En el muro del FACEBOOK del amigo de la Villa de La Orotava
JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario trabajo suyo que
comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que se titula “FELIZ CUMPLEAÑOS NÉSTOR”: “…Otro siete de julio, otro día
de San Fermín, y como no, tú cumpleaños y tal como te prometí, voy a seguir
recordando lo bien que lo pasábamos juntos.
Voy a empezar contándote que
después de dos años de ausencia, por la dichosa pandemia, volvieron a celebrarse
las fiestas. En verdad, que nos hacía falta para cambiar, el tan enrarecido
ambiente. Yo no sé si volverá a suceder, ver nuestras fiestas de La Orotava y
los carnavales en Santa Cruz, el mismo mes de junio y los mismos días. Si, no
te extrañes, sucedió así al no poderse celebrar en sus fechas los trasladaron a
junio, coincidiendo con nuestras fiestas (el turismo es un gran invento).
Aún así fueron las más fluidas
de hace muchos tiempos. Recuerdo que tú tenías dos fechas para lucir el
sombrerito y demostrándolos que estabas de fiesta era el lunes de carnaval y lo
guardabas para el domingo de la romería. Este año no te hubiera dado tiempo
para guardarlo. ¡Coño como gozabas!
Cambiando de tema, no te puedo
explicar, la emoción que sentí al encontrar en mi baúl, la fotografía de tu
boda, donde estamos todos los de casa juntos. Creo que es la única.
En ella se puede observar la
mirada cariñosa de papá, a su primer nieto Angelito, el que hoy tiene más edad
y más entero que la que tenía papa en aquel entonces. Seguí buscando y también
me encontré con estas fotos, de los cuatro amigos inseparables, Juan Sosa,
Torres Hilario Hernández, Pérez Lorenzo Pérez Bautista, y tú Luciano Néstor
Rocío Ramos, una en el antiguo recodo, en la Torrita y otras en la playa de
Martiánez, en una exhibición de bañadores. ¡Qué risas eran aquellos tiempos! y
nos quejamos hoy.
Me voy a despedir contando lo
que yo sé de tu viaje a Venezuela, a casa de nuestra hermana Nena,
la que hizo que ese viaje fuera
para ti inolvidable. Así fue según me contaste, pero no me dijiste nada del
susto que le hiciste pasar cuando fuiste de valiente en el metro, a ver a un
amigo a Katia, al que según tú te esperaba en la estación. Fuiste muy temprano
y eran las once de la noche y no sabían nada de ti. Estaban tan preocupados que
iban a dar parte a la policía por si te hubiese pasado algo. Tu tan campante a
las doce de la noche, llamaste como si nada, tal vez creías que estabas en La
Villa abajo y también cuando fuiste a visitar a otro amigo del cuartel.
Esta vez fue Nena contigo, y
cuando fueron a la casa les salió una señora. Te dijo que no se encontraba,
pero que vendría en una hora. Ya pasado el tiempo volvieron, tocaste y te salió
el y después de saludarlo le dijiste que ya habías estado antes y que la
asistente te había dicho que venías en una hora. Él te digo que no era la
criada, que era la señora. Tú te quedaste como si nada, pero a Nena le
temblaban hasta las piernas.
Voy a terminar por hoy
recordando lo que me dijiste al regreso con esa cara de niño bueno, que le
habías preguntado a Nena cuando llegaste que si sabía hacer un potaje y te
dijo: ¡pero muchacho que dices coño! Tengo que reconocer que me equivoqué,
porque los hacía buenísimos. Lo mismo que el rancho y las papas rellenas, el
pabellón y las arepas, y qué postres. ¡Qué coño, así vine con unos kilos de
más! y muy agradecido por lo bien que se había portado conmigo.
Una vez más nos demostraste, tu
nobleza, tu humildad, en no querer ofender ni hacer mal a nadie, por eso serás
siempre querido y recordado por todos.
Tengo muchas más cosas que
contar, pero los dejos para el próximo año si todavía estoy por aquí.
Viva San Fermín y feliz
cumpleaños Néstor, un fuerte abrazo de tu hermano Jesús y familia, y como tu
decías: “un respetito…” “sin comentarios”…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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