domingo, 3 de septiembre de 2017

ERMITA NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ.



Fue construida por el capitán Miguel de Franchi. Es de una sola Nave, de techo cubierto por artesonado. En su retablo mayor se venera Nuestra Señora de la Luz, figura de vestir, del siglo XVIII anónimo. Fue restaurada por Manuel Martín en el año 1907 y por Nicolás Perdigón en el año 1921.En la hornacina de la derecha se encuentra Nuestra señora de la Salud, escultura policromada del siglo XVII de origen flamenco. A la izquierda se encuentra una Dolorosa construida en el año 1992 por Pablo Torres Luís.
En la sacristía existe una imagen de San Pedro con vestuario pontifical, tratase de una figura de madera coloreada de Sebastián Fernández Méndez conocido por el Joven (1700 - 1772).
 En Orfebrería destacan las coronas imperiales de la virgen de la Salud y su niño, barrocas del siglo XVII, y además un cáliz de plata, la corona de la Virgen de la Luz y su media Luna, todos del siglo XVIII.
Según el historiador orotavense Antonio Luque Hernández. La Parroquia de Nuestra Señora de La Luz, fue precisamente el capitán Miguel de Franchi el que construyó este santuario, según refiere su esposa Elvira de Alfaro y Figueroa en su testamento de 1628. Está situado en la orilla sur de la calzada que de La Orotava conduce al Realejo. Fue ampliado por el hijo del erector capitán Francisco Tomás de Franchi Alfaro, caballero del hábito de Alcántara, cuyos sucesores en este mayorazgo de Alfaro alcanzaron a ser marqueses de la Real Proclamación. Enajenado, conjuntamente con el predio circundante, a finales del siglo XIX. Fue creada parroquia, segregada de la de Nuestra Señora de la Concepción, por decreto de 14 de mayo de 1963.
De una sola nave, con presbiterio elevado, tiene el techo cubierto por artesonado. En su único retablo se venera a Nuestra Señora de la Luz, notable figura de vestir, del siglo XVIII, de autor anónimo, que ha sufrido dos restauraciones, la primera en 1907, por Manuel Martín, y la segunda en 1921, por Nicolás Perdigón. La joya de esta iglesia se encuentra en la hornacina del lado derecho, es Nuestra Señora de la Salud, sobresaliente escultura poli­cromada del siglo XVII, de origen flamenco, en opinión del imaginero Ezequiel de León; la Virgen sostiene un niño Jesús y tiene la cabeza cubierta con una toca que deja ver parte del pelo, ambos presentan un moldeado perfecto. En la capilleta de la izquierda se expone una imagen de la Virgen Dolorosa, hecha por Pablo Torres Luis, en 1992. A los pies del templo se halla un Crucificado, también realizado a finales del siglo xx.
En la sacristía se conserva un San Pedro que viste traje pontifical y cubre su cabeza con la tiara papal, es figura de madera coloreada, obra de Sebastián Fernández Méndez el joven (1700-1772), procedente del convento dominico de San Benito; además de una Santa María de Alacoque, en talla policromada realizada por Nicolás Perdigón Oramas (1853-1939). De orfebrería guarda algunas piezas notables, entre las que destacan las coronas imperiales de la Virgen de la Salud y su Niño, trabajos barrocos del siglo XVII, un cáliz de plata, en su color, la corona de Nuestra Señora de La Luz y su media luna, todos del siglo XVIII, además de unas ánforas y candeleros de siglo XX.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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