sábado, 9 de septiembre de 2017

EL PROGRESO CONSTANTEMENTE SOSTENIDO ES EL SIGNO MODERNO DEL PUEBLO DE LA CRUZ SANTA



Según el latinista antiguo profesor perdomero – Cruzantero del desaparecido y recordado Colegio orotavense de segunda enseñanza “Farraís” DON JOSÉ ÁLVAREZ GONZÁLEZ (según su alumno el amigo de la infancia de la Villa de La Orotava; Jesús Hernández Acosta). Escribía un amplio reportaje en la desaparecida revista semanal de La Villa de La Orotava que se realizaba en los talleres de la Imprenta de don Antonio Herreros “Canarias” correspondiente al año 1958 del mes de Noviembre sobre el famoso Barrio Realejero “LA CRUZ SANTA”, que tituló “EL PROGRESO CONSTANTEMENTE SOSTENIDO ES EL SIGNO MODERNO DEL PUEBLO DE LA CRUZ SANTA”.
Según la Revista digital  “Los Realejos a través del tiempo”, número 21 correspondiente a los meses de Marzo y Abril del 2014: “…De todas las agrupaciones urbanas tinerfeñas, una de las que más rápidamente se han desenvuelto y distinguido en los últimos años es indudablemente el importante pueblo de La Cruz Santa, perteneciente a Los Realejos, y que va adquiriendo con febril celeridad, empaque y rango de población elevada en un cuarto de siglo a una notable categoría, cuya importancia nadie puede negar. Siempre se ha distinguido su vecindad por una ejemplar laboriosidad y la más eficiente compenetración y armonía. La crítica situación de alguna de sus familias o individuos se considera como propia por toda la colectividad, y a porfía acuden presurosos a poner los posibles alivio y remedios. Y del mismo modo, cuando los faustos sucesos eligen a alguno de sus habitantes para darle una feliz sorpresa o premiarle en justicia sus méritos de perseverancia, tesón y buen tino en el encauzamiento de sus actividades, personales, todos sus conciudadanos participa  cordialmente de la alegre satisfacción que llena a cuantos mima y sonríe la fortuna. Es la Cruz Santa un pueblo esencialmente agrícola, pero al recorrer su calle principal, realizada con notables edificios y rebozando de actividad incesante con sus abundantes comercios y su crecido tráfico parece que nos hallamos dentro de una de las más importantes poblaciones de la provincia. Y efectivamente al llegar frente a la iglesia, junto a la cual existe un ancho espacio que sirve de estacionamiento para la circulación, el aspecto de gran ciudad se ofrece de pronto a nuestros ojos, agradablemente sorprendidos. En largos asientos adosados a uno d ellos costados del templo, esperan siempre numerosos viajeros al próximo autobús o descansan de sus faenas campestres muchos de los activos habitantes de este pueblo tranquilo Y feliz. Mas, lo que deja estupefacto al que por primera vez visita esta localidad,  es el maravilloso  espectáculo que surge ante la mirada al dirigirla al opuesto lado de la iglesia. Creerías que se ha equivocado de ruta, y que en lugar de hallarse contemplando un modesto pueblo del valle orotavense. Se adentró por arte de magia en aristocrático rincón de la misma capital. En el centro de una longitud de tres decenas de metros, se abre amplia escalinata, que asciende hasta unos ciento cincuenta centímetros sobre el nivel del suelo, terminando a ambos lados por dos largas e iguales balaustradas de cemento con bien patentes características de arte y robustez. Allá en el fondo se levanta macizo, firme, de traza elegante y sencilla, y el frontispicio sembrado de numerosas puertas y ventanas, a una y otra parte del balcón central, la construcción más inverosímil que pudiera soñarse en medio de las poblaciones rústicas y apartadas de los grandes núcleos urbanos, de las ciudades populosas, de las capitales ilustres. Una artística y severa rotonda de acceso al edificio y en lo más encumbrado de éste, campea con caracteres bien claros y visibles desde cualquier punto de observación, este significativo letrero: «Casino Cruz Santa». Es evidente, en presencia de ese elocuente testimonio, que un pueblo capaz para tamaña obra, está llamado, por ineludible vocación, a realizar las más altas empresas. El espíritu menos perpicaz ve claramente, a través de una construcción llevada a cabo con celeridad poco frecuente, un caudal inmenso de iniciativas, decisiones, anhelos, de mejoramiento y medios económicos, prometedores de otras realizaciones que den, en próximas actividades, satisfacción plena a las ansias de un pueblo deseoso de su engrandecimiento y prosperidad. Pero aún nos aguarda una gratísima impresión. Vamos a ver como estos simpáticos cruzanteros sienten, no sólo la voluntad de auges materiales, sino necesidad y gusto por lo espiritual y lo exquisito. Subimos loe escalones que nos invitan a contemplar la fachada del casino en toda su amplitud, y al llegar a su extensa planicie horizontal que media entre el edificio y las gradas, quedamos verdaderamente prendidos de sugestivo encanto. El arte y la dirección más inteligente se han hermandado para tener en una continua producción de las más variadas policromías florales los trazados geométricos y armoniosos donde la hermosura de la vegetación ornamental brota en todas las estaciones como en un perpetuo edén primaveral y único. Está claro que el progreso constantemente sostenido es el signo moderno de la Cruz Santa de hoy. Sin embargo, no se piense que es solo el ensanche, aumento y mejora de los edificios lo que preocupa a sus moradores. Hay otras pruebas patentes de que el avance se está llevando a efecto en todos los órdenes con ritmo acelerado. La generación que apenas frisa ahora la pubertad conocía en sus primeros años los coches de pasajeros y los de carga, no porque existiesen en el pueblo que les vio nacer, sino porque cruzaban a veloz carrera en su misión de tráfico a lo largo de la vía central. En nuestros días la Cruz Santa cuenta por docenas los automóviles y camiones propios, que la animan con su incesante actividad, pletórica de optimismo y de firmes promesas para un más lisonjero porvenir. No hay que olvidar tampoco el capítulo número uno de su economía, consistente en la producción de sus famosos vinos. Su zona y sus terrenos son de superior calidad para el cultivo de la vid. Sus mostos se solicitan en todas partes con preferencia bien remunerada. Y la gran cantidad de tierras dedicadas casi totalmente a tan preciada planta, constituye una fuente de saneados y elevados ingresos, y ha dado lugar a que se haya desarrollado aquí una de las más notables industrias bodegueras. También se cultiva desde hace algún tiempo, con rendimiento magnífico, importantes plantaciones de tabaco. Es un complemento muy valioso para la economía cruzantera. Y más si tenemos en cuenta que por sus excelentes cualidades es muy estimado y se paga a los más altos precios…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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