sábado, 9 de septiembre de 2017

EL DRAGO DE FRANCHI DE LA VILLA DE LA OROTAVA EN EL TIEMPO



Formó parte de la casa solariega de la familia Franchi. La casa ya existía en 1557, fue pasto de las llamas en 1745, reedificada por el coronel Juan francisco Domingo de FranchI Benítez de Lugo (1698-1774) se hizo famosa gracias a los numerosos grabados que sobre la casa y los jardines se realizaron y, principalmente, por el drago y la palmera que la tradición consideraba que eran anteriores a la conquista de la isla de Tenerife.
Un gigante de 25 metros de altura y de perímetro, desgraciadamente, fue derribado por un temporal de viento huracanado acaecido en el año 1867.
Sin duda, una de las razones por las que se ha elevado el drago a la categoría de mítico, es su linfa roja, conocida como sangre de drago. Apreciada desde la antigua Roma, donde la empleaban como colorante y panacea para todos los males. El interés por la sangre del drago se extendió a lo largo de los siglos y de todo el continente europeo.
Al final, los usos eran tan variopintos, que incluso se barnizaba con esta savia los metales para protegerlos de la herrumbre.
Afortunadamente, los humanos hemos descubierto otros productos muy efectivos para eliminar el óxido y en la actualidad los escasísimos dragos en estado salvaje están protegidos del vampirismo humano.
Un incendio la destruyó de nuevo y en 1902 fue reedificada a partir de los planos encargados al arquitecto Mariano Stanga. De aquel glorioso pasado y de las visitas que realizaron al jardín científicos y naturalistas ha quedado una pequeña historia gráfica que aparece en los diferentes grabados.
El grabado de la casa y los jardines  no tiene fecha pero al tratarse de un encargo realizado por el coronel Juan Domingo de FranchI debe encuadrarse entre los años 1757-1774. También se ha considerado que es la fecha clave de la medición del Teide en sus jardines en 1771. Al pie del texto del grabado aparece escrito “vista de la casa y jardines del coronel don Juan domingo de Francis, del pico de Tenerife, y villa de La Orotava en las Islas Canarias con la figura de un árbol grande que tiene 51 pies de circunferencia el tronco y en el medio arriba una mesa y asientos para diez personas.”
Decía Viera y Clavijo en su historia que el drago es uno de los árboles mas especiales de nuestra isla, pues siendo su tronco al modo del de una serpiente y su jugo una concreción como de sangre ha pasado por más de una vez  por verdadera sangre de dragón y el árbol casi por una bestia.
El Drago de la Orotava situado en Los Jardines de FranchI, fue dibujado por Pierre de Ozanne en 1776, y actualmente se encuentra en el Museum d´Histoire naturelle de París.
También fue reproducido por Humboldt y Bonpland en “De vyes de Cordilleres” 
Humboldt decía también en su libro Cuadros de la Naturaleza “Hallábase este drago colosal en medio del jardín del Sr. Franqui en la pequeña Villa de La Orotava, uno de los sitios más agradables del mundo. Al subir, en junio de 1799, al pico del Teide medimos este drago a la altura de algunos pies sobre la raíz, y observamos que su perímetro era aproximadamente de 15 metros. El árbol, sin embargo apenas se elevó a 21 metros. La tradición refiere que este drago era objeto de veneración para los guanches. Cuéntese también que en tiempo de la primera expedición de los Bethencourt en el año 1402, era ya el drago tan grueso y hueco como hoy.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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