lunes, 27 de septiembre de 2021

FELIZ CUMPLEAÑOS ONELIA


 

En el muro del FACEBOOK del amigo de la Villa de La Orotava JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario trabajo suyo que comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que se titula “FELIZ CUMPLEAÑOS ONELIA”, referente al cumpleaños de su querida hermana ONELIA ROCÍO RAMOS, popular por su histórico merendero, especializado en el conejo en salmorejo y el buen vino: “…Hola querida Hermana, volvió el 7 de septiembre, fecha inolvidable por ser tu cumpleaños. Para mí y para toda la familia nos llena de orgullo y satisfacción, que a pesar de los años que dejaste en tu negocio te sigan recordando y añorando con mucho cariño. Pero hoy voy a cambiar aquellos recuerdos por otros, que creo yo, que para ti fue lo más hermoso de tu vida, el de tu boda, y siendo con el tu único amor, Pepe Rivero. Más tarde el bonito regalo de ser madre de tres hijos: Ángel, Juani y Gini. Aunque yo tenía trece años, la recuerdo perfectamente. Fue el diecisiete de marzo del año mil novecientos cuarenta y siete. La boda se celebró en la Iglesia de San Juan Bautista. ¡Cuántas chicas fueron a verte casar y a votarte flores!, porque el arroz en esa época era muy escaso. El banquete fue en nuestra casa. Madre mía cuanta gente invitada y otros que no sabíamos quién los había invitados. La loza era prestada por los vecinos como eran en todas las bodas, las cuales se marcaban con hileras y esparadrapos para poderlas devolver, ya que en aquel tiempo no había donde alquilarlas como hoy. Las mesas quedaban muy bonitas porque las adornaban con espárragos y flores. La boda fue solamente de dulces en gran abundancia, eran de la casa de tío Égon. Las llamadas sopas (hoy tartas) y los cuellos de almendra de la casa de Guadalupe la de la calle verde, los rosquetes de casa Doña Juana la manobuena y los crocantes de casa Siño Victoriano Sosa, junto con vino, cervezas, sidras. Recuerdo que Cayetana y Evelia estuvieron todo el día anterior cargando las cajas con los dulces, porque el medio de locomoción era muy poca. En aquella época, los invitados venían a la casa de la novia para ir hacia la iglesia y antes de partir, eran brindados con rosquetes y una copa de vino. Los padrinos fueron Ernesto (papá) y tía Higinia, que lucía peineta y mantilla, que a pesar de ser pequeña lucía muy elegante. Mi padre brindando por la felicidad de los novios, la gente comentaba asombrada porque a la boda fueron dieciocho coches (que dirían hoy). Delante de los novios iban las niñas: María Luisa, Nena (mi hermana), María Benigna y Lala. En aquel tiempo era costumbre que los invitados mandaran una sopa (tarta) y fueron tantas que no sabíamos dónde ponerlas. También era costumbre que a los vecinos, y a los que prestaron la loza, al día siguiente mandarle un trozo de tarta, dulces, un litro de vino y una sidra. De llevarlas se encargaban Cayetana y Evelia (por las propinas). Mi madre tuvo un gesto muy bonito, en el cual me mando con unos dulces para que se lo repartiera los chicos que estaban en la calle. En las fotos se ven entre otros: Cristóbal Glez, Jorge Álvarez, Don Manuel Vivas, Don Juan Álvarez, Norberto Yanes, mis hermanos Evelio y Justo y yo entre ellos. Mi madre no salió en ninguna foto, porque fue la que junta con las vecinas Luisa y Candelaria Estrada, Isabel, Evelia, Cayetana y mis hermanos Justo y Evelio fueron los que se encargaron que todo saliera bien. Ya de tu boda hace setenta y cuatro años y le doy gracias a Dios por poderla contar.

One, hoy en tu cumpleaños espero que te sientas tan feliz, como yo, porque este bello recuerdo no puede faltar en mi baúl. Un beso y un fuerte abrazo. Feliz Cumpleaños hermana…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

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