Fotografía del final del siglo XIX, de
los archivos FEDAC, del interior del Templo de Nuestra Señora de la Concepción
de La Villa de La Orotava. Templo parroquial declarado
monumento histórico - artístico en el año 1948, templo totalmente emparentado
con la fundación del núcleo de poblacional de La Orotava, a través de una
pequeña fábrica datada en 1503, a la que le siguió una segunda iniciada en el
año 1546, la cual estuvo en servicio hasta los años 1704 y 1705 en los
que los terremotos de Güimar la deterioraron hasta el punto de ser declarada en
ruina en el año 1758. El templo actual es la tercera fábrica, construida
en los años de 1768 al 1788, este templo es, sin lugar a dudas, una
de las más bellas expresiones del barroco en Canarias. La Piedra fue
trabajada en principio por el cantero Patricio García, y posterior por Miguel
García Chávez, dejando en la fachada del templo uno de sus más bellos
exponentes. En su interior destaca el templete principal o tabernáculo, bella
obra neoclásica, construida en mármol y jaspe, traída desde Génova en el año
1822 del taller Guiseppe Gaggini. La iglesia de la Concepción de La Orotava,
“concha de agua sonante en la caracola”, joya artística del Barroco español,
que pasa desapercibida para muchos habitantes de la Villa. Observamos que en el
pulpito de mármol aún no está colocado en la parte superior el tornavoz (pieza
con la cual se consigue mejorar la acústica), realizado en madera e incorporado al conjunto
en 1915, es obra de Diego Álvarez; podemos observar de que manera tan perfecta
es imitado el mármol.
El amigo compañero de pupitre en el Colegio de San Isidro
interno procedente de Buenavista del Norte; ÁNGEL BENÍTEZ PÉREZ, remitió
entonces (05/10/2013) copia de la portada del desaparecido periódico tinerfeño
“ECO DEL COMERCIO”, Periódico Comercial, científico y literario. Número 714,
del miércoles 2 de Marzo de 1859. En el apartado de necrología del 23 de
Febrero del mismo año, podemos leer, el sepelio de este laureado sacerdote que
estuvo en la parroquia de Buenavista del Norte y en la de Nuestra Señora de la
Concepción de La Orotava en el periodo liberal del siglo XIX, que trabajó para
el pueblo llano y pobre y se le conocía por Don Buenaventura Padilla y Cabeza: “… Ayer a la una y media de la tarde un
fúnebre cortejo atravesaba silencioso las calles de esta Villa. En hombros de
cuatro hermanos de la Venerable Cofradía del Santísimo Sacramento se elevaba un
féretro, y en él eran conducidos a la ultima Mansión los restos mortales del
anciano Señor Don Buenaventura Padilla y Cabeza Venerable Beneficiado Rector de la Parroquia
Matriz de La Orotava.
Pocos
hombres habrán descendido al sepulcro después
de una carrera de 89 años con una
reputación tan pura e intachable como el Señor Padilla. Pocos habrán dejado
tras si tan profunda y generales simpatías: porque también pocos cumplieron tan
escrupulosamente como él con los deberes inherentes al importante puesto en que
la Providencia, lo colocara. Do quiere que se hallase un desgraciado, allí se
veía al sabio y virtuoso Pastor
derramando el bálsamo consolador de la Religión sobre la victima de la
injusticia o del infortunio. Los Pobres, al perder al Señor Padilla, han
perdido al más tierno de los padres; el llanto amargo que surcara las mejillas
de algunos al contemplar ayer aquella descarnada mano, que tanta y tenia veces
enjugó las lagrimas del indigente, nos prueba
con sobrada elocuencia que el vacío que deja en este pueblo es
irreparable.
Si
contemplamos ahora al Señor Padilla en el trato social ¿Quién más acreedor que él
á la general estimación? Si le consideramos como amigo ¿Quién más consecuente en la
amistad? Si como ciudadano ¿Quién más obediente
á la ley? ¿Quien más amante de su patria y de la libertad? ¿Quien más enemigo
de toda arbitrariedad y de todo despotismo? En fin basta decir en su elogio que
ni una sola persona de las que tuvieron la dicha de conocerle ha podido dejar
de verter una lagrima sobre su tumba. ¡Séale la tierra leve! …”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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