su primera formación en la academia municipal de dibujo dirigida por Perdigón, así como en el Colegio Farrais, con una serie de profesores que califica como excelentes. Su familia pagaba por esta última institución una cuota de 45 pesetas mensuales. De aquellos años de formación no olvida las lecciones en diferentes materias del maestro Inocencio Sosa Hernández. Con posterioridad, según avanzó hacia otros niveles educativos, llegó a acudir hasta su domicilio un profesor desde Icod de los Vinos llamado Marcos, con el fin de dictarle clases particulares. Por diversos motivos no pudo seguir estudiando, aunque señala que su ilusión hubiera sido cursar la carrera de derecho. Sin embargo, en su etapa ya como adulto, realizó estudios de peritaje mercantil.
Su padre emigró, como tantos otros canarios, a la isla de Cuba. Tras el trabajo desarrollado allí regresó a Canarias con algo de dinero. Decidió, a partir de tal circunstancia, crear en el año 1918 un negocio diferente a lo que existía por entonces en La Orotava. Tal y como precisa Antonio, lo que predominaba en el lugar eran pequeñas ventas que intentaban cumplir con las exigencias propias de una vida diaria definida por numerosas limitaciones. 
Lo cierto es que su padre fallece cuando apenas contaba nuestro biografiado con ocho años de edad, dejando como legado el negocio fundado con tanto esfuerzo. A partir de entonces su mujer se hace cargo del establecimiento y en ello colaboran de forma decidida, durante una primera etapa y hasta su independencia, los hermanos mayores de Antonio. Desde su infancia, junto a los estudios, nuestro biografiado también ayudó en todo lo posible en la empresa. Su función incluía desde colocar los precios en los productos a distribuir la mercancía en el local, limpiar las botellas, supervisar el reparto y otra serie de funciones propias de un espacio de tales características.
Sobre la llegada de los productos a la Venta Nueva recuerda a un señor apellidado Pacheco que se encargaba de ello cuando, en unos primeros momentos, no disponían de un vehículo propio para tal fin. Con el paso del tiempo lograron adquirir, para cumplir con tal función, un modelo Ford 4. Con ese vehículo, Camilo acudía en ocasiones hasta dos veces al día desde La Orotava con destino a la capital tinerfeña. Un viaje que se realizaba con el fin de buscar la mercancía, debido a que, en numerosas ocasiones, recibían la noticia de un precio favorable que no podían dejar escapar. Aproximación, en definitiva, a una trayectoria biográfica que continuaremos en la segunda parte…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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