“…Estimado Bruno, lamento comunicarte el fallecimiento
de mi padre Imeldo Barbuzano González a los 94 años de edad. Se fue en paz
rodeado de sus hijos y nieta. Ya están todos los hermanos reunidos de nuevo. Un
abrazo entrañable. Imeldo Barbuzano Miranda…”
Acabo de recibir estas notas de mi primo Imeldo Barbuzano Miranda,
referente al adiós al infinito de su padre; Imeldo Barbuzano González “Melo”.
Primos por mi abuela paterna Engracia Díaz Márquez. Tercer hijo del
matrimonio: Imeldo Barbuzano y Ana González Díaz, que tuvieron seis
hijos; Agustín, Rosalba, Imeldo (Melo), Manolo, Anita y Miguel Ángel Barbuzano González.
Imeldo Barbuzano González (Melo), nación en Santa Cruz de Tenerife en el
año 1926 y falleció en la misma ciudad chicharrera el día 23 de marzo del 2021,
a los 94 años de edad.
De pequeño se venía a la Villa de La Orotava, a casa de tía
abuela María Díaz Márquez en la calle Juan Padrón, donde tenía una venta.
Pasaba largas temporadas con amigos orotavenses entre ellos Fernando Álvarez
Árbelo (maestro nacional) hasta que regresaba de nuevo a la capital tinerfeña.
A título anecdótico, se escondía para hacerse con exquisiteces que tía
María tenía en la venta.
A primo Melo le conozco desde mi infancia, que frecuentaba con mi padre
Juan Álvarez Díaz, su domicilio familiar en la calle La Marina de Santa Cruz de
Tenerife.
Estudió en la chicharrera Escuela de Comercio en el edificio que donó
Imeldo Serís, ubicada en la plaza Los Patos de Santa Cruz de Tenerife y trabajó
toda su vida como funcionario en el Banco Central de la calle San Francisco.
Contrajo matrimonio con la dama
chicharrera; Carlota Miranda Torres, tuvieron dos hijos; Imeldo y Carlota
Barbuzano Miranda y su amada nieta Carlota Ravina Barbuzano.
Una buenísima persona, apreciada en la capital tinerfeña por todos los que le
trataron. Esposo, y padre de mucho corazón, así como abuelo
extraordinario.
Frecuentaba los guachinches y restaurantes de la isla tinerfeña, donde saboreaba
la magnífica gastronomía y el buen vino del terruño que le vio nacer.
Primo Melo, ya están todos juntos de nuevo en el paraíso eterno,
descansando merecidamente, con esperanza y misericordia, dile a todos lo mal
que lo estamos pasando aquí con esta terrible pandemia.
Un abrazo primo. Hasta siempre.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
Gracias por tus sentidas palabras querido primo
ResponderEliminarUn abrazo enorme.