Fotografía que remitió entonces la amiga desde la infancia y
profesora en la Academia Mercantil Atlántida de La Villa de La Orotava; ESTELA
QUINTERO ESTÉVEZ y su hermano el amigo PEPE, referente al verano del año 1958.
Corresponde a la mansión que construyeron sus padres; Felipe
Quintero Hernández e Higinia Estévez (tres hijos; Felipe, Estela y José), en el
histórico lugar orotavense conocido por “La Sidrona”. Antigua carretera de Las
Cañadas (El Pinito), actual Avenida del Obispo Benítez de Lugo.
Podemos observar el patio anexo, con puerta y un nisperero,
que la familia se lo cedió al ayuntamiento para construir la actual calle “El
Tejar” (ensanche). Por la derecha se encuentra solamente el salón del camionero;
Miguel González “Leal”, donde guardaba su camión, y posteriormente fabricó su
vivienda en la huerta anexa, como la vemos actualmente (puerta de entrada a la
finca por la derecha).
La carretera aún no tenía aceras, de la mansión hacía abajo
(ermita el Calvario), había un muro con huertas de cultivos ordinarios y de
plataneras. Y hacía arriba, otro muro con huertas de plataneras.
Pepe Quintero Estévez, me indica que “…El Vehículo estacionado es de su hermano FELIPE QUINTERO
ESTÉVEZ. Era un Ford BABY TF 5989…”
A Felipe lo recuerdo ver trabajar en la calle El Calvario en
la Ferretería de “Las Afortunadas”. Su padre; Felipe Quintero Hernández, fue
chofer primero de la parada de Taxis Piratas de la Villa y posteriormente de
las guaguas “Transporte de Tenerife”
(micros Commer Exprés). En la azotea se encuentra Estela Quintero Estévez (hija
– maestra nacional) y en la ventana de la izquierda su madre Higinia Estévez.
Curiosamente se da la particularidad que la única luz que
iluminaba el lugar, es la procedente de su propia vivienda, situada en la parte
superior de la portada principal.
Mi amiga desde la infancia y profesora en la Academia
Mercantil Atlántida de La Villa de La Orotava; ESTELA QUINTERO ESTÉVEZ remitió entonces
(2015) estas notas: “…Que a la izquierda de la
foto se ve la puerta semi - abierta y la pared que separaba el patio del
exterior (hoy, salida de la calle El
Tejar a la “Sidrona”) y que era propiedad de su padre Felipe Quintero
Hernández, la cual formaba parte de su casa, siempre con muchos claveles de
distintos colores, en el patio y en toda la azotea…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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