Miércoles Veinte y siete de Mayo del 2020, caluro y con
calima africana, me viene una fuerte e inesperada triste noticia, de la ida al
paraíso eterno del joven Fiscal por oposiciones, licenciado en Derecho por la
Universidad de La Laguna, el amigo y convecino MANUEL ÁNGEL MARTÍN MARRERO.
Excelente colombofísta al igual que su padre el recordado
ebanista de la Villa de La Orotava; Ángel Martin Trujillo. Triste de verdad,
porque era de los pocos de su generación con carrera en el mundo de la
jurisprudencia. Y triste de verdad que se nos va un joven con un corazón enorme
que no le cabía en su pecho, y una humanidad, que le llegaba con facilidad a
todos sus amigos y seres queridos.
Nació en la Villa de la Orotava el 22 de Febrero del año
1958. Primogénito de cuatro hermanos del matrimonio orotavense: Ángel Martín
Trujillo (ebanista, colombófilo, folclorista y rondallista) y Concepción
Marrero González: Manuel Ángel, Julia, Alfredo y Diego Martín Marrero.
Vivió y se educó en la calle por debajo de la mía, calle
Juan Padrón, antigua de San Sebastián, jugaba en Franchi Alfaro, siempre le
conocí como un joven y prospero convecino, cuya amistad procesaba como uno más
de la familia.
Licenciado en derecho, Fiscal de la Audiencia Provincial de
Santa Cruz de Tenerife.
Contrajo matrimonio con la dama villera “Mercedes”, de cuya
unión tuvieron dos hermosas niñas; Laura
y Merchi. Se caracterizaba por ser un ejemplar esposo, y un extraordinario
padre.
Ejercía con firmeza y honradez, en su puesto de Fiscal,
profesión que amó y ejerció a lo largo de su vida.
Manuel Ángel espero que en el paraíso eterno de esperanza y
misericordia, siga con tu profesión de Fiscal, y tu afición a la colombófila.
Dile a tu padre amigo Ángel, lo mal que lo estamos pasando por aquí, debido a
esa terrible pandemia, que nos tienes estremecidos.
Disfruta y descansa en la eternidad, aquí te lloran tu
señora Mercedes y tus hijas; Laura y Merchi, que te quieren, y te siguen
queriendo.
Un abrazo amigo, hasta siempre.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
Fue una gran amigo de la primera infancia. Jugué con él en la carpintería de su padre y en la azotea de su casa. Qué triste noticia; mi niñez ira siempre unida a la suya, más la vida pasa. Un saludo a su familia.
ResponderEliminarExcelente profesional y aún mejor persona. Un gran pérdida para los que compartíamos estrados con él.
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