El amigo de la Villa
de La Orotava Isidro FUENTES MELIÁN “MÉDICO” remitió entonces (09/02/2023)
referente a; SETENTA Y CINCO AÑOS DESPUÉS… (II DE IV). Estas notas y
fotografía que tituló “PLATINO Y DIAMANTES, DE LOS MÁS PRECIOSOS. PARA LOS
SALESIANOS II”:
La vieja capilla en la segunda
planta. La nueva y definitiva en la planta baja se bendijo el 28 de Enero de
1952.
Setenta y cinco años
después… (II de
IV).
Platino y diamantes, de los más
preciosos. para los Salesianos.
Una tarde, a eso de las cuatro,
Don Ricardo nos sacó del estudio a Duclos (Juan José Reyes), a Perdomo (Pedro
Perdomo Brito) y a un servidor de ustedes. Se trataba de desembalar un gran
paquete que se encontraba en el hall del Colegio y que había llegado aquel día
en el camión de Pacheco, el Carrefour de la época aquí en la isla.. Por las
medidas protectoras evidentes tenía que tratarse de algo de mucho valor.
Bajo la dirección de Ignacio,
que mantenía todo ordenado y como oro en paño, fuimos desembalando maderas,
listones, tachas y clavos, cartón, virutas, serrín y guatas, al compás de que
iban apareciendo partes de la estatua de María Auxiliadora. Ya libre de
artefactos protectores se colocó la nueva imagen sobre una mesa- pedestal en el
centro del hall y desde cierta distancia la contemplamos….:le faltaba El
Cetro…… Rápidamente fue encontrado, allí a un lado, entre cartones y virutas,
protegido en un envoltorio especial de suaves guatas.
Pusimos el Cetro en la
mano de la Virgen y volvimos a contemplarla. Podríamos decir, de la
escena, que fue la alegoría de una “APARICIÓN”….. Aquella tarde, en el
patio central y dando las habituales “Buenas tardes” Don Claudio dijo, con
cierta emoción y esbozando una sonrisa “Ya tenemos a la Madre en casa”.
La estatua de la virgen fue
bendecida en la Parroquia Matriz de La Concepción y tras una “Novena”—en
aquella ocasión, de siete días—pidiendo su intercesión y AUXILIO en nuestras
vidas, marchó en procesión, ya anocheciendo, desde la parroquia a su destino
definitivo en el colegio de San Isidro de los Salesianos.
De noche cerrada la
comitiva llegó a la plaza conocida por “La Constitución” (casi nadie sabe de
qué año), o por la de “San Agustín”, también por la del “Cuartel” o por la del
“Kiosco”. Y allí junto al kiosco paró la procesión. Nadie mandó a callar pero se
hizo un profundo silencio que ponía “carne de gallina”… En pocos
segundos sonó nuestra canción, a cuatro voces, con Eduardo García en los
bajos más puros , Juan Carlos Arencibia en los agudos más finos y un grupo
escogido de buenas voces—“buenos oídos” para la música y el ritmo—formando el
coro. A cuatro voces, digo, y sonó como un primor, como nunca había sonado en
los ensayos…...como si algo mágico, distinto, flotara en aquella
noche de La Orotava.
El kiosco, como templete
creado para la música, hizo de escenario, también de altavoz, en la bóveda del
cielo no cabía ni una estrella más y el silencio, en las pausas musicales, se
hizo más profundo. Barrancos arriba y dehesas abajo el eco llegó a los
lugares más recónditos del Valle y “zajorines” y “adivinas”, cual
PROFETAS, “ANUNCIARON” buenas y nuevas cosas, mientras que los viejitos
del lugar decían que nunca habían oído cosa igual, que ecos tan límpidos
eran presagio de buenas cosechas….
Y así ocurrió: la mies fue
mucha y LOS OBREROS, si es que fueron pocos, suplieron con creces tal carencia
con entrega, trabajo, dedicación plena, generosidad, con humildad y, sobre
todo, con ALTRUISMO: ¡¡ Nunca pidieron algo a cambio!!
María Auxiliadora continuó su
trayecto procesional calle del Calvario abajo, jalonado, su trayecto, por la
detonación de algunos “cañones de a duro”, humilde preámbulo de lo que pronto
se convirtió en preciosas exhibiciones pirotécnicas.
(sigue)
Isidro Fuentes Melián.
Médico. Febrero de 2023.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario