El amigo de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ.
Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna remitió entonces (13/01/2020)
estas notas y fotografías que tituló “ANTONIO PÉREZ BETHENCOURT Y LA VENTA
NUEVA (Y II)”.
Publicada en DIARIO DE AVISOS, el 12 de
enero de 2020: “…La senda de las vivencias correspondientes a Antonio Pérez
Bethencourt y La Venta Nueva nos aproxima ante un diagnóstico de las pésimas condiciones
que presentaban las vías de comunicación y el daño que causaban sobre la rueda
de los vehículos. En ocasiones llegó a conducir pero, por lo general, era su
hermano Camilo el responsable de llevar el automóvil para adquirir la mercancía
en la capital tinerfeña.
Antonio recuerda que
se vendían muchos artículos, destacando la venta de vino. Tal producto se
llegaba a guardar en un local frente a su domicilio. Depósitos de hasta 400 y
600 litros que tenían una gran demanda; aunque también comerciaban con vino
embotellado. Hasta La Venta Nueva llegó a acudir en varias ocasiones Domingo
Febles, representante encargado de la distribución de la conocida empresa
Cadbury.
El trabajo en la
venta exigía levantarse desde muy temprano y continuar con ello hasta la noche
y, en muchas ocasiones, abrir los domingos. Todo ello teniendo en cuenta que
muchos comestibles venían a granel y había que separarlos o empaquetarlos con
diferentes medidas. No duda en advertir
que, a la hora del cierre, siempre se presentaba algún cliente en la puerta con
el fin de adquirir algún artículo.
La variedad y la novedad
de productos constituyen, sin lugar a dudas, uno de los sellos distintivos de
la empresa. En cierta ocasión, coincidiendo con unas fiestas, decidieron
comprar un queso con un peso aproximado de 35/40 kilos. Cortarlo fue toda una
odisea pues, como recuerda Antonio, “con el corte de una lasca salía un kilo y
medio”.
La gente con mayores
posibilidades de La Orotava, que tenían a muchas personas trabajando, poseían
diversas cartillas de racionamiento que podían ir a parar a cualquier
establecimiento. Sin embargo, La Venta Nueva les ofrecía la posibilidad de
cumplir con muchas expectativas. Gracias a grandes dosis de esfuerzo, la seriedad
y el compromiso de numerosas personas, lograron expandirse. La clave realmente
de ese proceso y el momento que marca un punto de inflexión en la empresa sería
el turismo. Recuerda que, a partir de tal fenómeno, comenzaron a llegar nuevos
productos que, por entonces, no existían en la isla.
Numerosas personas
trabajaron junto a los hermanos Pérez Bethencourt, siendo un ejemplo de ello la
labor desarrollada durante algunos años en el apartado de la administración por
mi abuelo, Domingo Lima Martín (1927-2001).
En junio de 1961, contrae
matrimonio con María Candelaria Martín Hernández, que trabajó como secretaria
de la oficina que tenía su padre, el destacado constructor Manuel Martín
Méndez, en el Paseo Domínguez Alfonso.
En los años setenta,
inició su cargo como Juez Comarcal, prolongándose tal función durante varios
años. Un acto que recuerda con orgullo y satisfacción y, también, con
complicadas etapas debido al complejo proceso de la Transición democrática
española. Como vivencia que más le impresionó de esos años no olvida una
visita, tras el oportuno aviso, al Parque Nacional del Teide. El motivo era que
allí se encontraba un extranjero fallecido como consecuencia de la impresión que
le causó la presencia tan cercana de rayos en el cielo.
De su labor por las
islas como representante señala una visita décadas atrás a la isla de Lanzarote
–junto a Pepe Arencibia- en una travesía a barco que, a su vez, representó toda
una odisea. En ese momento llevaba almidón como muestra. Le pidieron cuarenta
kilos cuando tan solo llevaba dos. Por ello, se vio obligado a realizar un
trueque.
Tiempos nuevos ahora
donde las máquinas, otras realidades y formas en la distribución se imponen frente a lo existente hasta pocas
décadas atrás y que constituyen, en la memoria de Antonio, fragmentos de una
vida dedicada a tal espacio, incentivando la imaginación y el trabajo ante
complejas circunstancias.
En la actualidad, el
negocio es un referente en numerosos ámbitos y, tal y como establece la página
web de La Venta Nueva, se trata de una “empresa dedicada a la distribución
exclusiva de productos de alimentación, bebida, limpieza y otros, para los
sectores de restaurantes, bares, hoteles, colectivos, supermercados y bazares”,
que desde el 2006 tiene a la tercera generación en el Consejo de Dirección.
Conclusión
La Venta Nueva, la
empresa creada por los padres de los hermanos Pérez Bethencourt, es hoy un
espacio reconocido en la trayectoria histórica empresarial de La Orotava. De su
sencillo origen en la distribución a particulares evolucionaron, poco a poco, a
la distribución a empresas, manteniendo siempre la mirada puesta en el
horizonte de la proyección hasta conseguir ser mayoristas y generar, a través
de esa actividad, un nombre propio. Su historia es el reflejo de una empresa ya
centenaria que presenta con orgullo el título de Medalla de Oro por el Cabildo de
Tenerife desde el año 2019. Aglutina tres generaciones y más de cien años de
historia a los que, de forma breve, nos hemos aproximado a partir del relato de
uno de sus protagonistas.
Gracias Antonio,
Lala y Eduardo por las facilidades, el compromiso y la ayuda para la
materialización del presente artículo…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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