El amigo de la Villa de La
Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ Graduado en Historia por la Universidad de La
Laguna, remitió entonces (15/02/2019) estas notas
que tituló; “LOS REALEJOS Y ALGUNOS PERSONAJES PARA LA HISTORIA (II)”.
Publicado el día 16 de Febrero de 2019
en La Opinión de Tenerife: “…Tal y como
redactamos la semana pasada, la historia de Los Realejos se asocia a numerosos
individuos con trayectorias destacadas en diversos perfiles. Silvestre Machado y Barrios representa la huella de otro ser representativo. Nació en
el Realejo Alto el 9 de enero de 1818. Tras
haber recibido las cuatro órdenes menores y el subdiaconado los días 20 y 21 de
julio de 1844 en el oratorio del Palacio episcopal, llegaría a acceder al
diaconado en la parroquia del Puerto de la Cruz, el 19 de enero de 1845,
ordenándose, un año después, presbítero en la iglesia del monasterio de Santa
Clara en La Laguna. En la antigua Universidad de San Fernando de La Laguna,
cursó Machado y Barrios Derecho Civil y Canónico, así como Sagrada Teología.
Largas horas de estudio y una intensa preparación, culminarían, con
posterioridad, en la obtención del título de Licenciado en la facultad el 28 de
abril de 1846.
La
juventud y temprana inteligencia que demostraba el sacerdote realejero
representaron, sin lugar a dudas, unas cualidades que no serían ignoradas por
sus contemporáneos. Un nuevo camino se abrió en la vida de Machado y Barrios,
pues el mismo se trasladaría a Las Palmas de Gran Canaria en 1847, siendo
nombrado por el Obispo Codina, vicerrector y catedrático de aquel Seminario. Por
el Cabildo de Tenerife, sería nombrado Cura Vicario de la parroquia del
Sagrario Catedral.
A todo
ello se une su condición como primer Magistral de la Iglesia de Tenerife desde
1855 hasta 1877. Durante tal periodo de tiempo, destacaría su importante papel
como orador sagrado, reuniendo excepcionales cualidades que demostraba en cada
una de sus intervenciones, «pues en Machado se reunían la elevación del concepto
con la pureza de la palabra y con la más estética y delicada acción, no hay
para que decir que llenó de un modo digno y completo los deberes de su cargo»,
tal y como llegaría a reflejar Ramón Gil Roldán en una crónica de la época.
Nuestro
biografiado también desempeñó el cargo de profesor del Instituto Provincial de
Segunda Enseñanza y catedrático de la Escuela Normal de maestros. Su llegada al
Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Canarias se produjo el 10 de mayo
de 1871, extendiendo su cargo hasta el 22 de noviembre de tal año, por orden
del Rector del Distrito Universitario. El 7 de enero de 1872, volvería a
retomar el cargo hasta el 7 de julio siguiente, momento en el que cesó en
virtud de Real Orden, según refleja Gil Roldán.
Machado
y Barrios sería llamado a la Corte para predicar en la Real Capilla durante la
Semana Santa de ese año, un nombramiento que le sería confirmado tras la
Restauración por parte del Rey Alfonso XII a través del Real Decreto de 10 de
diciembre de 1875. Diputado del Ilustre Colegio de Abogados de la Laguna entre
1872-1875, llegaría a ser Miembro de las Reales Sociedades Económicas de Amigos
del País de Tenerife y La Palma, así como director de la primera de ellas en
1878, figurando hoy en día su nombre en la placa que se ubica en el patio
central de la institución cultural lagunera.
Murió
pobre, pues en vida gastó lo que tuvo para facilitar y mejorar la vida de todos
aquellos que no disponían de recursos con los que salir adelante. Tal ser,
desgraciadamente, constituye uno de tantos nombres que ha desaparecido de la
memoria colectiva y que convendría tener presente por cuanto hizo a lo largo de
su vida este insigne realejero.
Otro de
los realejeros a destacar sería Félix Pérez de Barrios. Fue abogado de los Reales
Consejos de Su Majestad Fernando VII, miembro de la Junta Suprema de Canarias
durante la Guerra de la Independencia (1808-1813) así como Hermano Mayor de la
Venerable Hermandad de Ntra. Sra. del Carmen (1809) y de la Muy Venerable e
Ilustre Esclavitud Sacramental de La Concepción (1813), además de
Administrador, en 1817, de la rica Hacienda de Los Príncipes de Realejo Bajo,
fundación del I Adelantado de Canarias Alonso Fernández de Lugo, tal y como
señalan diversos investigadores.
En el
año 1787, ingresó en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife,
cuando aún la sociedad estaba iniciando su andadura con cierta complejidad. Sin
embargo, «suplió su escasez de medios y comenzó a desarrollar una actividad
considerable en pro del adelanto del país, en todos los sectores que le estaban
designados por sus estatutos», según refleja en sus investigaciones Antonio
Luque Hernández.
Personajes
y trayectorias realejeras que continuaremos en próximas entregas…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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