viernes, 22 de febrero de 2019

DOMINGO LIMA MARTÍN. TRAZOS BIOGRÁFICOS DE UNA VIDA ENTRE CUBA Y LA OROTAVA (Y II)


El amigo  de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna, remitió entonces (22/02/2019) estas notas y fotos que tituló; “DOMINGO LIMA MARTÍN. TRAZOS BIOGRÁFICOS DE UNA VIDA ENTRE CUBA Y LA OROTAVA (Y II)”.
Publicado el día 19 de Noviembre de 2017 en el DIARIO DE AVISOS: “…Tal y como llegaríamos a establecer en la primera parte del artículo que hoy concluimos, de la nueva etapa formativa iniciada por Domingo en el colegio orotavense de San Isidro, recordaría con nostalgia a un amigo llamado Miguel Ángel, de quien destacaría su magnífica caligrafía. Del mismo llegaría a plantear que, debido a su carácter “parecía que sentía a Dios” por lo que, desde su punto de vista, pudo llegar a ser cura o algo relacionado con el ámbito religioso. En tal periodo de su vida se sentía feliz y disfrutaba con el estudio, aunque su felicidad desapareció pronto a partir de la circunstancia de que “los Hermanos se fueron y ya no era igual. Me faltaba ese brío que sentía con ellos”.
Desde los 15 a los 20 años se encargaría en muchas ocasiones de realizar actividades comerciales, siendo importante su participación ante las cartillas de racionamiento, pues era el responsable de cortar “cupones que después de pegados en sus impresos correspondientes, eran entregados a la Junta de Abastos donde verificaban si era correcto”. Durante esa etapa trabajaría mucho, tanto en la panadería de su tía, como en la distribución de la harina, la realización del pan, las labores relacionadas con la atención al público, etc. Su afán por el estudio continuaba por las tardes, pues, aprovechando esos momentos, dedicaba su tiempo a instruirse en contabilidad bajo el magisterio de Inocencio Sosa. 
Como si de un ritual se tratara, expondría el recuerdo del paso de los pantalones cortos a los pantalones largos cuando ya contaba con 14 años de edad. Por otra parte, un hecho imborrable en su vida se llegaría a producir con 20 años, momento en el que sería llamado a filas y destinado al Regimiento de Infantería número 49. Su periodo de estancia en el cuartel estaría presente a lo largo de su vida. Allí se llegaría a encontrar desde el primer día ante un campo de tiro y seis balas en la mano para cargar el mosquetón asignado. Tras colocar unas dianas a 40 o 50 metros, procedió a lanzar disparos con cierta precisión, sin ocultar su nerviosismo por esa situación. En los destinos sería designado a la Zona de Reclutas (Reyes Católicos, Las Palmas de Gran Canaria), representando un lugar en el que se sentía muy bien.  
Durante muchos años trabajó en la isla de Tenerife en el sector de la distribución de la harina, siendo recordado su incansable trabajo hasta el momento de su jubilación a mediados de la década de los noventa. Sería, además, miembro de diversas instituciones culturales y religiosas. 
Contraería matrimonio con María del Carmen Bello Hernández, hija de Manuel Bello (recordado propietario de una venta-bodega en la céntrica Avenida Sor Soledad Cobián) y de Carmen Hernández. El matrimonio tendría como descendencia a Domingo, Guadalupe y Mary Carmen Lima Bello, trabajadores en los respectivos campos del sector de la distribución, la sanidad y la educación.
De las inquietudes culturales de nuestro biografiado obtenemos un ejemplo de notable interés en su biblioteca. Un espacio que cuidaría hasta el final de sus días y en el que suceden obras con temática históricas, biografías, novelas, poemarios, anecdotarios, tratados sobre psicología o medicina, así como otros documentos en relación a la historia de La Orotava desde diversas perspectivas. Su interés por numerosos campos del conocimiento sería una evidencia innegable en tal rincón de su domicilio en el núcleo orotavense de Los Cuartos, donde además disfrutaba de un espacio ideal de concentración para el ejercicio de la lectura y la redacción de cartas u otros escritos marcados siempre por una bella y cuidada caligrafía. 
El presente artículo representa el recuerdo que el nieto mayor de Domingo extrae de los pequeños datos que el biografiado anotó sobre su vida en un sencillo manuscrito, junto a los recuerdos que muchos continuamos guardando con sumo respeto sobre su persona. Una trayectoria definida por años de trabajo cuyo reconocimiento y admiración permanece presente entre aquellos que le conocieron y trataron. La isla de Cuba siempre formó parte de su persona, y mantendría durante el resto de su vida el contacto con muchos familiares que quedaron allí. El legado de Domingo Lima Martín permanece como recuerdo imborrable de un itinerario vital que hemos intentando recuperar con esta sencilla aportación…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MECANTIL

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