El amigo del Puerto
de la Cruz, SALVADOR GARCÍA LLANOS, remitió entonces (30/052020), estas notas
que tituló; “¡FELIZ DÍA (PESE AL VIRUS), CANARIOS!”: “…Canarias hoy, en su Día, abraza la identidad para afrontar una etapa
plagada de incógnitas pero también de esperanzas. La pandemia se ha cobrado
víctimas pero ha puesto a prueba la capacidad de resiliencia de un pueblo que
habrá de esforzarse ahora en remontar una situación adversa. Ahí es donde el
verso del gran Pedro García Cabrera cobra todo su sentido: la esperanza nos
mantiene.
Porque podemos y tenemos que
hacerlo. Remontar con fe, predisposición y tesón. Es un tránsito histórico y
hay que ser conscientes de que para seguir siendo dueños de nuestros propios
destinos se requieren esas cualidades. Y algunas más. La convivencia, en
determinados trances, requiere de aportaciones que los propios pueblos deben
forjar más allá de liderazgos políticos.
Canarias ha de vertebrarse. Los
valores históricos de su aperturismo y de su multiculturalidad, cuando no los
de su acogimiento e integración, son los fundamentos para superar la crisis que
hace mella en tantas familias, en tantos colectivos, en tantos seres humanos.
En la celebración de hoy, es
imposible deslindarnos de la emergencia sanitaria, paulatinamente superada, por
cierto, con las respuestas de un sistema sanitario muy estimable en cuyo
robustecimiento hay que seguir pensando y actuando (Es el momento de volver a
reconocer la abnegación y la destreza de tantos profesionales del ramo que se
han volcado y siguen haciéndolo con tal salvar vidas humanas amenazadas por la
incontrolada circulación de un virus mortal).
Son las respuestas que han
favorecido la incorporación de territorios insulares a los planes de
desescalada desde la fase 0. Qué ejemplo para España y para el mundo. El
civismo importa y mucho. Por eso, cuando se contrasta el comportamiento de la
población de esos territorios con las escenas registradas en otros lugares
donde predominaron el irrespeto, la negligencia y el incumplimiento, hay que
ponderar todavía más la responsabilidad con que la mayoría de los canarios
afrontó el trance.
La pandemia golpeó el afán de
los canarios pero su fibra sensible resistió para no sentirse aislados, para
superar el confinamiento y las limitaciones a su movilidad y su conectividad.
Volvieron a relucir las mejores
virtudes: el empeño, la solidaridad, la actitud… Una respuesta cabal de la que
no hace falta enorgullecerse: podíamos hacerla.
Es un Día de Canarias singular
este 30 de mayo de 2020, en los tiempos del coronavirus. “Las islas son el
terrero, donde luchan los canarios…” dice el himno de bellísima alegoría que
cantaban Los Majuelos. Los canarios, de la montaña y de la costa, han de seguir
siendo bregadores constantes para luchar con motivación y con entereza.
Seamos conscientes.
Perseveremos. Podemos reafirmarnos.
¡Feliz día (pese al virus),
canarios!...”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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