Este camino fue abierto entre 1780 y 1781 por el guardamontes
mayor Fernando de Molina Quesada, aunque el Cabildo rechazo el proyecto por
entender que había muchas alamedas que atravesaban campos dedicados al pasto y
que la presencia del ganado, al cruzar el nuevo paseo, lo deterioraría.
Quesada no renunció a su idea y por ello recurrió a la Real
Audiencia, quien autorizó que se ejecutaran las obras el 20 de octubre de 1780,
marcando la condición de que los trabajos no costaran más de 600 pesos, pero,
como el presupuesto ascendió a 7.697 reales, el citado guardamontes y sus
amigos pagaron la diferencia.
Por los años 1960-70, era
objeto de una gran afluencia de estudiantes del referido instituto, que se
fugaban de clases y era su refugio donde
ligaban y surgían muchas
historias de amor.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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