En plena pandemia y antes una supuesta cuarta ola, me comunican, la ida al
infinito de mi buen amigo y querido Pedro Eustaquio “Chicho”.
Pedro Eustaquio Pérez García (Chicho), nació en la Villa de La Orotava el
20 de junio del año 1949, y falleció el 30 de Marzo del año 2021, a los 71 años
de edad.
Conozco a Pedro Eustaquio “Chicho”, desde mi infancia en el colegio de San
Isidro, jugábamos en las calles y en la plaza de Franchi Alfaro al fútbol, pero
en lo oficial el jugó en el Infantil Santo Tomás, mientras que yo lo hacía en
el patio del colegio de forma extraoficial, perteneció a la rondalla del
colegio, donde aprendió a tocar los instrumentos de cuerdas con el entonces
salesiano don Manuel Roja y con el recordado don Paco Dorta, participamos
juntos en la rondalla de don Gustavo Dorta en la Romería de San
Isidro, el se fue a Santiago de Compostela a estudiar medicina.
Especializado en la otorrinolaringología, con frecuencia me controlaba los
oídos, por mi baja audición que padezco desde la infancia.
A Chicho, le viene tanto la afición a la música sudamericana, de los
boleros, de los sones, de las guaracha, para ello conjuntamente con otro gran
amigo de la Orotava Juan Felipe Hernández González, formaron un
grupo que denominaron QUINEGUA, apelativo del dialéctico canario a las papas,
que en su momento se sembraron en nuestros campos.
Nació el 20 de junio de 1949 en La Villa de La Orotava (Tenerife),
siendo bautizado el 30 de Junio del mismo año en la Parroquia Matriz Ntra.
Sra. de la Concepción. Sus padres fueron Don Juan José Pérez
Betancourt (comerciante - industrial) y Doña María Luz García Rodríguez (ama de
casa) naturales de La Villa de La Orotava.
Fue el primero de cuatro hermanos. Su infancia transcurrió en su ciudad
natal. Cursó su bachillerato en el Colegio San Isidro de La Villa de la
Orotava dirigido por los Padres Salesianos.
En el curso 1964 - 1965 obtiene el título de bachiller en el Instituto de
Santa Cruz de Tenerife.
En el curso 1966 - 1967 hace el Preuniversitario en el Colegio lasaliano
La SalIe "San Ildefonso" de Santa Cruz de Tenerife.
En el curso 1967 – 1968 inicia los estudios
de medicina en la Universidad de Santiago de Compostela,
licenciándose en el curso 1973 – 1974.
Residenciado en su ciudad natal hace la
especialidad de OTORRINOLARINGOLOGÍA en el Hospital Universitario de
Canarias, siendo el primer especialista de dicho distintivo por la
Universidad de La Laguna (Tenerife).
Contrajo matrimonio en Herbón (Padrón – La Coruña - Galicia) en
el año 1974 con María Luisa Lapido Pazos de cuyo matrimonio tuvo 3 hijos; Juan
José, Pedro Luís y David Pablo. En la gallega ciudad de Padrón fue nombrado
“Hijo predilecto”.
Pedro Eustaquio ha sido en su vida un deportista de pro, jugó al fútbol
oficialmente en el infantil Santo Tomas de Aquino, fue subcampeón de
España en la especialidad de Balonmano con El Colegio La SalIe
San Ildefonso de Santa Cruz de Tenerife, donde tuvo de compañero a
Cristóbal Rodríguez, que posteriormente fue jugador de Baloncesto del Náutico
de Tenerife, del Vallehermoso, y del Real Madrid, siendo internacional con la
selección Española.
Durante seis años fue presidente del Club Baloncesto San Isidro de la
Orotava, su labor al frente del baloncesto villero fue tan importante que por
falta de cancha cubierta tuvo que emigrar a la Cuesta de la
Laguna para celebrar los partidos oficiales en el pabellón de Villa
Cisneros, por lo que asumió, sacrificar a la gran afición del baloncesto
de la Orotava en ponerle a su disposición dos guaguas para
desplazarla a la ciudad de Agüere, además durante veinte y dos años fue médico
titular del Club de Fútbol de la UD. Orotava.
Entre otras aficiones, es alfombrista del jueves de Corpus en La Orotava,
realizando su tapiz con la ayuda de su equipo de colaboradores frente al
campanario izquierdo de la Iglesia de la Concepción.
Es un gran dibujante – pintor de plumilla y en la música como bien
dije al principio, fue fundador – promotor del grupo QUINEGUA.
Pedro Eustaquio Pérez García, lo conocemos cariñosamente por Chicho, sacrificó
toda su vida por su fe sostenida de médico de pueblo, aliviador de males
en la OTORRINOLARINGOLOGÍA, con el desinterés constante como denominador
común de su existencia.
El amigo de la Villa de
La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN “ESPECTADOR”, remitió estas notas en tu
homenaje: “…A Pedro Eustaquio,
alias Chicho, otorrino..., lo conozco de joven, y en especial cuando,
en febrero de 1972, me acerqué a Santiago de 'compóntelas como
puedas', a donde fui invitado a una boda. Chicho era estudiante
de Medicina en la Universidad compostelana, la de la célebre Casa de la
Troya, y dos piedras...
Pedro Estuque, digo
Eustaquio, aquel febrero del 1972 tenía allá amigos estudiantes
oriundos del Valle del Taoro, con los que se corría alguna juerga
enguitarrada en las calles frías por fuera (temperatura de casi cero grados del
febrero norteño peninsular) y calientes por dentro. En Canarias nos vamos
a cobijar--dicho sin segundas intenciones--en cuanto caen dos gotas; en
Galicia, por el contrario, está nevando y los bares de las calles típicas de
estudiantes, llenos a rebosar, con un ambientazo de aquí te espero.
Lo que Pedro Eustaquio
no puede añadir a su ya largo currículo (el que publicas en tu blog,
Bruno), por cuestiones de edad, es que en enero de 1956 estuvieron los más
auténticos y genuinos 'LOS PANCHOS' en el escenario del Cine Rex, de
Santa Cruz de TF, y dieron varios cortos conciertos en el descanso de la
película que se proyectaba tarde y noche en la pantalla de dicho cine, que fue
la titulada 'La Señora Chesney'.
Un abrazo, Pedo
Eustaquio, Chicho para los amigos, que te dedicas a mirar las trompas de
tu tocayo Eustaquio a tus clientes...Y siento mucho la desaparición del
icodense Pepe Floro, amigo, músico y baloncestista de los años cincuenta,
en la cancha del Hércules CB, fallecido por desgracia, y que lo
fichaste cierto tiempo y le dio e inculcó a tu conjunto un aire renovador…”
Chicho amigo, espero que
en el paraíso eterno, donde la esperanza y la misericordia, te acompañan en tu
merecido descanso, te reencuentre con tus padres; Juan José y María Luz, y con
tu recordada hermana Matilde, de gratos recuerdos entre nosotros. Así como
amigos y compañeros de tu ilustre alfombra que ya andan por ese lugar.
Un abrazo querido amigo,
hasta siempre.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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